CommunismLeninRosa LuxemburgRussian RevolutionSocialismWorking Class

A res. 25entre los dos grupos y esta diferencia residirte en su composición social. Dejemos de lado la composición del porcentaje de obreros en ccdo grupo. Una tcl cuenta, sec cual sea su: resultado, no prueba absolutamente noda en este caso preciso. Pero el interés del cr.
gumento sobrepasa de lejos el marco del caso prectso, puesto que se trata de Ic conccpcto mismo que se ttene de la organización de lc clcse obrerc, de und organización polttica militante, y de la re lación existente entre las dos. Ello nos obliga a etaminar desde més cerca este problema de importancic fundamental con el fin de preciser y explicar nuestras propias idees cl respecto.
Es:conocidc Ic posición de Lenin a principios de siglo SO bre la incapacidad en quc sc encuentra la clase oBrera para sobre pasar por ello mismo su ntvel de conciencia trade untonista, es de cir el nivel de una lucha estrictamento económica, que al situarse en el interior del sistema, es perfectamente compat tible con cl ccpitalismo. Para Lenin, la conctencia sociclistc, la conciencia de la necesidad de una transformación revolucionaria para el estcolc cimiento de unc sociedad comunista, es cl producto del desarrollo.
general de la historia humana comprendida y asimilada por pensadoe intelectuales, transfugas de otros clases soctalcs, que ttcmm nen como tarea lc de inyectoria a la clase obrera. st pore Lentn, la conciencia socialtste surge y es elaborada fuera de la clase obrera y río se convierte en su conciencic declase después que esta le ha sido dado del extertor. Nuestro grupo, sigutendo la huella de la crítica de Rosa Luxemburgo, no combatido siempre esta concepción. Para nosotros le conciencia de clase delo proletcriado no es més que la toma de conciencic de su propia is tencia, aquél en el cudl la existencio se vuelve consciente. Es evidente que esto no se refiere ci nivel individuc. sino cl planode las entidc. des socicles que son las clases de lo misma manera que Hors decía que lo que importe no es 109 piense cada obrero indt viducimente sino lo que la cīcse obrera estcrd obligada a penser y hacer, por las condiciones mismos de su existencia.
Por estos razones es cbsolutamente falso referirse al hecho que a menudo non sido trénsfuges de lc burguesta quienes han ocupa do los primeros puestos entre los teóricos del Socialismo, pcra concluir or fin, que la conciencia socialista proviene de ellos y no de la existencta real histórica de la clase proletaria, de la cuci no es más que un reflejo, o mes precisamente una manifestación.
Por muy importante que sec el pepel jugado por estos pensedores intelectuales, ellos no hacen més que ezpresar un proceso de tomo de conciencia que se descrrolla en el seno de la clase cla cuei se adhieren y csimilen. El principal error de este concepcion reside profundamente en la separación que se establece entre el SCR y el PENSAR, entre la existencic de la close y su conciencia existente. sepcradamente fuerc de ellc. Llevada de la teoria a lapráctica social concrete, estd concepcion hubo de tener consecuencics grcves, en particular en lo que conctorne la concepción bolchevtoue del Partido y de sus relaciones con la close, y cuya cpit ccción práctico contribuyó clc degenercctón de lo Revolución Rusa.
El bordigh smo es una concepción que ha elevado esta teorta su nivel extremo, es decir la ho exagercdo hastc el cbsurdo, el enriquecimiento aportado aportcdo por ella a la concepción de Lenin, consiste esencialmente en estos dos puntos:1) Le conciencie socialiste de clcse es absolute y termincda. desde su aport ción. 2) Este conciencia reside integramente en el Partido que es su pseedor exclustvo.
Ast parc cllos, el Partido cesc de ser el recgrupamiento de los militantes més conscientes, czpresión de un proceso en perma nente descrrollo a través de la experiencic de la lucha, en el tntortor del proletartodo, para convertirse en la sede de la conct