39 ABRIL DE 1988 We demand a for story 3xroase ANART XP WIKKERS ISTRIKE We Lజల జర 433 AH Ceylon Commercial Industrial Workers Union Sri Lanka: Obreras textiles en piquete de huelga contra Apparel Exports en Ratmalana en 1985.
imperialista ha alcanzado nuevas alturas conforme las gigantescas compañías norteamericanas han establecido fábricas exentas de impuestos, con alta tecnología y bajos salarios, desde Tijuana hasta Taiwan en tanto que las zonas industriales del Midwest de EE. UU. se convierten en una montaña de chatarra oxidada. Un porcentaje enorme de la industria manufacturera norteamericana ha abandonado el país. La General Motors (GM. por ejemplo, ha establecido por lo menos 23 maquilas en México para fabricar componentes y se dice que planea tener un total de 50 plantas para fines de 1990. La lucha de los obreros contra estas gigantescas empresas multinacionales pide a gritos la solidaridad internacional en la acción, y sin embargo los sindicatos norteamericanos vomitan su proteccionismo racista y chauvinista de la burocracia sindical procapitalista. Siguiéndoles los pasos va el reformista Partido Comunista, USA, que atiza la histeria con encabezados como Maquiladora: Un monstruo devorando empleos norteamericanos y alaba a los políticos del Partido Demócrata que acusan a la GM, Ford y Chrysler de ser antinorteamericanas por trasladarse a México.
Mientras estos reformistas patrioteros se envuelven en la bandera norteamericana. lo que se necesita urgentemente es una lucha común de los obreros mexicanos y norteamericanos contra el enemigo común! La Spartacist League lanza la demanda por plenos derechos ciudadanos para los trabajadores de origen extranjero. Los obreros con conciencia de clase en México deben igualmente defender a los refugiados guatemaltecos y de otras partes de Centroamérica. Deben llamar por el triunfo militar de los izquierdistas salvadoreños y a defender, completar y extender la Revolución Nicaragüense. Los grandes batallones obreros de México son la clave para la revolución obrera en la región. Como escribimos en México sobre el volcán (Spartacist No. 19, agosto de 1987. el poderoso proletariado industrial está cada vez más integrado a la economía del coloso imperialista norteamericano, particularmente por la presencia de varios millones de obreros de origen mexicano que trabajan en los EE. UU. Una dirección internacionalista puede movilizar esta fuerza en una lucha de clases que se extienda desde Centroamérica hacia el norte y allende el Río Bravo.
Las sindicalistas mexicanas han enarbolado la bandera del internacionalismo. El año pasado, el sindicato 19 de Septiembre desfiló en ocasión del Día Internacional de la Mujer Trabajadora observando en un volante cómo fue que este día festivo proletario se originó de la marcha multitudinaria de las costureras de la ciudad de Nueva York en 1908, seguida al año siguiente por una huelga que se extendió a toda la industria del vestido. Ese levantamiento de las 20. 000 de las muchachas huelguistas les metió un susto mayúsculo a los patrones. Luego ocurrió el terrible incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist en 1911, en el cual 146 jóvenes obreras murieron achicharradas cuando las llamas consumieron el taller de superexplotación donde quedaron atrapadas en el barrio Lower East Side de Nueva York.
Al igual que la tragedia del incendio de Triangle Shirtwaist, que estimuló el desarrollo de los sindicatos en la industria de la costura en EE. UU. el terremoto de 1985 puso al descubierto las condiciones abominables en que laboran las costureras mexicanas, dando origen al esfuerzo por sindicalizar a las trabajadoras de esta industria. en EE. UU. están tratando de volver a las condiciones de principio de siglo para las costureras mexicanas en los talleres de Los Angeles; las costureras hispanas y filipinas en San Francisco, y las dominicanas y chinas en Nueva York. Hoy más que nunca la clave es forjar un partido mundial de la revolución socialista. El volante de las costureras del 19 de Septiembre para el Día Internacional de la Mujer recordaba la contribución de la revolucionaria comunista internacionalista Clara Zetkin y saludaba el Día Internacional de la Mujer más importante de todos el de marzo de 1917, cuando las obreras de Petrogrado tomaron las calles en una huelga que señaló el inicio de la Revolución Rusa. La causa de la mujer trabajadora es la causa de todos los obreros y los oprimidos.