France

HOJA OBRERA Organo de la Sociedad de Trabajadores.
a Defensor de los derechos del Pueblo Editor, Octavio Montero Administrador, Lesmes Saurez Una cosa sobre todo hace sugestivo el pensamiento humano; es la inquietud.
Un espíritu que no está ancioso me irrita enoja.
Anatole France La lucha enaltece al hombre aún cuando la batalla se pierda y sólo es despreciable el que rehusa el combate y se declara vencido antes de batirse Montegazza SALE CUATRO VECES AL MES AÑO NIE San José de Costa Rica, de febrero de 1912 NOM, 92 EL CANCER SOCIAL Terribles cargos hechos a la prensa amarilla del país Algunos periódicos acusados. Sala de Casación Yo Manuel Solera Víquez, mayor de edad, soltero, Pasante de dan millares y pertenecen al dominio de esas cosas que todo el Abogado y de este vecindario, ante vosotros vengo, con todo res mundo las sabe, pero que nadie se atreve señalarlas con el dedo.
peto, acusar por injuria los señores editores de los periódicos Paso por alto las vilezas que se cometen en épocas de turbuque acompaño, por los sueltos que he marcado con lápiz rojo en los lencias de partido, cuando se hiere a prominentes personajes soejemplares adjuntos.
ciales políticos, para llamar la atención sobre algo que es mucho En ellos se me señala, injustamente, de una manera que perju más trascendental.
dica mi nombre. Como no soy persona rica, ni pertenezco al nú Me refiero a la explotación incalificable que se hace de la mero de los encumbrados con razón sin ella, no les ha importado credulidad, sensiblería y espíritu curioso de nuestra estructura soun bledo el que yo y los míos hayamos sufrido las consecuencias de cial, Gacetillas policiacas, relación de miserias y debilidades; cróuna imputación injuriosa, lanzada públicamente con la mayor des nicas de sucesos criminales, cuando el criminal no tiene con que preocupación.
pagar el silencio, o pertenece a la clase explotada; defensa de tiranías El caso mío, primera vista aislado y sin importancia, es un extranjeras, mutismos pagados con creces, cuando la protesta se caso genérico, si bien se estudia, que reviste una importancia social. impone; información menuda insidiosa sobre asuntos doméstiYo concreto: hace algún tiempo llegó al país un caballero des cos, constituye otro de los ramos de especulación de esa prensa conocido, que se vivía dándole vueltas la ciudad. alguno de los amarilla, que no edifica nada, y que, antes bien, corrompe los senperiódicos de aquí se le ocurrió llamar la atención acerca de ese in timientos de la comunidad, dividuo de manera tal, que, sin nombrarlo, lo señalaba con toda su ellos nada les importa que se pervierta el corazón de los filiación. Cuál fué el motivo de la impertinencia del periódico? No pueblos, que un ciudadano se vea obligado darles el dinero, para sé; pero sí me consta que el caballero aludido tuvo necesidad de pa el que, de seguro, tenía mejor empleo; que se hiera la reputación gar quince colones, valor del suelto rectificativo.
de una persona; que toda una familia se llene de lágrimas y de anA una alta personalidad política de aquí se le molesto con una gustia por la infamación que injustamente se ha hecho de alguno publicación que lastimaba, de cierta manera, su susceptibilidad de de sus miembros; ellos están seguros de que mañana ocuparán el hombre honrado. Impelido, como si dijéramos, por esa circunstan primer asiento en las fiestas que se dan de Nación Nación, que cia, tuvo que hacer una aclaración pública. Total: cincuenta colo todo el mundo les da la mano con orgullo, y que el negocio produce.
nes por el remitido.
Señores Magistrados: yo vengo a denunciar esas infamias, Un caballero, abogado, formuló un artículo de ataque contra la nombre de tanta víctima y como medio de rehabilitación para la moCorte Suprema de Justicia Centro Americana. Se convino en la ral pública, miserablemente escarnecida por esos que han tornado publicidad de dicho artículo por la suma de cincuenta colones; pero el apostolado de la Prensa en tráfico abominable, donde toda proesa publicidad no tuvo efecto, porque uno de los señores Magistra paganda levantada innoble, todo pensamiento bajo o elevado, toda dos pagó la omisión.
pasión, toda debilidad, toda pequeñez y toda grandeza, se compran No hace mucho tiempo que se imputó un sacerdote el haber y venden como una mercancía cualquiera.
tenido la ocurrencia de cometer una debilidad impropia de su sagra Toda esta labor periodística, simentada en pedestal de inſamia, do ministerio. Los periódicos iban tener fiesta; pero alguien pen rebosante de oprobio, en que se ha prostituido todo, clama grito só que era mucho más productivo que el sacerdote pagara el silen herido por una sustancial reforma en el modo de ser social. Me cio; y así ſué.
refiero a que aquí no hay sanción para este género de crímenes, cuDe esto hace días: en un periódico de la localidad apareció el yo horror es sentido por todos, pero que nadie se atreve delatarlos.
homónimo de una distinguida señora en una gacetilla policiaca quc, He sido víctima de esa prensa: se ha lanzado mi nombre la en reali. lad, se refería a una mujer humilde. Al día siguiente se voracidad de la gacetilla picante, que más de haberme llenado de presentó esta última en la oficina del periódico solicitando una rec dolor, me ha obligado a hacer una rectificación pública, que me tificación, que no logro, por carecer de diez colones, valor del suel cuesta dinero, como lo pruebo con el recibo que acompaño.
to rectificativo. En cambio el marido de la referida dama pagó Acuso pues, en concreto, los editores de los periódicos que con gusto quince colones por la aclaración que muy galantemente al principio menciono, cuyos nombres aparecen en los mismos, siense hizo en favor de su esposa.
do ellos mayores de edad, casados, periodistas y de este vecindario Hace tiempo que llegó al país un agente de una casa industrial por las injurias que me han inferido.
extranjera, con el propósito de hacer mercado para la manufactura de sus comitentes. Se le cobró cincuenta colones por la publicación de un articulito de propaganda, que por cierto no salió publiSeñores Magistrados cado, porque en representante de otra casa competidora pagó cien coloncs, es decir, cincuenta por la publicación del suyo, y cincuenta San José de febrero de 1912 por la omisión del otro.
Mc parece por demás seguir citando casos concretos, que de SOLERA VÍQUEZ.
la naturaleza de los que he señalado, y aun de otras peores, abunEn la Sastrería de GONZALO ARTAVIA Es donde se trabaja el verdadero estilo americano y se atiende con verdadera decencia al público favorecedor, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.