Death Sentence

. HOJA OBRBRA Verdades que amargan wwwrrrrrrrrrrrrrr mmmmmm Elisa. no han citado el milo, digo. pucs. ner madana los que tengais hecho el llo.
el de su madre.
Todos. Señora. as de repente?
Todas. Cuál es?
La sciora Juanita. Es lo último que os pido.
Elisa. Uno que hay al muy callado y que el mayor. Blen, maana tendrás aquí por lo. Si alguna duda cupiera a HOJA ros que no saben defender el honor tiene el cabello más crespo que el de los otros. menos seis noticiones.
Todas. Ah, mujer desabrida! Cabalmente, el La señora Juanita. Vamos a ver.
OBRERA del efecto causado por su va y principios de la llamada Unión Naúnico que tiene traias de bobo.
Pero como toda copa suave tiene oriento.
liente y concieozuda actitud dirigida cional.
Elisa. De esa agua mansa Ibralas, Dios mío! cdo canto, por feliz que sea, remata con el a contrarrestar la retórica injuriosa y pesar de todo, no esperamos via Que me pregunten a ml a qué sabe el pan que silencio.
amasa el hobito aquel. cualquier pájaro, con sus plumas y todo, aca.
las intemperancias insanas de la pro dicación de la plana mayur del duraMercedes Es feo que no se haya casado Din ba en el suelo, la dicha de los once hermanos ple.
guno; y la madre, que bien podrla aconsejarlos, segó sus alas a media noche. Una criada los llamó, caz Prensa Libre; el silencio otorgan. pismo; pues desde el candidato hasta está tan desimulada como cosa de niña bonita y cocontraron a la vidjecita en su lecho en unas te de tal diario seria la mejor prueba el último de sus voceros diz que dicen: guardada por obce dragones; sí, tan bonita que como esponsales con un ensucho, porque se había ni una noche de truenos.
quedado mirando al vacío con honda fjeza; la pi.
de que calla convencida de que nada que nos la quedar debiendo, porque Celia. Con seguridad que todos son unos per lider la habla vuelto casi incorpórea, su marit se puede replicar contra argumentos só les imposible dejar de reconocer que didos.
tomaba diáfana como el alabastro y brillaban sus lidos que descansan en la razón y la en efecto hay muertos que apestan, Inés. unos avaros.
canas con una luz extraterrestre y fantástica. So.
Leonor. SI, señora; unos vagabundos.
llorando los once hijos trataban de fundir con fra justicia.
que vale más no mencallo.
Julia Eso.
ses amantes aquella vida que se cristalizaba en Especialmente Muertos que apes Es de sentirse que Ernesto Martin Todas. la señora Juanita, una vieja muy nieve eterna. Ya sabes, mi dico, que como yo tan y su continuación, Baldón etery Leonidas Pacheco desperdicien la ridicula. Que pensará hacer con once solterones! soy el último, me quedo contigo. Qué importa Once hermanos uniformadus por una belleza que estos se casen?
wo en donde la patria indigoada nos oportunidad que les ofrecemos para miguelangélica, de bustos anchos, cabellos ríosos: besaban con cariñoso temblor las manos excedió su pluma y abrió sus venas pa y caóticamente negros, brazos de relleno duro copresivas de la viejecita, aquellas manos de donde mo un empedrado, pantorrillas de planos de hierro partlan las bendiciones con la natural docilidad de ra que escribiéramos con sangre la que destruyan nuestro accuse siy pies grandes. Son blancos los once, de bigotes los pájaros que se van de la rama hospitalaria.
solemne protesta que condena a los quiera sea para justificar los enormes imperiales y ojos lan seincjantes los de unos a los Comenzaba a sallr la luna detrás de la altura al hijos que la humillan; son piezas elo pie de la cual estaba la casa de los once hermanos: sueldos que perciben por su desinle de otros como entre si las flores de una rama. La madre de todos ellos es una viejecita sumamente a contralur vela la montaba como faraónica cuentes y patrióticas que no deben resada labor.
pequeña y de can fipas proporciones que al lado pirámide de terciopelo negro sobre una roinpicate despreciarse, porque su contenido, Rechazando el calumnioso cargo de cualquiera de sus hijos se ve al igual que un de luces de opalo. Se iluminó la tierra, menos la aunque vea la luz en el humilde or de réprobo, malamente aplicado al retono al pie de un cedro gigante. De ella no he casa de los once hermanos que se quedó, como redaron los once más que los ojos, unos ojos enor.
