11 que pretendian oponerla al romantismo revolucionario de la gran marxista. Recordemos tambien la lucha encamizada de Lenin en Que Hacer y la Iskra encontra del obrerismo economista.
La elevación de la condición social a criterio no es en reali dad mas que el robajamiento de los criterios politicos. Si bion o. bor diguismo es la nogación de la clase. y. u. disolución en el partido, el obrorismo es la nogación de la organización militante revolucionaria y su disolución en la masa obrera. Esta concepción ni siquiera tieno ol mérito de ser originals fué siompre ampliamente conocida y combatida por la izquierda rovolucionaria y en particular por Lenin quien le daba el nombre de seguidismo. El seguidismo es la política de seguir, de ir a rastras de los obreros, complacerse do ir a la cola dol movimiento sin desdeñar on ningún momento dar alguna directiva, tomar la dirección del movimiento. Totalmente contraria debe ser la política de una organización militanto revolucionaria. Su participación, no tiene nada de sogui dismo; Ella toma puesto, naturalmonte, entre las primeras filas de la lucha para ser los combatientes más decididos y consagrados de la clase.
Pero sobretodo, lo que constituye su diferenciación y su razón de ser, es lo que Marx formulaba en el Manifiesto Comunista con estos términos. Los comunistas solo se distinguer de los demás partidos proletarios en que, por una parte, en las diferentos luchas nacionales de los proletarios, destacan y hacon valor los intorosos comincs a todo el proletaria do, independientomente de la nacionalidad: y por otra parto, on que, en las diferentes fases de desarrollo porque pasa la lucha entre el proletariado y la burgu sía, representan sicmpre los intereses del movimiento en su conjunto. Prácticamente los comunistas son pués, el sector mas resuolto de los partidos obreros de todos los paisos, ol sector que siompre impulsa adolante a los demás, tooricamente tienen sobre el rosto dol pro Ictariado la ventaja de su clara, vision de las condicio nes de la marcha y de los rosu ltados generales del movimiento proletario.
Somos par darios resueltos del reagrupamiento posible y deseable, de los dos grupos. Lo hemos escrito ayer, y lo seguimos per sando hoy. Somos partidarios de este reagrupamiento aunque hayan divergencias sobre ciertos puntos, es decir, en el estado actual de las diver gencias, Pero esto solo es posible tras una perfecta y clara definición de las divergencias existentes. Más vale aún estar separados con claridad, que unidos en la confusion.
Las cuestiones planteadas aquí sobrepasan el cuadro de PI y la cuestión de un roagrupamiento. Si bien no es la primera vez que son planteadas en el movimiento obrero, ellas siguen al orden del día y su importancia no hace sino aumentar a la luz de la experiencia de la degeneración de la Tercera Internacional.
Lejos de concluir que ya hemos dicho lo que dobiamos decir pensamos que la discusión no ha hecho sino comenzar. Contamos continyarla tratando de aportar nuestra contribución a su clarificación y solución, tanto en el plano nacional como internacional.
INTERNACIONALISMO