ABRIL DE 1988 33 Dirigente sindical salvadoreño a salvo Solidaridad obrera libera a Humberto Centeno El jueves, 10 de marzo, Humberto Centeno, dirigente de la Unidad Nacional de Trabajadores Salvadoreños (UNTS) y secretario general de la Asociación Nacional de Trabajadores de Telecomunicaciones (ASTTEL. fue salvajemente golpeado y secuestrado por tropas gubernamentales en San Salvador. Este ataque contra un líder destacado de la principal federación sindical en El Salvador se produce cuando el gobierno de José Napoleon Duarte lanza una ola de represión contra el movimiento sindical. En respuesta al atentado contra Centeno se iniciaron protestas combativas en El Salvador y una campaña internacional para exigir su liberación.
Al enterarse de la captura de Centeno, el Partisan Defense Committee, una organización de defensa clasista y no sectaria de acuerdo con el programa político de la Spartacist League, participó en una campaña de emergencia de protesta internacional. El Comité emitió una declaración exigiendo su liberación inmediata, afirmando. Las luchas sociales, profundamente justas, de los trabajadores telefónicos y demás sindicatos y gremios son la fuente del progreso social para El Salvador. El atropello contra el dirigente obrero Humberto Centeno vislumbra el panorama lunar de barrancas llenas de víctimas de los escuadrones de la muerte. En ese país donde asesinatos han engendrado más asesinatos, en vez de matar a estos líderes, como han sido matados anteriormente centenares de dirigentes obreros salvadoreños, así como el arzobispo Romero, se debería escuchar la voz de los oprimidos y explotados.
Una delegación del Comité fue al consulado salvadoreño en Nueva York con la declaración, la cual también fue entregada al consulado en San Francisco y la embajada salvadoreña en Washington, y telegrafiada al presidente Duarte y la embajada estadounidense en San Salvador. lo largo de los EE. UU. se llevaron a cabo acciones de protesta, incluyendo manifestaciones organizadas por el Committee in Solidarity with the People of El Salvador (CISPES) y otros grupos. El Partisan Defense Committee, así como el Comité de Apoyo a ASTTEL, se comunicó con decenas de dirigentes sindicales por todo el país, alertando también a sindicatos, parlamentarios y organizaciones de derechos humanos en Europa y Australia.
El 12 de marzo, desde San Salvador nos informaron que el compañero Centeno había sido liberado por la notoria Policía de Hacienda y entregado a la UNTS, y estaba en condición delicada bajo la protección de sus compañeros sindicalistas. Al recibir la noticia fue emitido un comunicado de prensa que en parte afirmó. El Partisan Defense Committee responsabiliza de esta atrocidad al gobierno salvadoreño de José Napoleón Duarte y sus padrinos, el gobierno estadounidense.
Saludamos la liberación de Centeno como un triunfo notable para la defensa obrera internacional, llamando a la vez por vigilancia constante contra los escuadrones de la muerte con o sin uniforme. Este es un triunfo tremendo en un país donde miles de sindicalistas han sido ametrallados y desaparecidos por las fuerzas del orden. Pero la bestial represión antisindical sigue. En los últimos tres meses, tres telefonistas de la ASTTEL han sido asesinados, así como maestros, enfermeras y otros militantes sindicales. La UNTS, que movilizó una protesta de 000 trabajadores el viernes para exigir la libertad para Humberto Centeno, está haciendo campaña en contra de las elecciones a punto de fusil llamadas por los Estados Unidos como parte de su guerra contrainsurgente contra los obreros salvadoreños. Bajo los fusiles de este régimen de terror apoyado por los EE. UU. decenas de miles de trabajadores valientemente se han puesto en pie de lucha contra el sangriento régimen duartista de austeridad del FMI y la democracia de los escuadrones de la muerte. Les juramos nuestra combativa solidaridad y apoyo.
Charles Kernaghan Humberto Centeno, con su esposa e hija, visita a sus dos hijos, Jaime y José, en la prisión de Mariona en 1987.