MARZO DE 1992 31 De la discusión de la LCI sobre Europa del Este y la Unión Soviética Sobre el colapso del dominio estalinista en Europa Oriental Este artículo fue contribuido el 10 octubre de 1990 a la actual discusión interna de la Liga Comunista Internacional (Cuartainternacionalista) sobre el colapso del estalinismo en Europa del Este y la Unión Soviéiica. El Comité Ejecutivo Internacional ha autorizado la publicación en Spartacist de los documentos políticamente más globales de aquéllos contribuidos. Este es el primero de dos artículos traducidos de Spartacist (edición en inglés) No. 45 46, invierno de 1990 91. El segundo aparece en la página cuarenta y cuatro.
Por Joseph Seymour ¿Se puede restaurar el capitalismo en un estado obrero burocráticamente gobernado mediante un proceso esencialmente político, es decir, sin una guerra civil que destruya el aparato militar del estado? Evidentemente que sí. Contradice esto el pronóstico específico de Trotsky para la Unión Soviética en la segunda mitad de la década de los años 30? Sí. Niega esto la teoría marxista del estado o el análisis de Trotsky sobre el estalinismo en un sentido más general? No.
Marx ro sostuvo que la destrucción del aparato militar del estado por una guerra civil es una condición necesaria para la revolución social (o la contrarrevolución) en todo momento y en iodo lugar. En un discurso público en 1872, inmediatamente después del congreso liquidacionista de la Primera Internacional en La Haya, Holanda, Marx señaló. Los trabajadores tienen que adueñarse del poder político algún día con el objetivo de construir una nueva organización del trabajo; tendrán que derribar las viejas políticas que refuerzan a las viejas instituciones, a menos que quieran compartir el destino de los primeros cristianos, quienes perdieron su oportunidad de lograr el paraíso en la tierra porque rechazaron y descartaron tal acción. Nosotros no argüímos, sin embargo, que el camino que lleva a este objetivo es el mismo en todas partes. Sabemos que se debe prestar atención a las instituciones, costumbres y tradiciones de los varios países, y no negamos que hay países, como América e Inglaterra, y si tuviera familiaridad con sus instituciones incluiría a Holanda, donde los trabajadores puedan alcanzar sus objetivos por medios pacíficos. Siendo ese el caso, tenemos que reconocer que en la mayoría de los países continentales la palanca de la revolución tendrá que ser la fuerza; el recurso de la fuerza será necesario un día con el objetivo de instaurar el dominio de los trabajadores. Karl Marx, Discurso en el Congreso de La Haya. The First International and After, editado por David Fernbach Empíricamente, creo que Marx estaba equivocado. La clase obrera no podría haber tomado el poder politico pacificamente en Gran Bretaña o en los Estados Unidos en la década de i870. Perc ccmo el proletariado nunca estuvo ni remotamente cerca del poder en esos países durante ese período no es una cuestión fructífera para la especulación histórica. Lo importante es que Marx no consideró que la transferencia del poder político de clase sin una guerra civil Yevgeni Khaldei Ejército Rojo en Austria, 1945.
El pueblo soviético luchó heroicamente para derrotar al nazismo.
Stalin apeló al nacionalismo, no al internacionalismo, en el curso de la Gran Guerra Patria.
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