Lecturas de clase del Grupo Internacionalista 73 UPI Comandos bolivianos y la CIA cercaron y asesinaron al heroico Che Guevara en 1967.
una sublevación proletaria que establezca un gobierno obrero y campesino sino a la instalación de un nuevo régimen capitalista. qué hay del futuro? Al final de la extensa entrevista Villalobos dice lo siguiente: Ahora ¿cuál será la forma en que las masas participarán en la fase final de la guerra? Sobre esto es difícil hacer un pronóstico. si las masas se van a manifestar en ese momento en forma insurreccional o en forma de una huelga general, o a través de una incorporación masiva al ejército revolucionario, eso está por verse. sea. quién sabe?. y ¿a quién le importa? ésa es su posición. De hecho, el mismo título de la entrevista con Villalobos, El Salvador: de la insurrección a la guerra revolucionaria. expresa perfectamente la estrategia antirrevolucionaria del guerrillerismo. Plantean las cosas exactamente a la inversa: una insurrección proletaria debe ser el momento culminante de la lucha. Pero ellos no hablan de revolución obrera.
Tomemos a otro de los comandantes del FMLN, Fermán Cienfuegos de la RN y sus Fuerzas Armadas de Resistencia Nacional (FARN. En un análisis de la ofensiva de enero de 1981 Cienfuegos admite que, durante el año anterior, hubo situaciones en las que fue posible realizar una huelga general sin que se convirtiera en insurrección. La huelga general se nos adelantó; nosotros no implementamos la insurrección, ni tampoco se encontraba preparada para ello la estructura de nuestro ejército. Señala que hubo tres huelgas generales en el transcurso de 1980, mas disculpa el hecho de que no fueran convertidas en insurrecciones refiriéndose a un desequilibrio en el desarrollo del poder de las masas y la fuerza militar. Sin embargo, ya para el mes de enero de 1981 las masas habían sido intimidadas y por lo tanto, concluye. fue un error haber recurrido a la forma clásica del llamado a la huelga (Commander Fermán Cienfuegos Speaks, marzo de 1982. De modo que Cienfuegos, quien fue el primero en proclamar estruendosamente la ofensiva final. concluye que ¡no debió intentarse sublevar a las masas!
Cienfuegos, también, hizo hincapié en la importancia de las alianzas con la burguesía, tratando de desarrollar una nueva ideología, el farabundismo. Esto, según afirma, permite la alianza de los obreros y los campesinos con la pequeña burguesía y los pequeños y medianos sectores empresariales. Vitupera contra algunos autores que tratan de presentar la lucha salvadoreña como la lucha clásica del proletariado contra la burguesía. En el farabundismo, según Cienfuegos, existe también la forma característica de la incorporación de los movimientos cristianos. En otro texto (El Salvador: La revolución inevitable) recalca que, Nuestro proceso es muy parecido al nicaragüense, pero nuestra política de alianzas pretende ser mucho más amplia. incluyendo a la empresa privada, sectores del ejército, las fuerzas democráticas que aún no están dentro del Frente Democrático Revolucionario y otras. Llámesele como quiera, esta concepción, común a todos los sectores del FMLN, nada tiene que ver con el verdadero programa del líder comunista salvadoreño Farabundo Martí, que dirigió la insurrección de 1932 salvajemente reducida en la infame Matanza. Su programa era. El Partido Comunista convoca a todos los obreros y campesinos pobres de El Salvador a una lucha sangrienta contra la burguesía nacional, que está incondicionalmente aliada a los imperialistas yanquis. Abajo el imperialismo opresor y sus perros nacionales!
La Comintern de Stalin condenó la sublevación salvadoreña de 1932 por ultraizquierdista. y lo mismo haría el FMLN hoy con todo y su falsa palabrería de farabundismo.
EI ERP y las FARN admiten abiertamente que no están por la revolución socialista y buscan la alianza con grandes sectores de la burguesía. qué hay de las FPL de Cayetano Carpio, que reivindican una guerra popular prolongada. Un pequeño folleto titulado Chalatenango Heroico (distribuido por la Casa El Salvador Farabundo Marti. da una idea sobre cómo se aprecia la línea de las FPL en el campo de batalla. Informa que las milicias locales estaban exigiendo armas industriales. que la masa que tiene años de estar oyendo que la lucha armada, que la guerra, que la guerrilla, que tiene años de soñar con tener un fusil, entonces no le contenta tener un machete. No obstante, dice el artículo, a nivel de milicias y masas, nunca vamos a tener armas de guerra, ni después del triunfo. Esta es la lógica del guerrillerismo, que se apoya no en la movilización de las masas trabajadoras sino en un partido ejército profesional. No sorprende que haya inconformidad. sobre las negociaciones, según el folleto:. allí por ejemplo, si se les dice que vamos a deponer las armas, esa gente quizá fusila a quien llegue a decirle eso. por ahí por Guazapa, esa gente ha manifestado lo mismo que a ellos les ha costado sangre conseguir esos fusiles y no los van a dar. Excelente! Pero de hecho, el FDR FMLN está pidiendo precisamente eso. Concretamente, en una conferencia de prensa en Washington durante la ofensiva de enero, el