72 Lecturas de clase del Grupo Internacionalista escala internacional. Tal dirección sólo puede ser un partido trotskista, inspirado en la Revolución de Octubre de 1917 y siguiendo el camino de la revolución permanente.
La via guerrillera en El Salvador El Salvador difícilmente se presta al foquismo guevarista. Un país diminuto, del tamaño del estado de Massachusetts, tiene el grado de densidad demográfica más alto de América Latina. Inclusive la mayor parte de las áreas rurales son semiurbanas y no existen montañas, algunas zonas escabrosas a lo más, y docenas de volcanes (que se han convertido en fortalezas guerrilleras. De modo que no hubo movimiento guerrillero en los años 60, sólo un fallido intento del Partido Comunista Salvadoreño (PCS) de establecer un brazo armado por si acaso. el cual, en tres años de existencia, no realizó ni una sola acción (entrevista con Salvador Cayetano Carpio, Punto Final Internacional, octubre de 1982. Después, durante la década de los 70, cuando aparecieron las llamadas organizaciones políticomilitares. aún estaban imbuídas de las concepciones guevaristas. Puesto que el Che había declarado que se necesitaban montañas para la lucha guerrillera, y en El Salvador no había ninguna, acuñaron el dicho, El pueblo es nuestra montaña.
El primer grupo de lucha armada fue formado en 1970 por el antiguo secretario general del PCS, Cayetano Carpio. Era tan clandestino que durante sus primeros dos años de existencia no tuvo nombre; Cayetano se negó a pelear en el interior de PCS. e incluso a hablar con ex miembros del partido que simpatizaban con él! Se optó por hacerlo todo en forma absolutamente conspirativa, preparando el gesto heroico del guerrillero desafiante que suena el clarín empuñando el arma y galvaniza a las masas con su ejemplo. Como era de esperarse, los resultados fueron negativos. Más tarde este grupo se convirtió en las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí (FPL. En 1972 74 apareció el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) reclutado de sectores católicos, principalmente entre la juventud demócrata cristiana, los sindicatos campesinos dirigidos por delegados de la palabra y las llamadas comunidades de base de la iglesia que se comenzaron a esparcir en las regiones rurales. EI ERP se escindió por una violenta lucha fraccional en 1975, en la que una minoría acusaba a la dirección de militarismo. a raíz de lo cual ¡fueron muertos a balazos los dirigentes de la minoría! Los restantes disidentes del ERP luego formaron la Resistencia Nacional (RN. Los otros dos grupos que ahora integran la coalición guerrillera del FMLN son el pequeño Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC) y el PCS.
El dirigente de las FPL, Cayetano Carpio, sostenía que. desde el principio nosotros descartamos la teoría del foco guerrillero. sobre la base de la experiencia de algunos movimientos guerrilleros en Sudamérica y en otros países que se encontraban apartados del pueblo. y que sucumbieron a esquemas militaristas (Granma edición semanal en inglés. 30 de marzo de 1980. Las demás organizaciones político militares también rechazan el foquismo, como lo ha hecho virtualmente toda la izquierda en América Latina después del trágico final de la aventura de Guevara en Ñancahuazú (Bolivia. Pero fundamentalmente toda la coalición del FMLN es guerrillerista; no cree en la capacidad de la clase obrera para hacer la revolución, y aboga por una política diametralmente contraria a la insurrección proletaria. Esto se expresa de la forma más clara en la alianza de frente popular del FDR FMLN y su programa para reformar el capitalismo salvadoreño.
Cayetano Carpio, por ejemplo, escribió un artículo el año pasado llamando explícitamente por un gobierno democrático revolucionario, no por un gobierno socialista. en el que habría cabida para todos, desde grandes empresarios hasta pequeños agricultores y comerciantes (New York Times, de febrero de 1982. Pero esta oposición a una revolución proletaria puede observarse también en la naturaleza de la lucha armada que llevan a cabo.
Aunque el FMLN ha actuado de manera impresionante en el campo de batalla, los insurgentes izquierdistas han sufrido varios reveses y en todos los casos se debieron a la falta de agitación y movilización de las masas urbanas. Así sucedió durante la farsa electoral de la junta en marzo de 1982, que los guerrilleros no boicotearon eficazmente, dándole al gobierno un triunfo propagandístico dentro y fuera del país. La llamada ofensiva final general de enero de 1981 no logró alcanzar sus anunciados propósitos, debido especialmente a que no hubo un levantamiento en San Salvador. El intento de una huelga general en agosto de 1980 falló también, y fue a raíz de esta derrota que la izquierda salvadoreña abandonó en masa las ciudades.
Pero aún antes, en octubre de 1979, se dejó pasar una oportunidad revolucionaria clave cuando la llamada junta de los derechos humanos desbancó al general Romero con la ayuda del Departamento de Estado norteamericano. y de la izquierda salvadoreña. Conforme la lucha se acerca a su conclusión, se vislumbra la batalla por San Salvador. Pero otra vez el guerrillerismo y el frentepopulismo amenazan con estrangular las posibilidades para la revolución proletaria.
Tomemos el caso de la ofensiva de enero de 1981. En una entrevista reciente, Joaquín Villalobos, comandante en jefe del ERP habló acerca de porqué no hubo insurrección urbana. Se queja de que el desarrollo del movimiento de masas. generó obviamente expectativas alrededor de posibilidades insurreccionales. Pero la explicación de por qué no logramos todos nuestros objetivos se encuentra en el desgaste que había sufrido la lucha de masas en los últimos meses debido al terror impuesto en las ciudades.
Lo que pasa es que perdimos el momento propicio. Señala que el país estuvo paralizado repetidamente por huelgas generales durante 1980 y que el enemigo necesitó más de un año para desgastar ese movimiento y. agotarle sus posibilidades insurreccionales. Correcto. Localiza el momento clave en el periodo de marzo abril de 1980, particularmente alrededor de la fecha en que fue asesinado el arzobispo Romero. El prelado salvadoreño había protestado contra la represión gubernamental y su asesinato hizo estallar una imponente protesta en la capital y rebeliones locales al grito de ¡Viva monseñor Romero. Pero lo más significativo es porqué Villalobos escoge precisamente este punto. en ese momento había incluso sectores de la burguesía susceptibles de establecer alianzas con nosotros y teníamos peso político (Punto Final Internacional, noviembre de 1982. De esta manera el dirigente del ERP hace depender el éxito de la insurrección del apoyo de la burguesía poniendo en claro que su consigna de insurrección popular armada se refiere no a