14 riamente producida por el bajo grado del desarrollo de las fuer zas productivas. No se suprimo por docroto, ni por simple volun tad aún del proletariado. Como todas las alienaciones para el proletariado mientras que es una cláse oprimida no puede sino 11 mitar hasta ciertó punto sus efectos nocivos sobre él.
Para suprimir estas alionaciones, es necesario, primero. supri mir la sociedad actual que las engendra. La gran innovación de la forma alternada, si no es pura demagogia. Qué mas puede ser sino baratijas y palabrerías. Basta echar una mirada sobre pro letario para ver en la práctica como funciona la forma alternada de la redacción, Desde el mes de mayo no salimos de los Deme trios de Luis Rodríguez e Isidoro. Para qué entonces tanto gri to y tanto ruido. 4) La demagógia obrerista.
El obrerismo es una vioja tara que los revolucionarins han tenido siempre que combatir enérgicamente dentro del mo vimiento obroro. Consiste esta tara en una vulgar adulación de los lados más débiles de la clase obrera. La burguesía se empeña con todas sus fuerzas en mantener a los obreros en un estado de ignorancia y falta de cultura: La burguosia sabe. In que hace la clase obrora le es indispensablo adquirir el máximo de co nocimiento para poder organizarse y llevar con esto la lucha por su emancipación. aquí vienen unos semi intelectuales que dicen a los obreros: No necesitan ningún conocimientos, así como están está bien; al diabln las torías y los teóricos, no pierdan su tiempo en pen sar, on profundizar. En vez de participar en elevar la conscien cia, profieren idealizar su ignorancia, y siembran una desconfianza para todo lo que es pensar.
Hacen de la falta de cultura do Ins obreros lina virtud. Sən fioles propagadores del decreto de Dios: Comerás de la fruta de todos los árboles, pero del árbol del saber no comerás.
Es una estupidóz cuando Proletario en voz de someter la cionçia y la educación burguesa a una critica vigorosa, le parece más revolucionario, el rechazar pura y simplemente, en blo. quo, toda la cducación, Podemos afirmar escribo Proletario.
que los abriros no tenemos como objetivo de nuestra luola el ser educados por los burgueses, el recibir la educación 1:1e1guesa (Ver Nº 12 Educación y trabajo. Qué es sino poner una infantil ignorancia (revolucionaria) a la educación burguesa. esta apología de la ignorancia los revolucionarios oponen on tra actitud fronte a la ciencia, como lo escribe justamente Otto Rhule, viejo compañero de Rosa y de Liebknecht: Lo quo sabemos, lo sabemos por una producción capitalista de conncirriento. Pero como no hay otra (en la sociedad capitalista) el nodo proletario de abordar todo lo que esproducido por la ciencia y la seudociencia burguesa del conocimiento debe ser siempre critica. Será tan falso que será impis:! de rechazar en bloque todo lo que es producido por la cienci: burguesa. Sin embargo hay que abordarlo con escopticismo. Los biógrafos de Marx, cons enseña ng con. cual vijoria, protestaba este último en contra de una actitud similar por parte de Vietling. La ignorancia gritaba Marx nunca ha servido a nadio y menos aún al proletariado.
En 1852 Marx denunció en la Liga Comunista a las que se entregạban a vulgar demagógia adulando a los obroros para ganarlos más facilmente, en vez de ayudarlos a tomar conciencia de las roalidades. En el Manifiesto señala como muy importante el he.