SPARTACIST Novost KOMMYDIMUM Soldados rojos marchan por el comunismo en Moscú en 1917.
la escena el crac de la bolsa de valores un gigantesco voto de desconfianza de los capitalistas en el liderato imperialista. Después del Lunes Negro el Wall Street Journal citó un chiste de Wall Street: Nada de esto hubiese sucedido si Reagan fuera todavia presidente. El Reich de los Mil Años de Hitler fue acabado en doce; la Revolución de Reagan se acabó en seis.
Para observar el 70 aniversario de la Revolución de Octubre, se anunció que Gorbachov reseñaría toda la trayectoria subsiguiente de la Unión Soviética. El director del semanario Ogoniok, órgano por excelencia del glasnost en Moscú hoy día, había afirmado: El discurso de Gorbachov nos devolverá nuestro pasado, tanto el bueno como el malo, para que podamos crear nuestro futuro. En realidad el discurso, pronunciado el de noviembre, fue mucho más flojo de lo que la mayoría de la gente esperaba.
Su denuncia de las acusaciones y la represión políticas contra ciertas personalidades del partido y el Estado por parte de Stalin fue abstracta y sin sentido de la sangre derramada. El discurso no indicó que fuera ejecutada ni una sola de las víctimas incriminadas en los fraudulentos Procesos de Moscú. escandalosamente Gorbachov incluso elogió el liderato militar de Stalin en la Segunda Guerra Mundial.
Gorbachov encomió a Stalin y Bujarin por derrotar al trotskismo era necesario destronar al trotskismo ante el pueblo, poner al desnudo su esencia antisocialista. Al mismo tiempo, respaldó a Stalin contra la Oposición de Derecha bujarinista de fines de la década de los veinte.
Después de toda la especulación en la prensa occidental de que Gorbachov rehabilitaría oficialmente a Bujarin, Zinóviev y Kámenev (y, según algunos, incluso a Trotsky. el discurso denunció a Zinóviev y Kámenev por aliarse con Trotsky y no llegó a rehabilitar a Bujarin, quien fue fusilado como enemigo del pueblo en 1938 tras el fraudulento juicio montado por Stalin y enfocado sobre el bloque de derechistas y trotskistas.
Pero la reexaminación de la historia soviética que se inició bajo la consigna de glasnost se ha convertido ya en un campo de minas político que está desgarrando la red de lazos que une a la burocracia. La discusión entre los jefes del Kremlin era tan intensa, informó el New York Times (26 de octubre. que un acalorado pleno del Comité Central se dedicó al discurso de Gorbachov antes de ser pronunciado. Después de este pleno donde el líder del partido en Moscú, Boris Yeltsin, conocido como un fuerte adepto de Gorbachov, vocifero contra la lentitud de la reforma se informa en la prensa occidental que la amenaza de Yeltsin de renunciar a su puesto podría haber sido aceptada.
En febrero de 1987 Gorbachov declaró: No debería haber nombres olvidados ni lagunas en la historia o en la literatura. Para Gorbachov, superar los recelos de amplios sectores de la intelligentsia hacia los burócratas es clave para crear entusiasmo para la perestroika. muchos intelectuales les repele la monotonía de la vida cultural oficial, y la falsificación sistemática de la historia soviética que trata a Trotsky, Zinóviev, Bujarin y otros líderes bolcheviques como personas inexistentes avergüenza a los académicos soviéticos y hasta a los propagandistas que desean enfrentarse a sus contrapartes en Occidente sin el lastre de mentiras que nadie cree y encubrimientos que sólo ponen al desnudo a sus perpetradores.
El llamado de Gorbachov a eliminar las lagunas de hecho ha sancionado un intenso debate sobre el papel de Stalin y sobre la suerte de los Viejos Bolcheviques. La primavera pasada el órgano de la Unión de Escritores Soviéticos publicó la novela Los niños del Arbat de Anatoly Rybakov. Este retrato asolador de la caprichosa crueldad y el terror en el Moscú de Stalin durante la década de los treinta tuvo gran resonancia, ocasionando un diluvio