Voi VERDAD 93 Van los pueblos abatidos y tristes, Comenta cual los bueyes tirando del pesado rios cargamento de sus fanatismos. Lle. Van sobre sus testas poderosas el yugo del dolor, hacen las grandes jornadas de la historia callados inconscientes, sintiendo raros intervalos las.
desesperaciones del caosancio y las recias sacudidas de la rebeldía quc bieu pronto se rinde a la mentida convicción de la impotencia. Parecen escuadrones de gigantes, que Marcharan con las espaldas abrumadas bajo el látigo de audaces pigmeos. La fuerza embrutecida, sojuzgada por la debilidad inteligente y perversa. El brazo de Hércules preso ca las redes impalpables de las telas de araña.
Contrasentido irritante, que se mantieuc en pié.
despecho de la dignidad y la razón humanas!
El fanatismo religioso, generador de esa grosera idolatría que imponë los hombres la renuncia de sus prerrogatipas y respetos, en gras de los dioses que la imbecilidad humana na sevantado, hace constante guardia, juoto. al dulcísima filego del hogar y allí va reclutando los seres que nacen para engrosar las buestes de la pasividad, cuyo amparo vive y prospera la casta holgazana que grafica en los mercados del dogma con esas malaveturadas csclavas: las conciencias. Luego en la escuela, co la pobre cecuela de pueblo mal provista y mal servida por la indigencia intelectual lecħa minestro en Iris aulas de la decesidad, el absurdo toma Merza y se arraiga Iondamente en el terreno abonado por la Intalidad del ata.
visno.
El fanatismo patriótica, que engendra el localismo.
egoista y la treinenda injusticia de la guerra, pesa tumbién implacablemente sobre la extenuada conciencia popalar, y bajo todas esas fuerzas nefandas, yace la inter