12.
GERMINAL Carnet galante FamH VER, al pasar frente las vitrinas de la Sociedad Librera, tuve la sorpresa de ver allf tit fotograbado de doia Evangelina Adams, color violeta y gris, de todos iudecisos, que me hizo pensar ett los cuadros simbolistas que, hoy por hoy, hace furor entre los boliemios que en París no van nauca al Louvre y muy poco a la Escuela de Bellas Artes; pero que poner su caballete de pintores en las Yetitadas.
negruzcas de los chiribiles de la Calle de Montmartre, y cuyos lienzos, desgraciadamente, to sou nunca recibidog eti El Salon, por demasiada originales, El retrato impresionista que me refiero. y que sirve de portar número 252 de Páginas Ilustrades, tiene tanbied otra exquisita origina. Hidad; el nombre en la Revista itcrustado (apartaudo cuidadosamente el batista) en el pecho de la simpática actriz. Falta de respeto del que ella, por artista y por mujer, y yo, por caballero, protestaros. Previo pago de la peseta correspondiente, tave en mis niapos la nitida Revista, que cxaminé cuidadosamente con rii curiosidad incorre giblo de Amateur. Todo inuy bien, desde dona Frangelina hasta el artis: tico vapor, reclamie de la Fruit Co. All right1 Casi admirabię.
En la página 87 leo: Deutro y fuera de la escena (Notas biográficas y opiuiones antins. Con la primera frase, inis nervios delicados de dólni.
ne se alterao y sufreit horriblendente. La segunda, exalta intl. curiosidad. muudana. 5in duda el inás peurótico de los Valladares y el más poeta de los pedrasténicos posibles, debe tener en cartera datos interesantes.
sobre la vida privada de la señora Adanig, me dije, y leſ. e. Nada, chicos, riada de particular: Bravo, Blauca, el«picarescos Manolo y el «grave, Jambrina, inatan el tiempo de los entreactos extrangulando rápidamente los minutos.
La primera actriz tiene 34 afios, meses, 11. días, horas, y los minutos. que le faltan por extraogular. Delicioso. Más adelante. Ex la Legación de Chile. Esta crónica es de una sencillez e cantadora, adorable y rara. La ilustrau cuatro preciosos retratos, distribuídos etiritmicamente en las dos páginas, Yo, debido mi permanencia en otros centros menos cultos que éste, pero más graudes, tengo ideas nog peregrinas sobre lo que llamo le vrai art un chroniqueut gentil, y cuando la casualidad me obliga aguzar mi lápiz, procuro teuerlo en cuenta.
No lo culpo a usted, Jajaljit; usted tiene qua excusa poderosa, qce ya he totuado en caerta: la costumbre. Aqui, por ejemplo, un cronista teatral queda pleyanente satisfecho cuando escribe una gacetiila sobre la función para tener el derecho de ir a la próxima de balde, y tino de fiestas sociales, crée que la ocasión la piptan calva para adular a la