Lecturas de clase del Grupo Internacionalista 15 manos en Moreno contrató de PO 50. 000 ejemplares de obras de Trotsky, demoró intencionadamente el pago durante meses hasta el golpe de Videla en marzo de 1976, y luego alegando falta de fondos se negó a pagarlos.
Los embustes financieros de Moreno son legendarios en la izquierda latinoamericana. El caso más sensacional trata de la aseveración de que no entregó fondos destinados a la operación guerrillera de Hugo Blanco en el Perú en 1962, y șu papel en la desaparición de varios miles de dólares tomados en una expropiación bancaria llevada a cabo por el grupo Túpac Amaru y destinados para Blanco (una descripción detallada del caso se encuentra en Richard Gott, Guerrilla Movements in Latin America 1972. En una reseña del libro groseramente inexacto de Robert Alexander, Trotskyism in Latin America, Joseph Hansen notaba en 1977 que Moreno nunca ha respondido a estas acusaciones. Pero en vista de lo escandaloso del cargo, llama la atención el que Hansen aparentemente nunca se molestó en conseguir una explicación de Moreno durante los seis años en que fueron codirigentes de la minoría del Moreno ha sido condenado ya innumerables veces ante el movimiento obrero por charlatanismo político y violaciones de la moral proletaria. Sin embargo, su operación es de tal naturaleza que frecuentemente se esconde bajo una cubierta de radicalismo programático con propósitos puramente fraccionales. En varias ocasiones esto ha llevado a los morenistas a asumir posiciones imitando. o tomadas de. el trotskismo auténtico de la tendericia espartaquista internacional (TEI. Así al polemizar contra un artículo sobre el eurocomunismo y los disidentes soviéticos, escrito por el morenista Eugenio Greco, el imbécil mercenario del SWP Gerry Foley notaba que el premio a la originalidad por defender estas posiciones correspondía a sectarios como la TEI (Intercontinental Press, de diciembre de 1977. Y, en efecto, el artículo de Greco (Revista de América, agosto de 1977) exhibe una semejanza aleccionadora con nuestros escritos sobre el tema (salvo que icosa graciosa! los morenistas identifican el estalinismo con la dependencia del oro de Moscú. En particular, al fundar la Tendencia Bolchevique luego de su ruptura con el SWP a fines de 1975 principios de 1976, Moreno asumió posiciones sobre Portugal y Angola extraordinariamente parecidas a las de la tendencia espartaquista. Sobre Portugal, denunció el seguidismo del SWP tras la cola del Partido Socialista de Mário Soares, financiado por la CIA, así como el apoyo político de la TMI mandelista al bloque estalinista MFA (Movimiento de las Fuerzas Armadas. Sobre Angola, reivindicó el apoyo militar al MPLA contra la invasión CIA sudafricana, al mismo tiempo que se oponía formalmente a dar apoyo político a ninguno de los tres grupos nacionalistas en pugna. Las características principales de estas posiciones formalmente ortodoxas son que se tratan de asuntos lejanos, y que son totalmente arbitrarias no se derivan de una visión del mundo programáticamente coherente.
Así, mientras Moreno condena el apoyo desvergonzado del SWP al PS portugués, en Argentina él mismo se fusionó con los restos de la socialdemocràcia de Juan Carlos Coral en 1971. Criticando la claudicación de Mandel ante los eurocomunistas, sus partidarios venezolanos ahora están profundamente empotrados en el MAS eurocomunista. Criticando el apoyo de la TMI al demagogo Carvalho y al MFA en Portugal, el PST colombiano de Moreno llamaba a apoyar la política nacionalista de Torrijos en Panamá, calificando a este demagógico oficial militar (amigo de Castro y del Chase Manhattan Bank) de progresista en su confrontación con el imperialismo (ver EE. UU. fuera de Panamá ya!
en este cuaderno. Fingiendo la ortodoxia cuando ésta es barata en lugares remotos y cuando le conviene para sus maniobras sin principios en casa donde realmente importa, el oportunismo de Moreno rebasa aquél de las demás alas del Criticando mordazmente al dirigente del POR boliviano Guillermo Lora por incorporarse a un frente antiimperialista con el General Torres en Bolivia en 1971 (International Socialist Review, febrero de 1973. dos años más tarde el mismo Moreno se incorporaba al frentepopu. lista Grupo de los Ocho, junto con el PC argentino y los principales partidos burgueses, jurando su apoyo al gobierno bonapartista de Juan Perón (ver PST atrapado con las la masa en la 23 de este cuaderno. Hoy, cuando los sandinistas son figuras mundialmente famosas, Moreno es un guerrillero entusiasmado; pero cuando el PRT ERP castrista (en ese entonces afiliado al estaba revolviendo el ajo en Argentina con sus secuestros y ataques al ejército, el PST de Moreno igualaba a la guerrilla y su réplica, el terrorismo de la AAA y otras organizaciones de ultraderecha (Avanzada Socialista, 10 de octubre de 1974. El historial de Nahuel Moreno es el de un sinvergüenza que se ha vestido con el ropaje de casi toda tendencia en boga en la izquierda latinoamericana peronismo, castrismo, maoísmo y ahora el sandinismo. Sus posiciones de izquierda sobre temas internacionales no tienen ninguna relación con sus posiciones derechistas en casa. El que hoy tenga un aspecto combativo frente a Nicaragua se explica únicamente en que fue atrapado en plena maniobra con el FSLN, y que mientras él hace de las suyas, el resto del ha girado claramente hacia la derecha. Hasta la toma del poder por el FSLN en Managua, la consigna morenista por un gobierno sandinista estaba formalmente a la derecha de las otras tendencias del quienes hacían críticas sueltas de los lazos del FSLN con la burguesía de oposición. Pero apenas Mandel y Barnes se dieron cuenta de la posibilidad de unirse a una causa popular saltaron por encima de Moreno, dejándolo en el papel poco acostumbrado de polo de extrema izquierda.
Finalmente, debemos hacer constar que al dotarse con el nombre de Brigada Simón Rolívar, Moreno escogió un mote de lo más apropiado. Quizás pensaba imitar a la Brigada Lincoln en la guerra civil española a pesar de que sería más apropiado comparar a Bolívar, de familia terrateniente esclavista, con George Washington. Pero en términos militares el gran héroe de las guerras de independencia fue un desastre en todo sentido: perdió casi todas las decenas de batallas que libró, abandonando repetidamente a sus tropas en momentos de infortunio. Su especialidad, escribió Marx en un artículo sobre Bolívar, era entradas triunfales, manifiestos y proclamaciones de constituciones. El fue, decía Marx en una carta a Engels, el canalla más cobarde, brutal y miserable. Así también Nahuel Moreno.