130 Lecturas de clase del Grupo Internacionalista Plan Arias. Brest Litovsk o trampa imperialista?
EXTRACTO DE WORKERS VANGUARD NO. 438, 16 DE OCTUBRE DE 1987 Mientras los liberales norteamericanos y sus seguidores reformistas manifiestan abiertamente su apoyo a la meta contrarrevolucionaria del tratado de paz. otros han adoptado una actitud más crítica acerca de los acuerdos de Guatemala que, sin embargo, excusa a los sandinistas y provee un puente al apoyo a los Demócratas. Socialist Action (septiembre de 1987. afiliado al Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional (S. dice El movimiento antiintervencionista en EE. UU. no debe ser descarrilado hacia un llamado a apoyar un acuerdo de paz que los sandinistas han sido forzados a firmar.
La presentación más explícita de esta línea es de la Fourth Internationalist Tendency (FIT Tendencia Cuarta Internacionalista. otro grupo simpatizante del de Mandel, que en el último número de su revista Bulletin in Defense of Marxism (BIDOM) sostiene que solo un irremediable purista ultraizquierdista podría condenar a los sandinistas por entrar en negociaciones que puedan resultar en concesiones a los imperialistas y a los gobiernos títeres de la región. Quiénes son estos puristas ultraizquierdistas. La respuesta a esta pregunta la dejan a la imaginación del lector. La FIT pretende dar una fachada de ortodoxia leninista a su posición trazando un paralelo, incorrecto, entre el apoyo sandinista al Plan Arias y la firma por los Bolcheviques del tratado de Brest Litovsk en 1918. Existen amplios precedentes de gobiernos revolucionarios que han realizado maniobras diplomáticas para ganar tiempo para su supervivencia. La dirección Bolchevique de la Revolución Rusa negoció el infame tratado de Brest Litovsk con Alemania en 1918 un tratado que rindió vastos territorios. Hubo mucha controversia acerca de este tratado incluso dentro del Partido Bolchevique.
Pero no hay ninguna duda de que sin él la Revolución Rusa habría sido aplastada por el militarismo alemán. BIDOM, octubre de 1987 Pero la analogia con Brest Litovsk es falsa hasta la médula. Para empezar, el régimen soviético revolucionario, que apenas tenía tres meses de existencia, había heredado al derrotado ejército zarista y no tenía tropas para contrarrestar al ejército imperialista alemán. El régimen sandinista, en cambio, ha organizado una fuerza militar formidable en el transcurso de los últimos siete años, respaldada por cientos de miles de trabajadores y campesinos armados, y han barrido a los contras. Para los Bolcheviques a principios de 1918, la perspectiva de lucha revolucionaria en países vecinos era solo una esperanza.
Pero cerca de la Nicaragua sandinista la insurgencia izquierdista salvadoreña, con raíces profundas, ha combatido contra el ejército respaldado por EE. UU. hasta un punto muerto, mientras el proletariado lucha valientemente contra el tambaleante régimen de Duarte. El resto de Centroamérica es un polvorín por explotar, y México ha visto una serie de huelgas contra la austeridad impuesta por el FMI. un nivel más fundamental, los Bolcheviques acababan de llevar a cabo una revolución proletaria y estaban tratando en toda forma posible de extenderla por Europa y alrededor del mundo, pero los restringia la falta de recursos. Los sandinistas, sin embargo, admiten abiertamente que no quieren expropiar a su propia burguesía, ni mucho menos extender una revolución socialista a otras partes. El suyo es un programa de estrecho nacionalismo de izquierda. En suma, en Brest Litovsk los Bolcheviques decidieron rendir territorio a fin de salvar la revolución proletaria. Al aceptar el Plan Arias los sandinistas han decidido limitar la revolución social, esperando de esta manera mantenerse en el poder. En consecuencia le dan entrada a la contrarrevolución capitalista, que lejos de ser pacífica será una sangrienta matanza que sacrificará a los más dedicados combatientes revolucionarios. primera vista, los argumentos presentados por la FIT parecerían a lo mucho reflejar una cierta indulgencia hacia los sandinistas. Pero detrás de los argumentos acerca del derecho de Nicaragua a la autodeterminación y llamadas por ;Manos fuera de Nicaragua! su programa común es el rehusar la revolución social. Realmente lo que añoran es el movimiento de paz durante la Guerra de Vietnam y la conducta del ya entonces profundamente reformista SWP (Socialist Workers Party Partido Socialista de los Trabajadores. del cual la mayoría de ellos fueron dirigentes. Este movimiento fue un frente popular con el ala derrotista de la burguesía imperialista estadounidense bajo la consigna única de Tropas fuera, ya. Esa demanda fue el programa de los palomas Demócratas, personificados en 1971 por la presencia del senador Demócrata Vance Hartke en la conferencia del National Peace Action Coalition (Coalición Nacional de Acción de Paz) del SWP. los reformistas del SWP trazaron una línea de sangre, asaltando y echando fuera a todos aquellos que protestaron la presencia de este político imperialista.
Entonces como ahora, es imposible hablar de paz sin tomar partido en la guerra de clases. Hoy día en Centroamérica, no solo defendemos la Revolución Nicaragüense, buscamos completarla y extenderla por toda Centroamérica. El camino de la revolución socialista es el único camino a una paz genuina. 22