BIOGRAFIA DE ELI ALTAMIRANO Página 65 se oponen obstinadamente al papel beligerante de las nuevas fuerzas políticas del proletariado y a la línea de soluciones democráticas y progresistas que representamos e impulsamos.
En un país arruinado y urgido de avanzar, como el nuestro, las actitudes anticomunistas son inmensamente dañinas. Estas expresiones del antiguo reaccionarismo nada tienen en común con la solución a los candentes problemas nacionales, mucho menos con el futuro democrático y progresista de los pueblos.
El vetusto tradicionalismo se obseca en sus viejas concepciones empeñado en el electorerismo hipocrita y delincuente, en la democracia a la antigua que significa: grotesca utilización del pueblo en las campañas electores, burlas y traiciones a los trabajadores y a la Patria, falsa libertad de prensa, falsa libertad de expresión, falsa igualdad de oportunidades, falsa igualdad de derechos, falsa justicia social; en una sola palabra: falsos demócratas cundidos de falsos propósitos democráticos.
La vieja visión electorera sobre el sufragio universal ya no solamente es repugnantemente oportunista sino también un lastre necesario de barrer porque se alza al paso de las ansias progresistas de los pueblos.
Los electoreristas pretenden seguir engañando, traicionando y utilizando a las masas populares.
Sobre el significado de las contiendas electorales los Comunistas tenemos un criterio diferente al que han manejado los partidos de la burguesía.
El Partido Comunista de Nicaragua lucha por que el sufragio universal deje de ser escalera de los demagogos y sirva al pueblo de infalible vehículo político para llevar al poder al programa de superación de la crisis y de transformaciones democráticas y progresistas. En tal sentido el electorerismo, la demagogia, la politiquería, el afán de utilizar los votos populares para sentarse en el solio presidencial y desde allí trabajar por los intereses personales, métodos corruptos que burlan las aspiraciones más sentidas de los ciudadanos, deben ser denunciados, combatidos, desterrados y sepultados para siempre.
misma de este sistema. Estas fueron palabras de profundas convicciones de Lenin, que tuvieron aguda e inmensa dimensión hacia el futuro. estos puntos de vista ahora les agregamos: para llegar al progreso económico, cultural, científico y social, urgente para las naciones empobrecidas e imprescindible para el socialismo y el comunismo, no se conoce ni existe otro camino que no sea el desarrollo del sistema capitalista.
Insistimos en señalar el error fatal de la burguesía al abandonar la revolución democrática por el miedo que tuvo a la lucha de los pueblos con sed de justicia y en batalla campal contra el hambre y el obscurantismo. Pan. libertad. hermandad. igualdad. fueron las consignas que esgrimió cuando era revolucionaria y combatía al feudalismo, pero que abandonó tan pronto alcanzó el poder para aliarse con los terratenientes y la Iglesia y ponerle fin a su propia revolución traicionándose a ella misma y traicionando a la historia y a todos los pueblos del mundo.
Hoy en día, 200 años después de aquéllos retrocesos cobardes y egoístas que frenaron el avance de la revolución burguesa, en los países atrasados y subdesarrollados a los comunistas y al proletariado nos corresponde impulsar el modo de producción capitalista. tenemos que hacerlo porque precisamos del desarrollo de las fuerzas productivas para potenciar y realizar el correspondiente desarrollo de las relaciones de producción y el progreso. Pero en estos nuevos capítulos de sociedad burguesa jamás debe repetirse el capitalismo salvaje.
La Revolución Democrática y Nacional es un fecundo proceso de modernización y progreso integral llamado a sacar a Nicaragua de la honda crisis en que se encuentra, de impulsar el desarrollo económico y el progreso social. En esencia es la misma revolución democrático burguesa abandonada desde hace dos siglos por la burguesía, pero replanteada y enriquecida ahora de cara a los estragos ocasionados por el imperialismo, asumida a plenitud por el proletariado y tomada con imperiosa necesidad por las otras clases sociales, partidos políticos y demás sectores de las naciones subdesarrolladas.
La importancia de la Revolución Democrática La Necesidad Histórico Social de una Nueva Constitución Política Todos los pueblos atrasados sufren más por la falta de desarrollo del capitalismo que por la existencia Son muy buenas las reformas constitucionales aprobadas el mes de febrero de 1995 y promulgadas