GERMINAL Sigamos nuestra ruta de amor y de letargo, dejemos al idiota, dejemos al burgués: que arrastren sus pasiones, que beban vino amargo fluctuando eternamente entre lo que es y no és!
No hagamos punca gala de torpe hipocresia, busquemos las claras, las copas y el placer; en tanto que critican los goces de la orgia aquellos que no saben besar una mujer!
Amemos y bebamos en locas bacanales.
que no vuelven las horas que plácidas se van.
Roguemos por las almas ilusas y banales de séres infelices que sólo buscan pan. C: ROMERO GÁRAICOÉ CHEA. Teatro Nacional EL ADVERSARIO.
Con este excelente y delicado drama de Capus y Arène, se estrenó la Compañía cómico dramática de Evangelina Adams el domingo 11 de los corrientes.
No sabemos qué nos impresionó más gratamente, si las recitaciones del señor Jambrina. que precedieron al drama, si éste o și su interpretación, que juzgamos superior, Imparcialmente, creemos que los señores Bravo y Jambrina, la señora Adams y la actriz de caráctes, son algo más que buenos actores.
Hablemos ahora un poco de EL ADVERSARIO; que es sólo la segunda vez que se da en esta capital. Es un drama enteramente nuevo, de bonda psicología, de una gran enseñanza y de actualidad palpitante. Hay en él ese realismo vivido que han llevado al teatro dramaturgos como Ibsen, Sardou, Bourget, Dicenta, Guinera etc. Es un drama completamente bumano. El protagonista (Mauricio Darlay) es uno de esos caracteres únicos. Mariana, su esposa, joven inteligente, pero mujer Irivola, estrechaba relaciones con Julia Beautrio, con una mujer intrigante y falsa, de esas que reciben en su una vez por semana, que tienen palco en la ópera, amante y un marido imbecil y Diputado. Esta con babilidad convence a Mariana de que su marido es uo negligente, y que está locapacitado para hacer ruido en el mundo y conquistar la gloria.
Efectivamente, Darlay, no quiere hacerse cargo de la defensa de un célebre Banquero, antiguo condiscipulo suyo, que se ve envuelto es un proceso y es detenido. Esta negative, bébilmente explotada, viene confirmar la tibieza