siempre entre una amalgama de sombra y luz bor.
gano de los obreros, no por eso es candidato Máximo Fernández, nosomes, ebrios de claridad y abiertos de honrada ma.
dada de chispas vividas que iban y ventan como menos elecuente, oi deja de ser la metros creemos que tal calificativo pu nera, porque todos miran horizontalmente. Del una princesa cargada de joyas en un minué. La padre, que era un hermoso caso de fuerza y loza Tuna subla por detrás de la montaña y la viejecita ior prueba de la indigoación producidiera ser mas digao de aquellos que nla, heredaron eso y muchas tierras consteladas se morla tenuemente recatado aroma que se amda por tantos atropellos a la sobera. arriaron la escala de la nave nacio de ganados.
plia en el aire. Como si la luna hubiera logrado nia Centroamericana de que forma nal para que la aborden los agentes Muy temprano todos los días voltcaba cada cual al on prenderse de la cima de la montaña con a su oficio y éste se las tenía con un potro levan blanda mano fulgeote, apareció alls arriba un bro.
su coleste. se. las. Cela con un potro levan bland mos parte por identidad de raza, de de la diplomacia del dollar, cuando lo chazo de luz candida, se iluminó la hacienda de religión y de costumbres, y a la cual, crean necesario.
ban una selva, cataban los demás la llamada con los once hermanos, y expiró la viejecita en un misun cerca.
tico sociego.
a pesar de constituir un Estado inde. Dichos agentes han invadido ya Lo único en que la naturaleza no habla puesto Esto dice el grupo de beldades campesinas que pendiente, estamos tan intimamente a Nicaragua convirtiendo al traidor ses acentos vitales en este cuadro de amable in avanzan por el camino real mirando a la casa de genuidad era en que ninguno de los once habla campo de los once barmanos: ligados que, no se puede eRajecar la Adolfo Diaz en un manequí del impensado en casarse, aunque recorrían la graderla Camila. Era un encanto la señora Juanita; con soberanía de Nicaragua, o cualquiera perialismo americano. Ojalá que con de años que van de dier y ocho a treinta y dos razón sus hijos so hablan pensado en casarse; lás.
otra república hermana, sin que la de aquello se conformen y que contra Lo que eran zalamerías y guasa con las muchachas tima que ellos no sean tan encantadores como su no les faltaban y uno que otro topetón con los mo.
madre.
Costa Rica sc conmueva y obligue a nuestros temores, no resulte en esta e a nuestros temores, no resuite cu esialzos del contorno por celos y tepulgos de machos Inés. Ah, sl, adorable viejecita; o por mi par.
estar en guardia contra los traidores tierra algúo político desprestigiado vibrantes, pero lo que era esmaltar el asunto de te, la quería muchísimo. En cuanto a sus hijos.
amor con la mano del cura, no, no; y mientras lástima que no me guste ninguno.
que atesoran vendiendo la libertad. que cual Adolfo Díaz trate de contanto dale a la ternura con su viejecita reina.
Salomé. Lo que me pase a mi! no me parecen de los pueblos que en mala hora go vertir a Costa Rica en otro protecto. la oración se juntaban en el cuarto de la ma.
de codicia. La que si era deliciosa era la viejecita biernan.
rado con no presidente, co funciones dre y ejecutan aquí una labor, rasguean cuerdas madre.
El bélico sonido de los clarines que Rosa. Pero bien, como son los once hermanos?
de portero.
más alls, conversan los demás, se les iba la noche CD plácido esparcimiento, hasta que a una señal yo casi no los CODICO.
tocan nuestros heraldos y el ra ta plan iSi alguien intentase imitar a Díaz de la anciana callaban todos y brotaba el rosario Elisa. yo menos; bunca me he fijado en de los tambores de la vanguardia re ellos.
y Chamorro, juremos venganza para fresco y armonioso como el balanceo de un caña veral al viento. Componlan los once hermanos al Mercedes. Con seguridad, ahora van a decir publicana nos convocan a reir a costa eterno escarmiento de los verdaderos responderle a su madre co coro, uno como arno!
que estamos locas por ellos.
de los honrados enemigos que callan réprobos y bien de la patria. costarri nium religioso es que voces de bajo profundo a Celia. Con lo pretenciosos que son los hom.
tristemente cuando no pueden apagar ccose!
duo con otras argentinas y juveniles, timbradas bres.
todas, ibas siguiendo obedientes el acento trémulo Leonor. qué gracia tienen los once herma.
