51 AGOSTO DE 1998 obreros y jóvenes negros propugnaron abiertamente por la causa del comunismo y fueron atraídos. erróneamentehacia el SACP.
La instalación de un gobierno dominado por el CNA en 1994 estuvo también directamente conectada a la contrarrevolución capitalista en Europa Oriental y la Unión Soviética a principios de la década. La Unión Soviética había apoyado al CNA y a su aliado cercano, el SACP. Como otros movimientos nacionalistas pequeñoburgueses del Tercer Mundo. el CNA buscó maniobrar entre Moscú y Washington. Pero con la destrucción contrarrevolucionaria de la URSS, Mandela y Cía. fueron a rogarle a los EE. UU. y a las Otras potencias imperialistas. Sus patrocinadores imperialistas arreglaron el pacto del poder compartido entre el CNA y el Partido Nacionalista del apartheid, y celebraron en todos los centros financieros del Occidente cuando este triunfó.
La mujer y la lucha antiapartheid Los historiadores que tratan de escribir sobre las luchas de las mujeres negras en Sudáfrica han notado que esta historia es difícil de reconstruir porque el escribir sobre ellas había sido prohibido. pesar de esto, hay una larga historia de mujeres negras activistas que se organizaron contra las leyes de pase del apartheid, boicoteando las altas rentas, movilizándose contra los pasajes de transporte y defendiendo el derecho de fabricar cerveza.
Hasta 1913, sólo los hombres tenían que portar pases. De 1913 a 1920, las mujeres negras llevaron a cabo una de las pocas campañas de protesta exitosas contra las leyes de pascs. Las mujeres en el Orange Free State se rehusaron a portar pases, y cientos fueron arrojadas a la prisión. Las cárceles en los pequeños pueblos rurales se llenaron a tal grado con mujeres de la resistencia que muchas fueron trasladadas en vehículos o a pie a cárceles en otros sitios. El gobierno finalmente retrocedió, y las mujeres no portaron pases hasta los años 50, cuando se mudaron a las ciudades en cantidades cada vez más grandes. En 1956, una marcha a Pretoria para protestar contra las leyes de pase atrajo a 20 mil mujeres; especialmente negras, pero también mestizas, asiáticas y blancas. Al continuar las protestas por el país, los dirigentes dei apartheid contestaron quemando casas, llevando a cabo goipizas, balaceras, arrestos y destierros. En la masacre de Sharpeville en marzo de 1960, la policía abrió fuego contra miles de negros que se manifestaban contra las leyes de pase, matando a 69 personas.
Cuando un número creciente de mujeres mestizas, asiáticas y negras se volvieron parte del proletariado moderno después de la Segunda Guerra Mundial, las mujeres obreras también comenzaron a jugar un papel dirigente en las luchas obreras. En los años 40 y 50, los obreros de alimentos y enlatados en las áreas donde crece la fruta en el Western Cape fueron dirigidos en su mayor parte por mujeres, tanto mestizas como negras. En el Transvaal, las mujeres negras fueron empujadas a las ciudades por el empobrecimiento creciente, y más de la mitad fueron empleadas en la industria textil. El sindicato de obreros en la industria del vestido organizó una seccional para mujeres negras allí incluso antes de que aceptara a hombres negros. En 1954, las mujeres negras sindicalizadas en Johannesburgo protestaron contra los recortes salariales racistas ante los constantes intentos de los patrones de sembrar veneno entre los obreros blancos, negros y mestizos. Dos años mas tarde en Port Elizabeth, los dueños de las fábricas de enlatados fueron obligados a retroceder cuando las mujeres negras dirigieron protestas basadas en las fábricas en contra de las leyes de pase.
Las leyes de pase fueron parte de las leyes cada vez más draconianas sobre requisitos de residencia, restricciones al movimiento y exclusiones de organizaciones sindicales que condujeron a las mujeres fuera de las áreas urbanas y fuera del empleo. Para muchas, lo único que quedaba en las ciudades era el servicio doméstico. pesar de esto, las mujeres negras continuaron entrando en la industria, y los años 70 y 80 marcaron un aumento en la combatividad. Las huelgas masivas en Durban de 1972 a 1974 casi paralizaron a la ciudad. Estas huelgas fueron muy significativas, rompieron el ambiente de intimidación y de silencio forzado que se le había impuesto al país después de la matanza de Sharpeville de 1960. En algunas plantas textiles, las mujeres africanas fueron las primeras en dejar sus herramientas.
En 1973, obreras textiles en Pinetown se fueron a la huelga. Al final, cada fábrica de una de las corporaciones multinacionales más grandes en Natal había sido cerrada por huelgas que duraron hasta siete días y acabaron en concesiones salariales. Las huelgas se esparcieron durante 1974 en las fábricas del Eastern Cape donde mujeres negras y asiáticas estaban concentradas. Para 1980, cuando estallaron más huelgas masivas, las mujeres constituían el 70 por ciento de la mano de obra en las fábricas. En Port Elizabeth, mujeres Women and Revolution Women and Revolution Women and Revolution ܝܒܒܬܫܡܫܬܗmr Nation Liberation and the Permanent Revolution ESP From East Barlin to Tashkent: Capitalist Counterrevolution Tramples on Women Namic fundamtalsts var kallt Defend Taslima Nasrin!
Women and the Permanent Revolution In Bangladesh Women and Revolution Números disponibles de la revista Women and Revolution (Mujer y Revolución) de la colección editada por la Comisión de la Mujer de la Spartacist League En inglés US 00 ejemplar Giros cheques a: Spartacist Pub. Co.
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