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126 Lecturas de clase del Grupo Internacionalista Wide World BAGUISMO YANKI FESTPLAYSIA SPATRIA PARA CONCUBALOS MUERTE PARA LA Miliciano cubano defiende refinería de petróleo expropiada a capitalistas de EE. UU. en 1960 (izquierda. Terroristas de la CIA incendian depósitos de petróleo en Corinto, Nicaragua en 1983 (derecha. de El Socialista No. 1, julio de 1985) finalizando con un programa de lucha contra el imperialismo y los capitalistas de 18 puntos. Dicho programa llamaba a apoyar un triunfo militar de los guerrilleros del FMLN en El Salvador; por oposición a las negociaciones de Contadora; a derrotar la agresión imperialista mediante la solidaridad militante con los obreros del mundo, especialmente los obreros de los Estados Unidos y la URSS. y por una federación revolucionaria de Cuba y Nicaragua. El PRT llamaba también por el control obrero de la producción y el abastecimiento, nacionalización de fábricas y haciendas, y un gobierno de obreros y campesinos pobres, a través de la formación de una Asamblea Nacional de delegados obreros, campesinos y sectores populares, electos democráticamente.
El cuaderno del PRT, sin embargo, se refiere al gobierno sandinista como un gobierno burgués y un régimen bonapartista sui generis (de tipo único. Esta última caracterización fue utilizada por Trotsky refiriéndose al gobierno de Cárdenas en México, que era en efecto un régimen burgués, pero que buscó el apoyo de obreros y campesinos en su conflicto con los imperialistas británicos y estadounidenses. En el caso mexicano, un nuevo estado capitalista fue en efecto reconstituido tras la derrota de las fuerzas campesinas radicalizadas de Zapata y Villa en la guerra civil de la cual salió triunfante el ejército constitucionalista burgués conducido por grandes terratenientes.
Pero eso es justamente lo que no ha ocurrido en Nicaragua, donde se puso en fuga al ejército somocista y el actual ejército sandinista se encuentra firmemente controlado por el FSLN. El régimen pequeñoburgués de Nicaragua es ciertamente bonapartista, mas no ha reconstruido un estado burgués, es decir, el comité ejecutivo para imponer el dominio de clase capitalista. Si lo hubiera hecho la actual guerra de los contras no estaria sucediendo.
Un año después, el PRT publicó un segundo folleto, La revolución en la encrucijada (Cuadernos de El Socialista No. 3, julio de 1986. que contenía su exposición ante la Comisión Especial Constitucional de la Asamblea Nacional. Los representantes del PRT llamaban por una constitución en función de solucionar los problemas concretos de la revolución nicaragüense: acabar con la guerra de agresión y solucionar la crisis económica. Una Moción Constitucional del PRT emitida en ptiembre exhortaba a expropiar las compañías propiedad de imperialistas, las grandes fábricas y haciendas, armar a los trabajadores y a imponer el control obrero. Sin embargo, ipresentan estas demandas al parlamento de lo que ellos llaman un gobierno burgués! Tales demandas sólo pueden realizarse mediante la movilización independiente de los obreros al frente de las masas explotadas y oprimidas.
Pero lo que más brilla por su ausencia en los programas del PRT es el elemento clave para una revolución proletaria victoriosa el forjamiento de un partido trotskista. En el documento de 1986 sobre la Encrucijada. esta notoria omisión se convierte en un programa positivo para presionar a los sandinistas. EI PRT concluye. Nos encontramos pues ante dos grandes alternativas: o el FSLN avanza, rompe todos sus nexos politicos y económicos con la burguesía y el imperialismo. o en última instancia puede imponerse la contrarrevolución burguesa, en cualquier de sus variantes. En Cuba, Fidel Castro se vio obligado por el bloqueo y la presión del imperialismo a nacionalizar los principales medios de producción y a construir un estado obrero burocrático.
Pero en Nicaragua, a diferencia de Cuba, hubo una insurrección a gran escala que movilizó a las masas urbanas para derrocar a Somoza. Hoy en día, hay 300. 000 obreros y campesinos armados dispuestos a defender la revolución. también a diferencia de Cuba, en Nicaragua no obstante el control burocrático del FSLN, se pueden nombrar numerosas fábricas donde los partidos oposicionistas de izquierda tienen fuerza: FANATEX, METASA, IMEP, ENAVES, TEXNICSA, además de varios ingenios azucareros, granjas del estado, etc. Lo que se requiere ante todo es una dirección revolucionaria que movilice a las masas trabajadoras para completar la revolución y extenderla.
Cada vez en mayor grado, los morenistas han identifica