108. VIDA FIRDAD Me parece que en todo hombre que ha comprendido el peligro de la enseñanza de una falsa doctrina por una santa verdad, no pueden existir dudes respecto a lo que debe hacer, aun cuando no abrigue ninguna cooricción: positiva que pueda inculcar en el aiio. Si yo sé que un gaño es ya engaño, no puedo en modo alguno decir un niño que me interroga con fé sencilla, que el engaño eg una verdad sapta.
Lo mejor sería responder la verdad a todas estas preguotas, a las que la Iglesia responde con tanta falsedad, pero yo no puedo hacerlo, al menos no daré la mentira por verdad, pues de la verdad 10 deriva más que el bien.
Además parece increible qoe un hombre ao pueda bablar. un niño de la verdad religiosa, positiva, por aquel profesada.
Todos los hombres sinceros como en el bien por el que yirco; que se lojadiqaçu los niños, a los que la vida se lo ha de demostrar, y así obrarás bien y con seguridad que no perjudicarán los niños. He escrita un libro titulado Doctrina Cristiana, en el que he querido decir, con la mayor sencillez y claridad, lo que yo profeso. Ese fibro no estaba al alcance de los niños, por más que persé en ellos principalmente al escribirlo. Si me fuera preciso explicarle al punto a los niños los principios de la doctrina religiosa, que creo verdadera, les diria que hemos venido al mundo y que vivimos en él no por nuestra voluntad, sino por la voluntad de aquel quien llamamos Dios y que, por lo tanto, sólo obramos bien al cumplirtă. Esta voluntad consiste en que todos seamos felices y para que todos seamos felices go bay más que un medio: ES PRECISO QUE CADA HOMBRE HAGA LOS DEMÁS LO QUE ÉL QUISIERA QUE LOS DEMÁS LE HICIERAN, las preguntas ¿cómo ban nacido las gentes. Qué será