AGOSTO DE 1998 13 Боллетень Спартаковцев Der Spiegel SPARTACIST)
KESAN SHEER 20 обанкротившийся сталинизм открывает шлюзы для капиталистической реставрации.
Советские рабочие Долой вльцинско бушевскую контрреволюцию. KI La contrarrevolución democrática abraza a la reacción zarista: sacerdote ortodoxo ruso bendice a las barricadas de Yeltsin en Moscú, agosto de 1991. Folleto de la LCI distribuido ampliamente en Moscú declara. Obreros soviéticos: iDerrotar la contrarrevolución de Yeltsin y Bush! Internacional después de la Segunda Guerra Mundial, contribuyeron en gran medida a la ruptura política en la continuidad con el programa de la IV Internacional de Trotsky.
La anterior aniquilación de cuadros trotskistas a través de Europa a manos de la represión fascista y estalinista y las masacres de trotskistas en Vietnam y el encarcelamiento de trotskistas en China, países donde la Oposición de Izquierda había encontrado bases de apoyo significativas, despojó al movimiento de los cuadros experimentados en un momento crucial.
La expansión del dominio estalinista en Europa Oriental después de la guerra impuso un nuevo reto programático al movimiento trotskista para el que la ortodoxia formal era una defensa insuficiente. Después de una ininterrumpida serie de derrotas y traiciones desde China (1927) y Alemania (1933) hasta la Guerra Civil Española y de las purgas asesinas de Stalin, la existencia de la Unión Soviética abía sido puesta en grave peligro. El Ejército Rojo derrotó a Hitler pese a Stalin quien, después de decapitar al ejército soviético mediante sus purgas sangrientas en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, saboteó aún más la defensa militar de la Unión Soviética gracias a su fe, primero en Hitler, y después en los aliados democráticos.
Sin embargo, la victoria del Ejército Rojo sobre el fascismo aumentó notablemente la autoridad de la burocráticamente degenerada Unión Soviética, una eventualidad no prevista por Trotsky. Los estalinistas de Europa Occidental surgieron, después de la Segunda Guerra Mundial, a la cabeza de las organizaciones masivas de los obreros combativos de Italia, Francia y otros lugares. Mientras tanto, en la Europa Oriental ocupada por la Unión Soviética, se expropiaron las propiedades capitalistas y se estableció una economía colectivizada mediante una revolución social controlada burocráticamente, produciendo estados obreros deformados, según el modelo de la URSS bajo dominio estalinista.
Condicionadas en parte por la Guerra de Vietnam y los disturbios internos que sacudían a los EE. UU. especialmente la lucha por la liberación negra, al final de los 60 y principios de los 70 se dio una serie de situaciones prerrevolucionarias y revolucionarias en Europa: Francia en 1968, Italia en 1969, Portugal en 1974 75. Estas representaron las mejores oportunidades para la revolución proletaria en los países capitalistas avanzados desde el período inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial. Fueron los partidos comunistas pro Moscú los que otra vez se las arreglaron para mantener el debilitado orden burgués en esta región. En estas oportunidades el papel contrarrevolucionario de los partidos estalinistas occidentales contribuyó inmensurablemente a la subsecuente destrucción de la Unión Soviética. El restablecimiento del orden burgués en los estados imperialistas occidentales a mitad de los 70 fue seguido inmediatamente por una nueva ofensiva de Guerra Fría contra el bloque soviético.
La burocracia estalinista soviética en ausencia del proletariado como contendiente por el poder tenía que orientarse tarde o temprano al socialismo de mercado. el que, junto al intento de conciliación del imperialismo de EE. UU.
en Afganistán y su servicio como corredores de la restauración capitalista por toda Europa Oriental, abrió de par en par las compuertas para la contrarrevolución capitalista en la antigua Unión Soviética en 1991 92. El proletariado, carente de dirección, no resistió, definiéndose así la destrucción del estado obrero.
La Revolución Iraní de 1979 inició un período de ascendencia política del Islam en la región históricamente musulmana, suceso que contribuyó a la destrucción contrarrevolucionaria de la Unión Soviética y fue fuertemente reforzado por la misma. La toma del poder por Jomeini en Irán y su consolidación fue una derrota semejante al aplastamiento del proletariado alemán a manos de Hitler en 1933, aunque en una estrecha escala regional. La consigna de la tendencia espartaquista internacional. Abajo el Sha. Ningún apoyo a los mulahs! y nuestra especial atención a la cuestión de la mujer. No al velo. estuvieron en marcada oposición a la capitulación del resto de la izquierda ante la reacción dirigida por los mulahs.
El mantenimiento del poder proletario depende principalmente de la organización y conciencia políticas de la clase obrera. Después de la liquidación física del ala revolucionaria de los bolcheviques por Stalin, toda la continuidad con las tradiciones de la Revolución de Octubre fue borrada sistemáticamente de la memoria de la clase obrera.
La Segunda Guerra Mundial vino a sustituir a la Revolución de Octubre como el evento trascendental de la historia soviética en la conciencia de las masas soviéticas, abrumadas