Ja luz de la verdad que escuda a to de la viejecita. Los once hermanos rezándole a la nos? Vamos a ver. Es que les dedicáis tanto tiem dos los que escriben razonando y no po.
donde hay patriotas que no miden el Virgen eran once leones embelesados con un ar miño; más de una docena de columnas de piedra Todas. No, ninguna especial, son como todo mintiendo. peligro, ni aprecian el valor del oro agrupadas para sostener una golondrina. La aman. el mundo.
Los diamantes de las plumas de que seduce a los traidores.
te plegaria se iba regando en las ondas del viento Seutados en un corredor por la noche completa.
oro de los famosos flbelistas que es Así como México fusiló a los geney pasaba triunfante por sobre el mugido ardiente mente solos, los once hermanos pensaban y pensade los toros, el enamorado chispear de los cocuyos ban. Yo he leído en alguna parte, dijo el amigo. criben en La Prensa Libre se han rorales Miramoo y Mexía que sirvieron y el rumoreo de alas y cantos con que el amor de de los versos, gue las noches blancas como esta to; las luces que alumbraban aquel al imperio de Maximiliano, también la carne seduce entre el misterio tolerante de la son un piélago de alias cariñosas que vuelven conoche.
mo pájaros amantes a cantar sobre la jaula vacia, antro de maldad y podredumbre se Nicaragua debe ultimar a los réproEl mayor. Decididamente habéis pensado en y que las noches Oscuras son un turbion errante han apagado por el fuego certero dei bos que pidieron la intervención, le no casaros? Al primero que lo haga le regalo cin de espiritus atormentados. Será verdad? Porque nuestras baterías y como si la pólvoentonces la amada viejecita hace parte de esta no.
vantando un cadalso que detenga la cuenta rovilasas.
El octavo. Cásate tú, que yo te las doy a tl che y de esta lur Estará en on rayo de luna, en ra de nuestros cañones tuviese la vir ola de traidores que trafican con la afortunadamente no eres más rico que yo; ofte una nota del Vicoto o en el perfume d: los mioso tud de destruir el talento y el criterio honra nacional. Aptes muertos que ceselas a éste.
Por más se as, tertis que ella misma sembrá?
El décimo. Muchas gracias; yo tengo un commina el poema diciendo: Oh, la religiosa terpude los sapientisimos e infalibles plu esclavos!
promiso con cierta persona mirando de reojo a su ra de las noches pálidas.
marios del duranismo, don Leónidas El partido de la argolla que no ha madre y no quiero entrar en otros arrechuchos.
Samuel Velasque: Pacheco nos regalo ha pocos días El hecho nunca pada, que es el autor de Tú. quá, El tercero. Te equivocas; y te advierto que nos (De Colección Ariel)
timo de la manifestación que lejos nuestra degradación moral y política, veremos las caras, porque tú estás llamando a una de honrar a su decantada pluma, tan y que no ha pensado más que en vivir puerta donde me gusta llamar a mi.
sólo lo exhibe como poco celoso de La señora Juanita. Las salamerlas de estos ple SEÑORES AGENTES a costas del país, ha llegado en medio caros.
su cometido.
de sa furibunda cólera, a la triste con El sétimo. mí no ne hagan la propuesta; no Suplicamos la actividad del coTan respetable pluma debiera gas. clusión de que la nueva ley electoral entro en esa danza hasta que el clelo se engalane con un ángel nuevo, bro y pronto envío de los fondos tar su: brlos en rebatir Muertos que aprobada por el señor Presidente de La señora Juanita. Quien oye a este ojos de apestan y Baldón eterno dos de la República, contra lo que espera vaca; no supiera yo cómo eres de enamorado y restros artículos que exigen del ho ban, encierra su sentencia de muerte.
voltoso.
El menor. Siquiera yo estoy muy joven, y el nor inmaculado verdi blanco, una de. ese partido del obscurantismo último se queda siempre con la madre.
fensa que devuelva la fuerza del co cuyo factor es la aristocracia intrapslLa señora Juanita. Nada, que tenéis que casaros todos antes de que yo me muera. Me guslorido a su desteñida causa.
geote, poco le importa que Costa Ri. tan mucho Clemencia la de Virgtais, Luisa la de De lo contrarlo: el público se rati ca retroceda moral y políticamente, don Pedro.
ficará en la creencia de que entre El segundo. No sigas, que yo te hago esa cuenpoco le importa que como resultado ta. Ay, señoral Serafina la del camellón. Me tantos sabios no existe uno que se de sus Indignas componcndas renazca la colgara de la jetica a esa Degra, como un coliatreva a destruir ouestra aseveración el monstruoso despotismo, sólo le in.
bri de una for por una eternidad.
