13 las orga Al empezar el siglo presente, se puede decir que un puñado de naciones in dustriales se han repartido al mundo entre ellas. Este ha sido dividido en imperios que dominarr naciones donde el Capitalismo ha tomado ya sus formas más adelantadas: concentración de empresas capiatalistas en trusts y carteles, desarrollo del capital financiero, etc. Err otras palabras, el capitalismo alcanza su fase suprema, el Imperialismo.
El capitalismo de los primeraos años de este si glo es pués, un capiatalismo floresciente. La burguesía de las grandes nac ones indus triales dispone de beneficios, inmensos. Es la época en que surgen los casinos, los hipódromos, los cabaretes y otras instituciones para distraer las clases pudientes europeas que no saben que hecer con su dinero.
Hasta la clase obrera de estos paises conoce una elevación sensible de su nivel de vida una aristocracia obrera aburguesada se forma; nizaciones tradicionales del proletariado empiezan a ver en el Capitalismo un sistema indestructible y eterno, y que, al fin y al cabo, no es tan malo con los obreros. Asi se empiezan a ver grandes figuras del Mar xismo como Karl Kautsky del gran Partido Social Demócrata Alemán, orlekhanov de la Social Democracia Rusa, considerar las virtudes del sistema capitalista y las grandes posibilidades para que el capitalismo lleve por sí solo la humanidad hacia el Socialismo, demostrando por ello la comunidad de intereses existentes entre los proletarios y sus respectivas burguesías nacionales.
Fero es justamente en esta época que empiezan a surgir las pri meras nubes grises en el horizonte rozado del capitalismo de la Belle époque. El mercado mundial empieza a saturarse y el problema de los mercados se agudiza. Cada nacion imperialista se ve en la necesidad de defender cada vez más a su imperio contra las aspiraciones de las otras naciones. En particular, las mayores de ellas Inglaterra, Francia, Rusia. que disponen de todos los mercados mundiales, empiezan a protegerse de las aspiraciones cada vez mas belicosas de Alemania y Austria que se desarrollan económicamente y que pretende al igual que ellas disponer de una parte del mundo. Pronto aparecen las frases para definir al enemigos los alemanes y austriacos hablan de los imperialistas franco británicos que se creen los ducños del mundo y que hay que destruir en bien de la humanidad, porque impiden todo desarrollo de las otras naciones: los franceses y los inglesos hablan de la dictaduras militares y reaccionarias de la Europa Central que quieren apoderarse del mundo por la fuerza. La carrera del armamiento se desarrolla en toda Duropa y la imposibilidad en que se encuentran las burguesías de las dichas naciones de resolver sus antagonismos por vías pacíficas anuncian la inevitabilidad de una guerra mundial.
La organización Internacional del proletariado de entonces la Segunda Internacional, no corrumpida aún, adopta dos resoluciones en los congresos de Stuttgart en 1907 y en Basilea en 1912, proclamando el carácter imperialista de la guerra que podría estallar y la necesidad de tratar de aprovechar la crisis económica y política originada por la guerra, para agitar a las masas populares y accelcrar la caida de la dominación clasista, capitalista. Pero a partir de entonces la Segunda Internacional se empieza a dividir francamento. Por un lado, la gran