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24 para el proletariado, dado el carácter burgués de dichos partidos La descomposición y división que hoy ocurre dentro del PCV y MIR es una prueba de qi eya no pueden continuar su farsa, de falsos comunistas, haciendo del marxismo una caricatura médiocremen te radical, al pretender aportar soluciones a los problemas de la clase, permaneciendo siempre en el plano capitalista, exi giendo el cumplimiento de la Constitución Nacionai y had endo pasar ésto como un fin revolucionario, sin comprender que lo que el proletariado necesita no es el cumplimiento de la Constitución u otra que ofrezca más garantías, o una qu el otra reforma en el plano jurídico (respeto de la libertades democráticas, etc. o una mejor y másgenuina representación en el parlamento burgués sino por el contrario, la destrucción de todos estos organismos, usados desde hace mucho tiempo, como órganos de la opresión, de la explotación y del engaño del proletariado por la burguesia, acabar, las verdaderas representaciones en el parlamento por la instauración de la DICTADURA DEL PRO LE ARIADO, No la conquista del estado burgués, para instaurar una democracia burguesa, por cuanto se queda en el plano económico burgués, sino la destrucción de la máquina del estado capitalista. El proletariado no es. la salvación de la patria burguesa antes que todo es quien tiene la misión de sepultarla.
El proletariado no reivindica los gastados puntos de vista nacionalistas, que hacen ver el problema de la construcción del socialismo cómo un fenómeno de capricho, en el cual cada país puede construir su socialismo en los estrechos marcos de sus fronteras nacionales con esto eliminan la posición clásica del marxismo conocida por todos de que el avance y desarrollo de la revolución dependen de las condiciones de desarrollo del capitalismo en un plano internacional y que es esta situación internacional la que determinará en última instancia la suerte de la revolución en un país aisladamente y no al contrario. Aún cuando el hecho del triunfo de la revolución en un país llega a convertirse en un estímulo de considerable influencia para la suerte de la revolución mundial, sin embargo, no por ello llega a desplazar el carácter sociaí y mundial del movimiento revolucionario. Cuba, China, Rusia y tantos otros países que pretenden presentarse como modelos de la edificación socialista de un socialismo nacional son los más peligrosos destructores de la uni. dad internacional del proletariado y de la inicidad de su fin: la revolución socialista mundial. Bajo el engañoso término de socialismo nacional o nacional socialismo, lo que estos países edifican en realidad es el capitalismo de estado, última forma de estructuración del capitalismo en su época de declinación, La descomposición de los partidos tradicionales de la extrema izquierda abre todo un vasto campo de acción para los militantes revolucionarios. Esta ac va encaminada en dos sentiino fundamentalmente. Uno es levantar los principios de la lucha proletaria, como punto firme frente a los cientos de individuos que hoy se encuentran desorientados y desmoralizados ante la caí.
da de los ídolos en los cuales creyeron; esta fase del trabajo re volucionario tiene ciertos peligros, que siempre debemos tener pre sentes, para la organización revolucionari; como es el hecho de que la mayoría de los militantes de los partidos stalinistas tienen deformaciones teóricas que los mantienen en la más terrible