BIOGRAFIA DE ELI ALTAMIRANO Página 35 determinante del Programa, de la organización y de la lucha consciente del pueblo. Fragmento de: Informe y Resoluciones del Buró Político del CC para todo el Partido. 20 de mayo de 1995. virtudes de los hombres que estuvieron al frente de esas comunidades. Inicialmente ocurrió en las guerras de las tribus tomando forma en el mando a los guerreros. Luego esta distinción se extendió a la necesidad de gobernar y surgieron así los grandes jefes y caciques de las mismas tribus.
Muchos de los caudillos y caciques ganaron la confianza y el cariño plenos de sus tribus y pueblos.
Con el correr del tiempo el caudillismo se desarrolló como un sistema de mando basado en la jefatura individual y representativo de los intereses personales.
Por eso, a la par de sus rasgos provechosos muy tempranamente también apareció su lado adverso, en el cual el caudillismo es sinónimo de tiranía.
NO ES EL SOCIALISMO LO QUE ESTA EN BANCARROTA Es la falla, el oportunismo y el error los que saltan en el aire incompetentes La historia registra la existencia de magníficos líderes naturales que supieron emprender realizaciones que llevaron a desarrollo y progreso a sus comunidades y que hicieron y marcaron grandes épocas históricas de sus naciones. Estos líderes se convirtieron en extraordinarios caudillos de sus pueblos. En esas mismas épocas también se encuentran aquellos caudillos que destacan por tiranos, por traidores, o por dedicados a la esclavización, opresión y explotación de sus pueblos. Por tanto, en la historia de los pueblos existen caudillos de grata recordación y caudillos de triste recordación.
Pero el caudillismo original es una cosa, y el cau dillismo traído hasta nuestros días, es otra. esta altura del desarrollo social, en cuando las luchas políticas son una expresión directa y exclusiva de los intereses cardinales de las clases sociales en pugna, y que en el centro de estas luchas se encuentran los partidos, que son la parte consciente y organizada de las mismas, el caudillismo viene a ser una aberración del individualismo que de manera inevitable choca violentamente con los objetivos fundamentales de una y otra de las clases sociales que luchan por el futuro de los pueblos.
Este caudillismo es el hijo mayor del individualismo burgués, y como tal es parte esencial del espíritu propietario producido por la propiedad y los intereses mercantiles que generan las relaciones de producción capitalistas. esta altura del Siglo XX el caudillismo es una tendencia fuera de tiempo, ahistórica; nacida ya del culto a la personalidad y producto ideológico del espíritu gamonal que irradia la gran propiedad privada.
El caudillismo intenta suprimir el rol fundamental de la lucha de clases para abrirle espacio a las ambiciones personales y ubicar a las suyas como núcleo central de la lucha política, especialmente electoral, de las masas populares. El caudillismo se opone al papel Sin temor a equivocarnos podemos decir que se ha generalizado la conciencia de que las transformaciones económicas, políticas y sociales de las que precisa la etapa de tránsito al socialismo, son inconmensurablemente más cuantiosas y profundas que las buscadas, promovidas y alcanzadas hasta ahora. Por ello, los Partidos Comunistas en el poder desde hace mucho tiempo han venido batallando por experimentar profunda superación de fallas y errores en la aplicación de la teoría, fallas y errores que han causado considerables consecuencias a la causa socialista.
Cuando Lenin hablaba de forma insistente acerca de la importancia que reviste la revolución democrático burguesa como camino al socialismo, no sólo se refería a una verdad histórica incuestionable sino que semejante asunto apenas lo trató en rasgos generales sin poder llegar todavía al fondo de tan vasto tema.
Hay que decir que los comunistas soviéticos, encabezados por el stalinismo, no profundizaron esta vía y abandonaron por completo dicha senda leninista.
Pero ahora, 90, 80 70 años más tarde de aquellos enjundiosos razonamientos, la vida los ha puesto al rojo vivo como la más contundente verdad, a la que aún no se ha investigado lo suficiente ni se ha descifrado en toda la montaña de ricos elementos que contiene como requisitos imprescindibles para poder construir el socialismo.
El socialismo necesita de extraordinariamente inmensa creación de riquezas materiales que lo haga capaz de fomentar con autosuficiencia el desarrollo progresivo de las relaciones de producción; o sea, una distribución de bienes con sólido incremento de la justicia social y con gran estímulo al desarrollo de las fuerzas productivas.