GERMINAL La Esfinge de Gisely Charenta siglos vieron las iras del Sabari soplar sobre su rostro severo de mujer; llenaron las arenas los ojos de su cara y nunca vio nebligas, ni acaso vió lover, Sin duda irguió la frente para mirar la clara aurora de los tiempos que nunca ha de volver; ogó el rumor del Nilo y supo la preclara dicción del sabio Euclides patriarca del SaberLe dijo sus eoignas, en tiempo ya remoto, Edipo y su pasado le refirió Herodoto; la vieron los Jevides bañarse en arrebol.
En alto alzó la Esfinge su rostro de granito cual si estuviera siempre buscando en lo infinito: la ruta de los astros que giran sobre el Sol, VI Leyenda hecha de roca, antigua Esfinge adusta, si exploras lo infinito tú sabes del Orión, Garaia de topacios que en el azur se incrusta para mirar de lejos tus zarpas de león. Tú viste en otras eras la raza ya vetusta que atravesó el Mar Rojo buyendo Faraón; tú escuchas la palabra armónica y robusta con que saluda Osiris la estatua de Memnón.
Tú viste Cleopatra con púrpuras de Tiro pasaſ en su litera leyendo en un papiro, en leugua de caldeos, un dulce madrigal.
El poderío humano con tu vejez enconias añosa centinela de carcomidas momias.
que enseñan los hombres que todo fué mortal, Eisimaco Chaparrta (Ix kotTÁS!