4 SPARTACIST febrero casi se produjo un enfrentamiento cuando 40. 000 personas se manifestaron contra Yeltsin en la Plaza Manezh, cerca al Kremlin. El subjefe de policía de Moscú, Leonid Nikitin, fue despedido cuando reveló que se había rehusado a acatar la orden de usar a agentes especiales para provocar el desorden (entre los manifestantes del de febrero) con el fin de dar un pretexto para utilizar a la policía antimotines.
Mientras tanto, Yeltsin ha intentado soboriai ui Culexp de oficiales, doblando los salarios militares y entregando dachas (casas de campo) a los oficiales de alto rango. Pero esto no hace nada para mejorar las condiciones de las tropas del ejército, que son quienes experimentan más agudamente el creciente empobrecimiento y la dislocación económica.
E! 23 y 24 de febrero, cientos de reclutas desesperados se amotinaron en el cosmódromo de Baikonur, rampa de lanzamiento del programa espacial de la URSS.
Los militares tampoco están contentos con la forma en que Yeltsin se arrastra servilmente tras sus padrinos norteamericanos. Cuando Yeltsin fue a los EE. UU. para pedir una mísera limosna, Bush no le prestó atención. y continuo gastando miles de millones de dólares en los programas del Pentágono para el desarrollo de nuevas armas. Estados Unidos ha prohibido incluso la importación de tecnología militar proveniente de la URSS, como parte de una política gubernamental dirigida a forzar a la industria espacial y militar de Rusia a un decaimiento tan grande que no presente ninguna amenaza para EE. UU. en el futuro (New York Times, 19 de marzo. La colisión entre un submarino soviético y uno norteamericano que sucedió dentro de aguas soviéticas el 11 de febrero indica que, sea cual sea la situaMAPUOHETKU MEKNYHADOPHOTO ción de la Guerra Fría, la Unión Soviética y sus fuerzas armadas siguen siendo blancos de los EE. UU. Yeltsin intentó minimizar el incidente, pero el comando naval soviético expresó su indignación en términos tajantes.
En este contexto, las fuerzas reaccionarias nacionalistas rusas buscan apelar a los militares a que echen a Yeltsin y reestablezcan un estado fuerte bajo el viejo santo y seña zarista, Rusia, Una e Indivisible. El fascistoide Partido Liberal Democrático de Vladimir Zhirinovsky se hizo presente en forma destacada en las manifestaciones del Día del Ejército. Se unieron a Zhirinovsky el Partido Obrero Comunista Ruso (RKRP) y otros remanentes estalinistas patrióticos. Entre los oradores se encontraban figuras militares de línea dura como el general antisemita Albert Makashov, miembro del Comité Central del RKRP, y el coronel negro Viktor Alksnis, quien se unió hace poco al demagogo monarquista Nevzorov para formar un partido nacionalista ruso, llamado Nashe (Nuestro. Pero el principal aspirante al papel de hombre fuerte nacionalista que reemplace a Yeltsin, es su propio vicepresidente, el general de la fuerza aérea Alexander Rutskoi, quien critica cada vez más a Yeltsin y se ha autoproclamado portavoz de la jerarquía militar industrial. Rutskoi, cuyo ardor nacionalista es cada día más estridente, fue el orador principal en una conferencia de nacionalistas derechistas realizada a principios de febrero, en la que declaró. Tenemos que restaurar la verdadera cara de Rusia. Tenemos que reavivar la fe y la espiritualidad. Tenemos que reavivar la gloria del ejército ruso.
La fallida intentona de agosto por parte de los funcionarios gorbachovianos de la banda de los ocho quienes dieron la espalda resucitamente a toda posible movilización obrera para defender la propiedad colectivizada no fue mucho más cue una dispuía indirecta sobre quicn cbtendría el dinero (inexistente) proveniente de la perestroika. Ahora, frente a la contrarrevolución en ascendencia, muchos ex burócratas estalinistas esperan aprovecharse y converiirse en los nuevos capitalistas. Pero Anatoli Chubais, asesor económico de Yeltsin, asevera que la privatización según la nomenklatura es inadmisible. Yeltsin, y anteriormente Gorbachov, encontraron su principal base de apoyo entre los tecnócratas e intelectuales de los niveles inferiores de la burocracia que quieren vivir como los yuppies del Occidente. Sin embargo, no será tan fácil que éstos saquen ganancias de la contrarrevolución sus carreras se construyeron sobre la base de administrar (más bien, mal administrar) la economía centralmente planificada, y si ésta desaparece, sus empleos también.
Yeltsin y sus compinches saben que tienen que cohesionar un aparato estatal capitalista, con nuevos y leales cuerpos de represión antiobrera, si van a consolidar su campaña contrarrevolucionaria. Aunque el alto mando militar continúa guardando su distancia de Yeltsin y sus homólogos en las otras repúblicas, el uso de la milicia para reprimir a manifestantes antiyeltsinistas señala un punto crítico y peligroso en la contienda por decidir el futuro de la Unión Soviética. Nuestros camaradas de la Liga Comunista Internacional (Cuartainternacionalista) en Moscú respondieron con un volante (traducido a continuación. alertando contra esta sangrienta escalada del curso contrarrevolucionario de Yeltsin y llamando urgentemente por la formación de consejos de obreros y soldados (soviets) para repeler la marea de restauración capitalista y tomar el poder.
СИОНИЗМА БАНІЦА Еы! и TopБАЧЕВА ЭТО РАЗВАЛ СТРАНЫ, ЕЕ ГРАБЕЛ братоубийс ТБЕННАЯ ВОЙНА. Spartacist Patriotas estalinistas preconizan el veneno chauvinista del nacionalismo ruso. Portavoz del RKRP, Anpilov (derecha. hombro a hombro con reaccionario portando pancarta antisemita.