94 TIDA VERDAD. gencia alelargada esperando la herramienta del obrero de la verdad que llegue deseuterrarla al sol que todo lo fecunda y purificu.
Obreros de la idea, qué empunáis una pluma yaliente sin maucilla, venid emprender una obra de libertad y de vida, vosotros que sentis latir dentro del pecho un animo pujants vosotros que lleváis una joteligencia intucada por la herrumbre del vicio, libre på de la estrecha prisión de la rutina, vosotros que tenéis en el brazo la teakcidad y el vigor de los antiguos atletas y cula conciencia: la ardiente convicción de los modernos pesadores. En este tinbiente de cobardía y de mentira en que rišimos, la juventud actual no deja rastro alguito lumino, so que señale mañana a las generaciones que han de venir detrás, el comienzo de una obra grande y digna, Apecas.
si alguba ligera exhalación cisza el espacio para apagar se luego en la oscuridad de un presente sin ideales, sin esperaizas sin lachas, es que la intemperuncia doninante atrofia las energías de puestros jórenes los condena tina seneetud anticipada, No se trabaja rudamente. So pretextu dle artísticas delicadezas, sc alernina el carácter on todo género de prácticas viciosas y se inutilizan los múscuius en la pereza de la inacción. Falsas ideas de honor y de decoro engolfan nuestra juventud eu ridiculeces denigrantes; y de tal manera se la pervertido el criterio, que no es raro encortrar quien acude al wal llamado campo del Honor cada vez que sea necesario lavar las manchas de noa reputación imaginaria; ni quien apele a todos los rigorisruos del decoro en mezquinos incidentes, en tanto que la estafa monstruo multiforme acumula los caudales cou qne se