Todo esto basta para explicar al pesimismo relativo a las previsiones económicas para 1968. Los riesgos de una fase peligrosa, han llevado al gobierno a tomar de nuevo una serie de me didas destinadas a limitar las presiones inflacionóstas. Entre ellas: la elevación de la taza de descuento de 5, al 5, la 11mitación de los créditos y el abandono de una parte del programa de trabajos públicos puesta a la espera para mas tarde.
Pero estas medidas significan una restricción en la producción que no augura nada de buenos la llave de este problema reside eviden temente, en la expansión de las exporataciones: La agencia japonesa de planificación económica estira necesario un aumento mas fuerte en las exportaciones de un 14 en vez de un nueve. y mucho menos considerable en las importaciones. Este es un programa realmente genial: importar menos y exportar mas? Por desgracia, es el mismo programa que se proponen TODOS los países, y en primer lugar, los países desarrollados.
Todas las soluciones se quedan abiertas a la producción ca pitalista, menos precisamente la solución que consiste en encontrar países que importan y pagan, sin necesidad de expor tar.
En un pr oximo número de Internaciona lismo continuaremos este panorama de le situaci on internacional, dedicado mes pastir larmente a la situaci on económica de los pa lgos subdesarrollados. Poro ye, por lo que acabamos de ver se puede concluir, quo el mundo capi lista vieno do enbrar definitivamente en la crisis.
No se trata de una recesión pasajera, ni de una crisis coyuntural, sino de una crisis dol régimen ue irá profundizandose, hasta sa cidir las bases de la noong mía mundial.
Inevitablemento, esta crisis con toda la másoria que ve a traor a las MA 8A8 rabajadoras, ol di isompleo y el acrecontamiento de las masacros en el mundo en voro, despertará la rosistencia y la combatividad de la clase obrera. Ya se her oon sentir los indicios de este dospertar. La lucha contra el capitalismo se es ta desarrollando. Con esta ezperanza y con la convicción de quo será la lucha final, saludemos la crisis que ompieza a sacudir al capitalismo para llevarlo a la bancarrota.
Juan Blasco