GERMIXAL Poco poco, mo fud alejando de la casa de ella, y cuando se com. prometis, ya llacia tres meses que no nos relamos, Ya no era la misma, esa Marieta que iba casarse muy pronto, no era aquella quien yo e preciaba de conocer, Hice entonces el propósito de no volver verla para qué? Mo falto valor para darle el adiós definitivo, y preferi murmurar un hasta luego, indifereute, meditando en 10 sé qué desquite. Me a vergüenzo de mi cobardia. Si, queria vengarte. pero de qué? Yo nisino lo iguorabz. Uus amiga que se casa es una ilusión renota que se pierde, y eso, as siu algo que la disculpase, me ha.
cla daño.
Además, quiero hablarte con franqueza, no habría podido ser yo al.
gún día algo ás que un amigo para Marieta? ante esa esperanza que sertfa morir deutro de mit, note ese espejisino que veía desvanecerse, sentia angistía, rabla, de haber sido tonta, de baberne conformado cod tab poco, celoso de e otro que se iba a llevar algo que podria haber sido inlo, si yo hubiera querido.
Quería acabar mis relaciones con ella de una manera sarcástica, brutal y sólo pude proouuciar un hasta luego, tfuido, casi balbuciente.
Pero to, no quiero contarte mi venganza de esa inachacha qte pada Die había hecho más que estimarme, y quiet yo adoraba. Aquello fué.
ruin, necio, ridículo!
Comprendi que Alberto sufria deveras y no insisti. La historia quedó trunca.
Después de aquella poche pasaron algaños afos, La lucha por la vi: da, lacha terrible y dolorosa, nos empujo uno y otro por distintos caini.
nos. Uba casualidad vino ponerme eu conocimiento del desenlace, 900 ei protagonista no tuva valor para contarme.
Estaba de visita en uno de los salones trás elegantes de nuestră so ciedad, en que los jueves y domingos hay siempre utta veintena de jóve. es decididos pasar un buen rato y en los que bailamos algunas veces, Ture la fortuna de conversar con la simpática Lolita Ríos, personi.
ta de marcho chic inteligente deveras. Tal vez propósito de literatura de política hablamos de Alberto; pero presumo que fué por la segunda, por la que ella mostraba ti interés especial. Oh! Alberto es terrible. dijo, haciendo un guiño malicioso, en combinacida con uuz sonrisa irresistible si. 41. tipo endiablado. No sabe Ud. lo que le bizoá Marieta González el día de su boda? Qué porror. No, Seforita, absolutamente. Es divertidísimo; mí me lo dijo una amiga en reserva, así es que.
le recomiendo.
El y Marieta diz que eran buenos amigos (sospecho que de parte de él había algo más que aunistad. ella le ocurrió casarse con un guidan, y como él le hiciera antes algunas observaciones que Marieta tuvo bien no tener en cuenta, no volvió veria.
Recuerdo muy bien el dla det inatrimonio. Estaba lindal No obstante parecía preocupada. Después de la ceremonia en un instante libre se tecostó en la baranda del jardín tornar un poco de aire fresco. Ogó llamar en la puerta de la calle, incoliscientemente se dirigió allá; cuando un grangja, dirigiéndose ella, le entregó algo çayuefto eo ni papel, y se faéi.