14La sociedad que tendremos que construir sobre las ruinas de ésta, no tiene nada que ver con la de los países llamados comunistas. ni con lo que nos proponen por las nacionalizaciones estatizaci nes, ni con la resultante de las pa vicipaciones y auto gestión de las cuales hemos hablado. Pues no son más, todas, que unas variantes de una misma realidad: esta realidad que se trata justamente de destruir. Con nombres diversos, modaližades algo, poco diferentes, bajo unas aparioncias ligeramente cambiantes, sienpre visten el mismo fondo, la misma nisoria, el mismo fastidio, la misma opresión. los burgueses que gritan: Criticais todo, os desasiado fácil, hay que sor realista Fuera de las soluciones que se refieren a las descritas más arriba, todos los partidos y sus sinilaatos clans al sucño, a za utopia. a los provocadoros. Es que las clases en el poder no liogan nunca a concebir realmente la posshilidad de su desaparición mal 18. 1!! ei homhio no izoga nizac? a més ginar perfectamente sui certo. Todo. 06 ticado a eliminar las bases de la sucicuaca que hano dö ellos 43 rivilegiacos, les paroce para invención y sueño, ITo obstante, O2 proloteriado ya ta osbozado aris de una vez. La sociedad que caificará sobre los cadáveres uestos burócratas. Eis a través de 2115 diferentes icuitativas para derribar el capitalis:o que la fiese obrera da leiinido los rasgos fundamcntales đo la leva sociedad. Como clase antagonista de la burguesía, el proletariado, cada vez que se ha opuesto violentamento al capitaliomo, ha realizado los primeros pasos constructivos de la sociedad socialista. Solamon te, la historia de estas experiencias, la nistoria revolucionaria dei proletariado, es simpleronto ignorada o desfiguram da por la burguesía, sus escuelas y sus pensadores. Asi, se ha intentado prosentar la Coruna de Paris como un ejemplo de patriotismo contra los alemanes; se ho querido hacer la Revolución rusa un movimiento nacionalista, de la Revolución hùngºra de 1956 un ru vimiento pro imperialista anericano etc. Pero no se puedo ni cambiar, ni eliminar la historia. comprometiendo de nuevo abiertamente su lucha histórica, el proletariado volverá a tomar sus últimas luchas en el punto donde las había dejado, para llevarlas a su resultado final,