. 10 Si es un hecho que el delirio nacionalista del PCV y el MIR nunca ha llevado a las masas breras de Venezuela a la triste aventura de la lucha guerrillera, sin erbargo, han logrado, esto si, frenar y sacar sus luchas de su torrono do clase, de la defensa de Sus intereses económicas y polític s, y sus reivindicaciones inmediatas, para satisfacción, claro estå, del patronato y del Estado. Por esta misma razón cuando los obreros llegan a liberarse del hu. patrint:r? del Stalinismo y del falso revolucionarismo del Castrisro, sus primeras reacciones son las de volverse hacia las preocupacionos económicas inmediatas del salario y de las condiciones de bajo. Estas reacciones, al consti al mismo tiempo un gran pas? adelante, se quedan nonostante, en un terreno bastante licitado, y no excento de nuevas y no menos peligrosas ilusiones. Alerta es la expresión típica de este doble aspecto, como voremos al exarinar más de corca su contenido. Al saludar la aparición da esta publicación, Internacionalismo faltaría a su deber revolucionario al no someter a una crítica fraterna pero severa las posiciones y soluciones preconizadas por Alerta. El sindicato es el órgan específica de la clase obrera para sus luchas económicas. Con estas palabras en mayúsculas comienza la primera página del primer número de Alerta. Es la base de su prngrama. Pero de donde saca Alerta esta afirmación. Del hecho de que eso era así hace más de 50 años, antes de la primera guerra mundial! Es un argumento muy superficial el referirse al pasado, lo que era para explicar lo que es.
Basta echar una mirada sin la impotente nostalgia de lo que hera para constatar de inmediato que en todas las partes del mundo, en todos los países, el movimiento sindical, precisamente ha deiado de ser el organ de lucha de la clase obrera, para ser el órgano específice de la colaboración de clases de la integración del proletariado al Estado capitalista Alerta mira hacia atrás y no ve la realidad presente. NO ve que hoy en día no oxiste un sindicato en todo el mundo donde los obreros aprendemos a unirnos, aprendemos a luchar, aprendemos a. rg conocer a nuestros enemigos y a enfrentarnos a ellos (Alerta No 1)
Es todo lo contrario, en el sindicato actual es donde los obreros olvidan aquello que han aprendido, olvidan como reunirse, olvidan como discutir, olvidan como luchar. Vestigios del viejo sindicalis mo pueden subsistir aqui o allá, pero eso no debe engañarnos y hacornns olvidar que se ha convertido en una institución buracrática, de control sobre los obreros, una institución que según el país y las circunstancias particulares, puede encontrar variaciones, pe ro que sigue una evolución irreversible: do integración al Estado Capitalista.
Los sindicatos de hoy en día, estan constituidos y encerrados una estructura jurídica, un codigo jurídic? con procedimiento legal, tan complicado con sus contratos colectivos, con sus comisio nes paritarias, las comisiones de arbitraje bajo la vigilancia del ministro del trabaj. con, su preaviso, sus clausulas dudosas, sus componendas y charlatanerías, que hace absolutamente necesaria la formación de una casta especializada, de todo un aparata de funcionarios, abogados y otros burócratas. Por la misma razon las asambleas sindicales dejan de ser las reuniones de los obreros donde dis cuten sus reivindicaciones y se preparan a la lucha para obtenerlas, para convertirse en asambleas puramente informativas en las cuales burócratas especialistas vienen a explicar a los obreros sus.
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