ws RENOVACION 115 ile la rarta, y si intenta ejercerlo; no sabe ría de la creencia. Pensar de tal suterte: chino dehe lacer, causa de haberse es faltar la fe cristiana.
habituado ver en ese hernioso im 110 sé quiere razonar, no se razona; prescriptible derecho, 41 peligroso se admite la infalibilidad del dogma, atentado su fe, Adeniás, le es unás que es la negacióu del progreso en la fácil conformarse con la doctrina con. creacióu intelectual. El dogma es la sagracia, que exanivar y juzgar los negación del principio de la verdad, lieclios. Cuántos cristianos sinceros tal como lo quiere la couciencia. Es hay, cuáutos creyentes convencidos. un producto de la ignorancia que se La mayoría, más desean, que creen; mantiene obstipadamente y transfortzia 11! ás imaginati, que saben. Unoś, creeu su ceguedad en regla de deber humapor hábito, otros, porque la llacido no contrario las enseñanzas de la eu deter tri nada latitud, y en fin, los conciencia. Sti preteusión de regirla, nás, por medida de prudencia en frostrándose siempre opuesto a la cousideración las ventajas tempora razón, lo convierte, bajo todas sus forles que el couveucionalismo propor mas, eu algo que lógicamente es incioua, de donde resulta que el origen sostéuible. Destruid el dogina y sólo mayor parte de las instituciones quedará el vacío. Su inmovilidad sis.
religiosas es una mera cuestión de temática detiene el vuelo del pensaegoísta interés. El espíritu de imita mieuto.
ciori, tan preponderante entre los or La religión sobrenatural pos impide gauistos juferiores, nos domina toda resolver las dos cuestioues principales: vía de tal inodo, que la reflexión de la vida: Cómo? Por qué? Todavía misina, niestra única real superio, actualmente, en ciertos países, el desTidad, es para 110sotros un peroso potisino se tine a la superstición para trabajo; sobre todo, cuando se trata suprimir, por la prepouderancia de las de aplicarla al estudio de lo descono religioues del Estado, el primero de cido y hay riesgo de que sean destruí los derechos de la conciencia humana, das puestras ilusiones y nuestros in el de la creencia libre. El miedo es tereses ya establecidos, Con frecuencia servil, destruye la dignidad: es el 1111estros sentidos erran y la imagiua terror nutrido de odio que el opresor ción nos hace ver cosas inexistentes. inspira al esclavo, El miedlo es el esCada siglo, cada país, posee prejuicios panto que fios asalta en presencia de de los cuales es difícil sustraerse. Cada una amenaza y que termina por derruir.
cual se cree obligado obrar como nuestro poderío intelectual. La relilos otros, pensar y decir como ellos, gióu dogmática 11os exige quieabdiquey cuando está en vías de uacer por sí mos puestra coudición de hombres bismo luz sobre tal octal punto, capaces de observar y peusar. es al siente temor de reliuir las tradiciones, contrario de la intensidad del pensade violar las costumbres, de elicou miento de donde surge la creencia in. trar argumentos que contradigan sit telectual. La creencia sobrenatural desmanera de creer, obrar y vivir, Para truye la personalidad. El más grande muchos de los que profesaui el cris arglimento de la creencia intelectual, tianismo, la fe es simplemente inacti: es el vouloir vivre indizidiel. Ella se vidad espiritual, pereza, impoteticia propone perfeccionarnos; y alcaliza radel razonamiento, miedo de avizorar diosas expresiones en las obras de arte nuevas orientaciones, Yo no sazovo, y de pensamiento. La satisfacción de. escribe Bourdaloue. porque si las necesidades intelectuales és una lo fiiciera, mi razoi nada encontraría que la determinara creer; 10 razo110 Entre nosotros, pesar de la darenie libertad yun en épocas de liberulismo gubermanente ose porque si razonara, mi razón inisina, derecho ha sido con frecuenca viulado. Ocurre con.
oponiéndome dificultades, me apartaacción combinada do Jag asechenzas del poder y del mercantilismo de los empresarios de periódicos, Joga veces que las ideas do Alcancen ninguna ex.
De la Pow. Air evits gui lui soil of Förder. presiid del ella como con la decantada libertad de imprenta: la