22ORGANIZACION UNITARIA DE CLASE ORGANIZACIONES POLITICAS DE CLASE, EU Dejemos. un lado los reproches por haber enviado nuestra carta por los medios superconvencionales. Se creería que la ez vtamos por medio de abogados o por carta certificada.
Hasta hoy no conocemos medio mes simple para dar a conocer algo que escribirlo na y had egar as mteresado directamente a sus mano Que tiene es de convencional. Porcierto que Prol Inter. utiliz6 10. 7i smos medios para hacernos llegar su respuesta. Dejemos tambien de lado el reproche por haberi utilizado un lenguaje Pomposo. Nuestra supuesta pomposidad consiste, parece ser, en felicitar a los camaradas por haber comprendido la necesi dad de una actividad militante y organizada, abandonando así la posición NEGATIVA que anteriormente mantentan.
Cuando ademds se ha comprendido que esta actividad organizada debe tener como base principios fundamentales como siempre lo hemos proclamado no podemos más que felicitarnos de ello. Que hay de pomposo en ello. Pero sin querer perdernos en historias, estamos ob do a alguno hechos para comprender mds fácilmente nuestra actitud y este intercambio decartas. Existia anteriormente un circulo de estudios revolucionarios en el cual participaba Internacionalismo. Al cabo de larmgos meses de función, el círculo fue llevado o discutir la imposi bilidad para revolucionarios de mantenerse simplemente en un plano de estudios. La mayoría se adherid a la posición de Internacionalismo que mantenta, la necesidad y la posibilidad de organi: zar un grupo de militancia sobre la base de principios politicos.
Una minoría, por cierto muy heterogénea, se opuso a esta po sicion por considerar que tal organtzación serta prematura, obtem porque su programa polttico serta un programa incompleto, bien porque sus bases politicos serían demasiado precisas y por lo tanto demasiado oba que solo conceð fata un grupo organtzado sobre lase de una a ividad sindical.
No podemos más que deplorar esas posiciones de la mlinortapero comprendemos que mientras se mantengan esas posiciones los camaradas de la menorļa prefiereñ quedarse aislados. Pero he aqut pocos meses más tarde bajo la iniciativa de estos mismos camarawdas aparece el grupo Proletario Internacional reclamandose ade mos los mismos principios que nosotros.
Ya no comprendemos nada, pero absolutamente nada. primera vista parecerta como si las divergencias anteriorcs hubieran sido sobrepasadas por la práctica misma. Pués no, en absoluto.
Después de haber negado ayer la posibilidad de la existencta de un grupo político, helos aqut empeñados en la existencia de DOS GRUPOS. Que entienda quten puede. Al no poder justificar la existencia separada de dos gru pos basandose en divergencias de principios, la respuesta de PI a nuestra certa busca razones que dunque no lo sean, revelan un espíritu que no deja de ser inquietante. Tomemos por ejemplo el reproche que se nos hace porque no haríamos más que repetir ute jas frases del pasado con un tono serio. ES osible que ast sea.
Constatemos sin embargo que PI no lace mds que repetir detrás de nosotros esas mismas: posiciones. En efecto, no pocas veces fué necesario repetir para que los camaradas, que tomaron la ini as,