BIOGRAFIA DE ELI ALTAMIRANO Página 55 Reafirmamos nuestra lucha por el Diálogo de Salvación Nacional, tesis y esfuerzo que están convertidos en bandera de los partidos y sectores nicaragüenses que aman y ansían defender a su Patria.
Fiel a los sagrados intereses nacionales y populares, dispuestos férreamente a brindar todo cuanto de energía y capacidad de lucha tienen sus propias fuerzas, el Partido Comunista de Nicaragua, con profunda responsabilidad histórica, reitera de que en nuestra Patria en crisis profunda y creciente, y acechada por muy serios y múltiples peligros, no cabe atizar las contradicciones internas porque urgen los más enfáticos esfuerzos para la unidad patriótica de la nación en pos de soluciones democráticas y patrióticas en el más amplio consenso nacional. Sexta parte del: Informe Político al VII Pleno Ampliado del Comité Central. Conferencia Nacional del Partido. Periódico AVANCE No.
203, 18 de febrero de 1987. LA NECESIDAD HISTORICA DE LA REVOLUCION DEMOCRATICA porque coinciden con sus intereses egoístas, y porque con ellos pensó en eternizar su dominio y explotación clasista. Sin embargo, en la medida en que se desarrollaron las luchas de los trabajadores la burguesía se ha visto obligada a desterrar de sus leyes y normas semejantes procedimientos y a tener que legislar sobre el derecho y las amplias libertades públicas para establecerlas.
Las premisas materiales y espirituales para las transformaciones sociales de la época se dan en niveles óptimos cuando la misma sociedad burguesa, como resultado de las luchas de clases derivadas de sus propias contradicciones, se ve forzada a acudir a los caminos democráticos y a participar en la realización de la revolución democrática. sólo cuando el régimen burgués abraza y practica la democracia, sólo entonces adquiere la fuerza espiritual para evolucionar a grados profundos en el campo económico, político y social. En ese caso sus fuerzas productivas son capaces de alcanzar un crecimiento asombroso. Producto natural de semejante desarrollo la contradicción entre el carácter privado de la propiedad y de los resultados de la producción, y el carácter social del trabajo y de todo el proceso productivo, se agudiza en los extremos al grado del estallido de la nueva revolución social para la necesaria construcción del socialismo.
El desarrollo de la sociedad capitalista significa al mismo tiempo el desarrollo de las fuerzas productivas, el desarrollo numérico e intelectual del proletariado, la profundización del carácter social del trabajo, la concentración y centralización de la riqueza cada vez en menos manos, la generalización de la pobreza y la miseria entre la mayoría de los pueblos, el avance impresionante de las ciencias naturales y sociales, la superación de las supersticiones, de los prejuicios mitológicos, religiosos, nacionalistas, sociales, la sustitución de lo arcaico y vetusto por nuevos y científicos principios sobre el mundo y la sociedad.
Es decir, el desarrollo de la sociedad capitalista no sólo genera los monopolios sino que aparejado a ellos trae también el surgimiento de una científica visión de la historia, de la sociedad, de la filosofía, de la economía, de la sociología, de lo jurídico, de la cultura, de la moral, de lo cívico, de la política, de la ideología propiamente dicha; en fin, un gran progreso de todas las formas de la conciencia social con lo que se preparan la clase obrera, las grandes multitudes populares, la sociedad en su inmensa mayoría para el paso grande y decisivo hacia la nueva escala del progreso social.
Tanto, pues, por su gran desarrollo económico como por su profunda evolución intelectual, ideolo La creación de las premisas materiales y espirituales para el socialismo es un fenómeno que nace y se da en el seno de la sociedad burguesa. Todo el desarrollo del capitalismo, a la par del desarrollo de la producción mercantil y de la concentración y centralización de la riqueza cada vez en menos manos, es, a su vez, el desarrollo de los elementos de la nueva sociedad, de la sociedad socialista, lo que se plasma con el incremento de las filas del proletariado, en las transformaciones y reformas económico sociales, en el surgimiento y desarrollo de la crisis del sistema burgués y en las condiciones materiales y espirituales que se van dando para la nueva revolución social. La maduración de tales condiciones se alcanza cuando el régimen capitalista evoluciona lo suficiente para ello, al ritmo que gesta su desarrollo industrial suprime de él mismo las sobrevivencias feudales y borra en sus elementos las huellas de la servidumbre.
El absolutismo, la dictadura personal y militar, el militarismo, la dinastía, el caudillismo, la represión en sus variadas formas, son métodos clásicos de la esclavitud y del feudalismo. Contra esos métodos la naciente burguesía se rebelo, luchó y triunfó. Pero una vez en el poder también los adoptó para su régimen