La señora Jnanita. No piensa sino en porqueque tan mal parado tiene el nombre teresa guardar el poder para dispo rías este bribon! Por qué no dices que te gusta por del durasismo por defecto de su preo Der del presupuesto en beneficio de asen asentada y juiciosa?
sa.
ellos y de los suyos.
El quinto. Yo me vuelvo agua y sal con Camein la del Alto del Sol. Qué hembra tag fron¡Si solo de la prensa se tratara, no Vivimos eo días tormentosos y to dosa! Se parece a una de las novillonas del Socie.
importarla que callasen; pero es el dos los patriotas costarricenses mal go. Ese moda de andar! Parece una guadua cuan.
do sopla el viento, para acá. para allá. Va picasa que nosotros hemos hecho de dicen con energía a esos politicastros diendo a gritos uo marido, pero un marido como ducciones lógicas muy desfavorables que no piensan más que en sus partiun roble.
a Durán, que exigen vindicación soculares intereses y serían capaces de El sexto. Como yo no las busco para carniceria, na le boleo el lazo a hembras tan corpulentas: pena de que los partidarios honrados todo por continuar siendo los parási le vota el sombrero a Dolores, la burolera, porque se desbaoden, avergonzados de voce tos del país. Nick Carter esa si puede uno echársela al cuadril sin mayor esfuerzo; c3 tua indiecita delgada y escurridira como una celebra. El otro día le eché mano de la cintura, se me saſo como arogue y me dijo plantando como una vibprija. Pues no faltaba más. Ya te diera yo la soge, montañero provocati. es que se le ha olvidado que, si quiere de esta vo. Si, pero se me figura que su madre me la agua limpia y delgada, tiene que decirle al cura Esto dice un grupo de beldades ampesinas que reventaria; ay, qué vieja más antipática.
que le preste el cantaro.
avantan por el camino rcal, mirando a la casa de Salomé. De veras, qué shora tan odiosa! No La señora Juanita. Bien hecho, Caitis!
las por qué me choca tanto. Declas tú que te gus. El cuarto. Es que no conoces a Olimpia la tarde: ta el del toro? No seas simple, bija mía. Yo no del Río.
Camila. mi el que más me gusta o ter cuadro con bombres que paralizan a una de un Esa no es para carniceria para lo que sirve sino cero Qué risa tan linda! Le suena como una apretón y que no se dejan torcer con mia cl bi para carreras, porque es larga y delgada como una dulzaina; pero me cboca mucho la vieja gote! El segundo, queridas, el segundo, que tie. fecba Ines. Au el quinto. Lo vi el otro día suje. De un hablar como de gran sebor, sin contar con De un bablar como de gran sebor, sia contar con la sesora Juanita. Todos estos plcaros tienen tando un toro, sin moverse: parecía un estacón de que es el más buco mozo y el que sale más biec trapo en lejía, pero ninguno quiere estregarlo, ferro. Qué sabroso será ser la mujer de un bom vestido a la ciudad.
Todos. Cicrta criatura maravillosa tiene la breast; el sudor le había pegado el pelo a la frente, Rosa. Ay, chicas, a mi me desmaya el mayor, culpa.
yx le vela como un encaje de sortijas negras, menos cuando va con el espacto de su madre al menos cuar La señora Juanita Qué corredos, ni qué maTen la desabotonada la camisa y mostraba te pe tado. Esas ojazos del hombre en que se le ven los ravillas Vais a caseros todos, pero prontito, por. montes, las talanqueras, las nubes y la honradiz. que desco dejaros asl; y aunque vosotros no queréis so! Casi kelena el toro, porque se descuido di.
Les aseguro que yo comiera sal en la mano de ese creerlo, ya el sol de mi vida no tiene cuatro centi.
citodome al pasar: Si asi pudiera yo sujctarte, schor con mucho gusto, Detros de ciclo dónde moverse. Conque a propoEste documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizanoel Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica CENSO OFICIAL Los datos arrojan una mayoría de trajes bien confeccionados en la famosa SASTRERIA GONZALO ARTAVIA Los once hermanos morena di nesponds de modo que no