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28 SPARTACIST BO Magical Worants in Albarhella Hou Reagan and the Paste conspired TIME HOLYE ALLIANCE to assist Prand Solid monement and hasten the demise of Communism GEOT Jarecke Contact Bulletin (Australia)
La Santa Alianza anticomunista de la CIA de Reagan y el papa Wojtyla financió a Lech Walesa y Solidarność. Con su Solidaridad con Solidarność los seudotroiskistas actuaron como peones de la movilización contrarrevolucionaria imperialista.
La tergiversación total de los hechos por Altamira tiene una larga historia. Hace diez años, cuando el general Jaruzelski en Polonia decretó un estado de emergencia para prevenir un golpe de mano por Walesa, la Tendencia Cuartainternacionalista animada por PO justificó su apoyo a Solidarność (que a esas alturas ya contaba con cuantiosa ayuda de la CIA y actuaba en estrecha colaboración con Reagan y el papa) denunciando cl apoyo dado al golpe por los gobiernos imperialistas (Internacionalismo, enero abril de 1982. Se explicó este mítico apoyo imperialista por su alianza general con la burocracia contra la revolución obrera mundial y por el deseo de mantener la división de Europa operada con los acuerdes de Yalta. Es el viejo esquema estalinofóbico del lamhertismo de una Santa Alianza contrarrevolucionaria entre el imperialismo y el estalinismo. o en su variante morenista el Frente Contrarrevolucionario Mundial. Su propósito es obvio: al negar todo conflicto entre el Kremlin y la Casa Blanca, en efecto declaran caduca la defensa de la URSS.
Otro argumento falšo que utilizan los seudotrotskistas para excusar su traición es que fueron los golpistas quienes querían restaurar el capitalismo, estilo Pinochet. Esta parece ser moneda común entre varias corrientes argentinas. Según un cable del 20 de agosto de 1991 de Noticias Argentinas, Luis Zamora del MAS criticó la posición del PC como apoyo velado a los putschistas que pregonaban el modelo de Pinochet. EI PO repudió el golpe por sectores pinochetistas de las Fuerzas Armadas y por la burocracia. el PTS (Partido de Trabajadores por el Socialismo, morenista disidente) afirmó que el golpe es sólo un intento de imponer utilizando métodos que son mucho más violentos que los hasta aquí utilizados un programa por reestructurar el capitalismo. Según el PTS, en cuanto a sus metas finales, no hay diferencia entre este sector y el sector de Yeltsin. Otra vez, la lógica es evidente: si ambos bandos son restauracionistas, y un sector quiere eliminar las libertades ipresto! otra excusa para alinearse con el democrata Yeltsin.
Nosotros mismos dijimos que con su intentona todos los hombres del presidente Gorbachov apostaron todo a una acogida neutral del golpe por parte de los imperialistas.
Señalamos cómo el Comité Estatal de Emergencia prometió apoyar a la empresa privada y seguir con la política de las reformas hacia una economía de mercado. Mas si los golpistas querían perestroika sin glasnost. si no se propusieron defender la economía socializada y planificada, eso no es lo mismo que querer destruir el estado obrero ahora mismo. Entre los altos burócratas que tramaban e!
golpe algunos quizás soñaban todavía de un imposible socialismo en un solo país. otros querían retardar la marcha hacia el capitalismo, para poder luego vender las prendas de la industria sovietica al mejor postor y así juntarse a especuladores, parásitos de la mafia y una nueva capa de yuppies para convertirse en una nueva clase capitalista. Pero los que querían restaurar el capitalismo iya!
estaban en las barricadas de la contrarrevolución con Yeltsin y con los traidores seudotrotskistas, de hecho antitroskistas. entre ellos estaban muchos admiradores del verdugo chileno que saben que para disciplinar a los obreros se requerirá más que proclamas de la muerte del comunismo para imponer el capitalismo requerirán una mano dura y sangrienta.
En cambio, los espartaquistas de la LCI, asumimos nuestro deber de defender el legado de Octubre. En respuesta a diversos reformistas y centristas, escribimos. La banda de los ocho fue incapaz de barrer a Yeltsin con su patética caricatura de un putsch porque, como señalábamos, éste fue un golpe pro perestroika. Pero tanto el imperialismo como las fuerzas de la contrarrevolución interna se alinearon en el bando de Yeltsin. los golpistas no sólo les faltó decisión sino tampoco querían desencade.
nar las fuerzas que podrían haber derrotado a las fuerzas contrarrevolucionarias más extremistas, porque ello podría haber llevado a la guerra civil si los yeltsinistas hubieran resistido. en una lucha armada, confrontando restauracionistas declarados contra elementos recalcitrantes de la burocracia, la defensa de la economía colectivizada hubiera sido puesta en el orden del día independientemente de las intenciones de los estalinistas. Los trotskistas habrían formado un bloque militar con la sección termidoriana de la burocracia contra el ataque abierto por la contrarrevolución