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MAYO DE 1990 11 ST DDR VEREINIGUNG DEUTSCHLAND EING VATERLALU der kesden deutscher Sicate EINZIGE weg nelas nsara las su el Der Speigel Fuerzas siniestras, abanderados del Anschluss (anexión. cabezas rapadas (skinheads) queman literatura izquierdista en Leipzig; nacionalistas alemanes enarbolan bandera de Alemania patria unida.
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les artos ejó 20de ро iva go ica de vor sas la, les y reformas orientadas al mercado, muchos pusieron sus esperanzas en el Occidente y no el Oriente.
Una revolución a medias La revolución política en Alemania Oriental explotó con la fuerza de un volcán que se suponía inactivo. Erich Honecker había presidido sobre uno de los regímenes estalinistas más anquilosados del planeta. En agosto pasado, éste comenzó a quebrarse bajo el impacto de sucesos en Europa Oriental que revelaron que, a diferencia de la supresión de la rebelión de los obreros húngaros en 1956 o la Primavera de Praga en 1968, esta vez el Ejército Rojo soviético no sería utilizado para apoyar a regímenes locales por la fuerza.
Una severa dislocación económica fue producida por la emigración masiva, principalmente de gente educada y calificada, a través de Hungría a Alemania Occidental. El éxodo fue un proceso de selección propia. Millones se quedaron para luchar por un socialismo genuino, reflejado en banderas con consignas tales como. Por los ideales comunistas. Abajo los privilegios! Masivas manifestaciones populares, concentradas en Leipzig, crecían de una semana a otra y el de noviembre el gobierno de la RDA renunció en bloque. Las restricciones a viajes al Occidente fueron eliminadas con la apertura del Muro de Berlín (lo cual también redujo el éxodo. Una Mesa Redonda fue incorporada al gobierno como cuerpo de asesores, incluyendo no sólo al partido estalinista en proceso de rápida putrefacción sino también a la derechista Democracia Cristiana, socialdemócratas, grupos disidentes como el Nuevo Foro y la Izquierda Unida. La odiada Stasi (policía secreta) fue disuelta. La RDA estaba en medio de una revolución política total: las masas rechazaban la legitimidad de sus gobernantes y los burócratas ya no podían gobernar como antes. Los primeros meses de la revolución se distinguieron por una palpable euforia de las masas y un espíritu de investigación de nuevas ideas y alternativas, pero, y esto es crucial, con muy poca participación organizada por parte de la clase obrera.
Al mismo tiempo, la burguesía de Alemania Occidental empezó a movilizarse con todo su peso en todos los frentes políticos y económicos para desmantelar y absorber a la RDA. Fue una concertada campaña de desestabilización, similar a la manera en que los imperialistas estadounidenses estrangularon a Chile bajo Allende. Las elecciones para el Volkskammer (parlamento de la RDA) programadas para el de mayo fueron adelantadas al 18 de marzo. Joint ventures (empresas conjuntas) y el desmantelamiento financiero de industrias de propiedad estatal empezaron antes de que la población siquiera pudiera votar en este distorsionado plebiscito sobre la reunificación.
Nuestros camaradas del Partido Obrero Espartaquista de Alemania (Spartakist Arbeiterpartei Deutschlands SpAD)
lucharon como la única oposición clara y consecuente a una reunificación capitalista de Alemania. Nuestra lucha no fue electorera. Nuestros candidatos en Berlín, Halle, Leipzig y Rostock (que recibieron 396 votos en esos distritos, un 0, 07 por ciento) participaron en estas elecciones con un programa de lucha que hoy deben hacer suyo los obreros combativos por toda la RDA. La alternativa está claramente planteada: luchar por una Alemania de consejos obreros para reemplazar a las corruptas burocracias nacionalistas estalinistas, o ser devorados por los imperialistas que proponen un terrible empobrecimiento y explotación de los obreros de Alemania Oriental y más allá.
la Décadas de traición estalinista ¿Porqué estuvo tan inactiva la clase obrera durante los sucesos dramáticos de estos meses? Contrariamente a los argumentos de la prensa capitalista, el SED (el partido estalinista) no era la propiedad de una pequeña élite, sino un partido de masas abarcando a gran parte de la clase obrera. Los obreros se sintieron profundamente traicionados