ría y 7 No creemos que el recuerdo de la unidad necesaria entre teo ría y práctica pueda ser dirigido a nosotros. Aunque en el texto tan solo se habla de su UNIDAD, antes que todo habría que saber de que teo de que practica se trata. En todo caso, no fuimos nosotros quienes preconizamos un circulo de estudios en substitución de un grupo de acción política, es decir del estudio en sí, separado de la acción.
Enfin, sea lo que sea, nunca está de más recordar esta necesidad evidente, con la condición que este recuerdo tenga otro fin que únicamente el de servir de pretexto para establecer una confusión con el fin de disfrazar los verdaderos problemas, y en el caso presente, para evitar dar una respuesta o justificación a la existencia de dos grupos identicos.
También se nos reprocha asimilar artificialmente al grupo PI con los camaradas que se separaron de nosotros hace ya. algún tiempo y de confundir falsamente al nuevo grupo, con las posiciones y la actitud tomada por los camaradas entonces. Francamente, seria bueno que dejaran de seguir echándoselas de inocentes, porque ésto roza ya la hipocresía. Es un hecho contundente que estos camaradas Han sido, y siguen siendo, la base de la existencia de tal grupo. Todo el empeño que ponen en establecer una distinción responde a la voluntad de eludir una explicación seria de como se paso de la actitud de ayer a la de hoy.
Si insistimos tanto en esta actitud de ayer, no es en absolu to por un maligno placer sádico de fastidiar a los camaradas. Ellos, como tales, están fuera de cuestión, puesto que han cambiado de actiCud. Pero el hecho que hayan abandonado su actitud errónea no basta para que el error desaparezca. No solo otros pueden cometer el mismo rror de nuevo, sino también, por no haber sobrepasado el error concien cemente, el error subsiste y puede reaparecer mañana con nuevas manifestaciones. Por ello no basta con abandonarlo, es indispensable dejar en claro cuáles fueron las raices mismas del error.
Siempre hemos combatido la estupida teoria bordiguista de la continuidad orgánica según la cuál existe una imposibilidad absoluta y en toda circunstancia de formación de grupos revolucionarios si estos no provienen, directamonte, como parte orgánica, de la antigua organización de clase. Esta teoria sin fundamento teórico alguno, tiene como único. fin, el de servir de cimiento a su megalomania que consiste en considerarse como el único grupo revolucionario existente en el mun do puesto que provienen directamente como fracción del antiguo partido Comunista de Italia. Pero tan falsa como esta, es la teoria que con siste en querer negar toda relación entre las posiciones tomadas hoy y las que fueron defendidas ayer por los mismos elementos, como lo hace PI. pesar de que las conclusiones a que se llega son diametral mente opuestas, el método de razonamiento es el mismo, desde el prircipio: os ese método de razonar en términos de absoluto, otodo o nada.
Como no ver un vínculo Intimo entre la posición que mantenian ayer estos camaradas cuando pretendían que por falta de continuidad orgánica era imposible e inútil constituir un verdadero grupo político, y la ne