MARZO DE 1992 63 a someterse o de lo contrario serán borrados del mapa. una nueva era de barbarismo, construida sobre la supremacía tecnológica y el afán de dominación mundial de los Estados Unidos. la vez que trata en vano de vincular el retiro de la brigada soviética al cierre de la base naval norteamericana de Guantánamo (en la región oriental de Cuba. y dice que Cuba está dispuesta a contribuir en encontrar acuerdos políticos negociados a conflictos regionales como en Angola, donde las iropas vuvanas han sido retiradas después de 15 años de luchar contra el ejército del apartheid sudafricano la declaración jura: Cuba jamás accederá a ser entregada o vendida a los Estados Unidos. Jamás retornará a la esclavitud, y luchará hasta la muerte para resistir esto.
Pero en su empeño por cerrar filas, el régimen de Castro ha adoptado una mentalidad de bunker. Un símbolo del endurecimiento del control burocrático fue el proceso y asesinato judicial del general Arnaldo Ochoa y sus compañeros en 1989, acusados de narcotráfico en un juicio de espectáculo reminiscente de los infames Procesos de Moscú de los años 30 (ver Purga estalinista en Cuba: La ejecución del general Ochoa. 55 de este número. Esta farsa causó un daño enorme a la moral revolucionaria, socavando gravemente la defensa de Cuba.
Comparada con la mayoría de los regímenes estalinistas, la Cuba de Castro, bajo la amenaza directa de los cañones yanquis, ha tratado de contrarrestar la presión del imperialismo mediante el apoyo a luchas guerrilleras, enviando médicos y maestros de escuela a la Nicaragua sandinista, etc. Además de los más de 400. 000 hombres y mujeres cubanos que pelearon y enseñaron en Angola, se informa que un número diez veces mayor se alistaron como voluntarios para ir. Como resultado de esto, los ilamamientos inicrnacionalistas tienen verdaucra iesonancia en Cuba.
Pero los varios esfuerzos internacionales de Castro (aigunos de clios no ian respetables, como su apoyo ai sangriento régimen die Mengistu en Etiopía) han estado siempre subordinados a la estrategia de buscar la coexistencia pacífica con el imperialismo y las burguesías regionales.
La Revolución Cubana inspiro a una generación de jóvenes radicalizados por todo el continente. Jóvenes norteamericanos nuevo izquierdistas viajaron a Cuba a cortar caña en las Brigadas Venceremos. Cuando Fidel Castro vino al Hotel Teresa en Harlem en 1960, la comunidad negra salió a saludarlo. Robert Williams recibió refugio en Cuba cuando era perseguido por organizar la defensa armada de los negros contra el terror racista en Carolina del Norte. Assata Shakur, ex militante del Partido Pantera Negra encontró igualmente asilo político en Cuba. Pero el régimen de Castro no siguió una estrategia internacionalista que promoviera la revolución en el corazón del imperialismo.
Karl Marx señalaba hace un siglo y medio que a menos que la sociedad comunista englobara las naciones industrializadas más avanzadas, un estado obrero aislado estaría condenado a la escasez generalizada la colectivización de la miseria. Si la política nacionalista del socialismo en un solo país (una autojustificación por la burocracia de Stalin para proteger sus privilegios mediante su renuncia a la revolución mundial) condujo a la bancarrota a la Unión Soviética, como León Trotsky advirtió que ocurriría, cuanto más absurdo es pensar que Cuba pueda por sí sola construir el socialismo en una sola isla en las fauces de la bestia imperialista.
La retórica antiimperialista y el atrincheramiento no son suficientes para defender el estado obrero deformado cubano contra el zarpazo imperialista ya sea éste un embargo más estricto, un bloqueo naval o una invasión. Hoy urge imperiosamente que todos aquellos que nos oponemos al imperialismo montemos una defensa internacional de Cuba, mediante lucha revolucionaria en wüestros paises.
Democracia obrera para defender a Cuba La Spartacist League desde su origen como tendencia llamó por la defensa del estado obrero deformado cubano luchando al mismo tiempo por la democracia obrera revolucionaria en oposición al estrecho dominio burocrático dei régimen estalinista de Castro. El primer número de Spar tucist (edición en inglés, febrero marzo de 1964) declaraba. Defender la Revolución Cubana! Aun desde antes, cuando éramos la Tendencia Revolucionaria (TR) dentro del Socialist Workers Party, luchamos contra la dirección del SWP por sus alabanzas al régimen de Castro, a quien calificaban de trotskista inconsciente. La TR presentó un proyecto de resolución a la convención de 1963 del SWP subrayando la supresión de los derechos democráticos de los obreros y campesinos cubanos por parte de Castro, la imposición de incondicionales estalinistas sobre el movimiento sindical y la proclamación del sistema de partido único, así como remarcando los enormes logros sociales y económicos de la revolución. Por eso los trotskistas son a la vez los que más combat e incondicionalmente defienden contra el imperialismo tanto la Revolución Cubana como el estado obrero deformado surgido de ella. Pero los trotskistas no pueden otorgar confianza ni apoyo político, por muy crítico que sea, a un régimen hostil a los inás elementales principios y prácticas de la democracia obrera, aunque nuestro enfoque táctico dificra dci que dardamos a una casta burocrática endurecida.
Después de 30 años en el poder, la burocracia estalinista se ha endurecido considerablemente, como se manifestó uitimamente en el caso Cciiba. Una revolución política proletaria es necesaria para reempiazar el estrecho régimen de la élite castrista con una profunda democracia obrera en defensa de la revolución.
Millones de cubanos están, con razón, orgullosos de su revolución y gritan con ardor socialismo o muerte. Castro no se mantiene en el poder mediante la represión sangrienta, pero como dijo a la revista Time (12 de agosto) un joven estudiante trabajando durante dos semanas como voluntario en el campo, Necesitamos un cambio, pero dentro de nuestro sistema. Necesitamos hablar sobre nuestros errores y encontrar soluciones dentro del socialismo. El reportero señalaba, estos no son individuos a quienes les hayan lavado el cerebro; realmente les importan las conquistas de la revolución.
La democracia obrera auténtica no solamente movilizaría a las masas cubanas en defensa de sus conquistas revolucionarias, sino que es un requisito indispensable para administrar eficazmente una economía planificada. La mejor defensa de Cuba son revoluciones obreras desde EE. UU. hasta México y en todo Centro y Sudamérica. Nosotros tratamos de movilizar al movimiento obrero contra el bloqueo económico imperialista de Cuba, para exigir que EE. UU. salga de Guantánamo, para defender la Revolución Cubana. EE. UU. manos fuera de Cuba. Por partidos trotskistas para luchar por la revolución socialista por todas las Américas!