II. LANCES IDEOLOGICO POLITICOS DE IMPORTANCIA NACIONAL INTERNACIONAL LA LUCHA CONTRA EL MAOISMO los hacían aparecer como maoístas renegados del comunismo, traidores al servicio de la CIA y del somocismo, aun cuando dentro del país nicaragüense los maoístas, divisionistas y sospechosos de ser agentes del somocismo y del imperialismo eran ellos.
La lucha contra el maoísmo en el seno del viejo PSN evolucionó a la formación de dos alas, que libraron entre sí titánicas batallas en torno a los principios ideológicos y políticos en discusión: el ala proletaria, adversaria del subjetivismo y el oportunismo, firmemente consecuente con la línea del PCUS y del Movimiento Comunista Internacional, de la cual Elí Altamirano fue figura destacada; y el ala pequeñoburguesa enrumbada en el aventurerismo y el terrorismo, que en Nicaragua actuaba inspirada en el maoísmo pero que en Moscú era prosoviética, encabezada por Abdul Sirker, Nicolás Arrieta, Luis Sánchez, Onofre Guevara y otros. Esta batalla interna tuvo el siguiente desenlace: la dirección pequeñoburguesa, al estilo trotskista en abril de 1967 decretó la expulsión para los líderes del ala proletaria (Juan Lorío, Manuel Pérez Estrada, Augusto Lorío y Elí Altamirano. naturales dirigentes comunistas de gran prestigio en el movimiento obrero y el pueblo nicaragüense. Tal hecho condujo al ala proletaria a abandonar las filas socialistas, y dos años más tarde, ahora ya constituida en POSN y bajo la dirección de Altamirano, a la elaboración y realización del plan de organización del Partido Comunista de Nicaragua, el que se fundó el 12 y 13 de Diciembre de 1970.
Desde el decreto de la referida expulsión los maoístas del Partido Socialista Nicaragüense, los maoístas del FSLN y los maoístas de toda la región se aliaron en un solo frente en contra, primero de los cuatro obreros dirigentes comunistas expulsados por decreto y después del naciente Partido Comunista y de sus dirigentes.
Apoyados en dicha entente los cabecillas del PSN desataron intensa campaña de calumnias contra Elí Altamirano y el Partido Comunista de Nicaragua, la cual respaldaron los Partidos Comunistas de toda Centroamérica y el Caribe, aun cuando sobre el caso éstos no sabían la verdad y, además, se negaron a investigarla y a conocerla.
Pero lo más ridículo de la campaña consistió en que en el extranjero a Elí Altamirano y al Partido Comunista de Nicaragua los nuevos líderes del PSN El cinismo de los socialistas llegó al colmo. En el largo y difícil proceso de preparativos para el derrocamiento del somocismo, dirigentes y activistas del PSN provocadoramente y con vulgar grosería acusaban a Elí Altamirano de agente de la seguridad somocista. Pero ocurrió lo que tenía que ocurrir.
Una vez derrocado el régimen de los Somoza y los Sandinistas en el poder, esos mismos calumniadores y provocadores fueron arrestados por la Seguridad del Estado por haberseles encontrado en los archivos de la Seguridad somocista sus fichas de agentes servidores del somocismo. Tales fueron los casos de Domingo Vargas, Armando Ñurinda, Martha McConell, y otros. En cambio, de los grandes adversarios ideológicos del FSLN, Elí Altamirano y el Partido Comunista de Nicaragua, el Ministro del Interior, Comandante Tomás Borge Martínez, y otras autoridades de la Seguridad del Estado sandinista, públicamente dijeron: están limpios de la más mínima sospecha. sus hojas están completamente blancas y limpias de deshonra.
El propósito de los ideólogos del plan de infamias y calumnias fue bloquear en todo el mundo a los verdaderos comunistas nicaragüenses e impedirles todo tipo de relaciones con el PCUS y el Movimiento Comunista Internacional. Esta conjura también se apoyó en las corrientes oportunistas que a la sazón en buena parte controlaban los mecanismos de las relaciones internacionales de los países socialistas y del Movimiento Comunista, corrientes que a su vez son corresponsables de la bancarrota y del fracaso de la URSS y de otros Estados de la Comunidad Socialista. Sin embargo, semejantes maniobras no pudieron vencer ni doblegar la firmeza de principios del Partido Comunista de Nicaragua y del Secretario General de su Comité Central, y desde condiciones muy difíciles el PC de y Elí Altamirano supieron salir victoriosos en las batallas ideológicas y políticas libradas en el proceso nicaragüense en contra del maoísmo y del oportunismo de todos los pelajes.