AGOSTO DE 1998 23 el capitalismo exigen una completa solidaridad y la más estrecha unión de los obreros de todas las naciones, exigen que se rechace la política nacionalista de la burguesía de cualquier nacionalidad.
Nos apoyamos en el argumento de Lenin de que. para luchar con éxito contra ella la explotación) se exige que el proletariado sea independiente del nacionalismo, que los proletarios mantengan una posición de completa neutralidad, por decirlo así, en la lucha de la burguesía de las diversas naciones por la supremacía. En cuanto el proletariado de una nación cualquiera apoye en lo más mínimo los privilegios de su burguesía nacional, este apoyo provocará inevitablemente la desconfianza del proletariado de la otra nación, debilitará la solidaridad internacional de clase de los obreros, los desunirá para regocijo de la burguesía. el negar el derecho a la autodeterminación, o a la separación, significa indefectiblemente, en la práctica, apoyar los privilegios de la nación dominante.
Sin embargo, cuando la demanda particular de autodeterminación nacional una demanda democrática. contradice cuestiones de clase o las necesidades generales de la lucha de clases, nos oponemos a su ejercicio. Como Lenin apuntó en Balance de la discusión sobre la autodeterminación (julio de 1916. Las distintas reivindicaciones de la democracia, incluyendo la de la autodeterminación, no son algo absoluto, sino una partícula de todo el movimiento democrático (hoy: socialista general) mundial. Puede suceder que, en un caso dado, una partícula se halle en contradicción con el todo; entonces hay que desecharla. Lenin apoyó fuertemente el derecho de Polonia a la autodeterminación, argumentando este punto contra otros socialistas revolucionarios como Rosa Luxemburg. Pero en el contexto particular de la Primera Guerra Mundial, Lenin argumento. Los socialdemócratas polacos no están hoy en condiciones de lanzar la consigna de independencia de Polonia, pues como proletarios internacionalistas no pueden hacer nada para ello sin caer, a semejanza de los fraquistas socialchovinistas. en el más rastrero servilismo ante una de las monarquías imperialistas.
En nuestro enfoque a la interpenetración de dos o más pueblos que reclaman el mismo territorio, la LCI se guía por la práctica y la experiencia de los bolcheviques, en particular por la discusión sobre Ucrania en el II Congreso de la Internacional Comunista. La LCI desarrolló esta posición en relación al Medio Oriente, Chipre, Irlanda del Norte y la ex Yugoslavia. En tales situaciones, bajo el capitalismo en el que el poder estatal es dominado necesariamente por una sola nación, el derecho democrático a la autodeterminación nacional no puede ser logrado por un pueblo sin violar los derechos nacionales del otro. Por eso, estos conflictos no pueden ser resueltos equitativamente dentro de un marco capitalista. La condición previa para una solución democrática es barrer con todas las burguesías de la región.
tadura del proletariado, apoyada por el campesinado. Los países coloniales y semicoloniales sólo pueden obtener su genuina emancipación nacional bajo la dirección del proletariado revolucionario. Para abrir el camino al socialismo, se requiere la extensión de la revolución a los países capitalistas avanzados.
La propia Revolución de Octubre refutó la idea menchevique de la revolución por etapas; los mencheviques proponían un bloque político con el partido liberal Kadete para poner a la burguesía en el poder. La idea menchevique de una alianza entre el proletariado y la burguesía significaba en realidad el sometimiento de los obreros y los campesinos a los liberales. En 1905 los mencheviques todavía no tenían el coraje suficiente como para sacar todas las conclusiones necesarias de su teoría de la revolución burguesa.
En 1917 llevaron sus ideas hasta sus últimas consecuencias y se rompieron la cabeza (Trotsky, Tres concepciones de la Revolución Rusa. escrito en agosto de 1939, publicado por primera vez en 1942. Los bolcheviques de Lenin estaban más cerca de la perspectiva de Trotsky en el sentido de que insistían en que la burguesía rusa era incapaz de dirigir una revolución democrática. Los bolcheviques argumentaban por una alianza entre la clase obrera y el campesinado que culminara con la dictadura democrática del proletariado y el campesinado. una consigna errónea que proyectaba un estado que defendiera los intereses de dos clases distintas. En 1917, después de la Revolución de Febrero, fue necesaria una lucha tajante dentro del Partido Bolchevique para que prevaleciera la línea de Lenin por la dictadura del proletariado contenida en las Tesis de abril. Sin embargo, el que el Partido Bolchevique no reconociera explícitamente la confirmación de la teoría de la revolución permanente de Trotsky con la Revolución de Octubre y el que no repudiara explícitamente la dictadura democrática del proletariado y el campesinado se convirtió después en un instrumento de las fuerzas que habrían de posar como la vieja guardia bolchevique (ej. Stalin) para atacar a Trotsky, a la teoría de la revolución permanente y a las premisas e implicaciones revolucionarias internacionalistas de la Revolución Bolchevique.
Trotsky escribió en su introducción a la edición alemana de La revolución permanente (29 de marzo de 1930, a veces referida como prólogo de la obra. Stalin, bajo una apariencia de fundamentación económica del internacionalismo, nos da en realidad la fundamentación del socialismo nacionalista. No es cierto que la economía mundial represente en sí una simple suma de factores nacionales de tipo idéntico. No es cierto que los rasgos específicos no sean más que un complemento de los rasgos generales. algo así como las verrugas en el rostro. En realidad, las particularidades nacionales representan en sí una combinación de los rasgos fundamentales de la economía mundial.
En La revolución permanente (1928 29) Trotsky explico. En las condiciones de la época imperialista, la revolución nacional democrática sólo puede ser conducida hasta la victoria en el caso de que las relaciones sociales y políticas del país de que se trate hayan madurado en el sentido de elevar al proletariado al poder como director de las masas populares. si no es así? Entonces, la lucha por la emancipación nacional dará resultados muy exiguos, dirigidos enteramente contra las masas trabajadoras. Un país colonial o semicolonial, cuyo proletariado resulte aún insuficientemente preparado para agrupar en torno suyo a los campesinos y conquistar el poder, se halla por ello mismo imposibilitado para llevar hasta el fin la revolución democrática.
El carácter parcial de las revoluciones anticapitalistas en el mundo colonial nos lleva a reafirmar el concepto 10. La revolución colonial, la revolución permanente y la vía guerrillera La experiencia desde la Segunda Guerra Mundial ha validado totalmente la teoría trotskista de la revolución permanente que declara que en la época imperialista la revolución democrático burguesa sólo puede ser completada por la dic