PRECAREMOM 5300000 LAMPESINOS SIN TIERRA.
Helicóptero de la Guardia Somocista colaborando con los personeros del ITCO.
La represión desatada contra los campesinos de la zona de las fincas de La Vaca. La Vaqui.
ta. Conte. y otras, en la región sureste del país, en noviembre pasado, es una muestra de la naluraleza esencialmente agresiva, antipopular y antipatria de quie.
nes hoy ejercen su dominio en nuestro país.
Ante la indignación de los campesinos de esa zona, que hace mucho esperaban les resolvieran sus graves problemas de carencia de tierras, y que ahora con resolución heroica, se disponían a hacer justicia por su propia mano, el gobierno de Figueres opone en primera instancia, una represión y matonismo feroces a través de las bien armadas Guardia Civil y Guardia Rural. Posteriormente a esa brutal medida de presión, el.
gobierno vuelve a su normal cauce reformista, acude a las reformas y resuelve el problema.
Lo ocurrido en la zona de La Vaca y La Vaquita. es una manifestación más del fenó meno del precarismo, fenómeno que es fruto no de la agitación de unos pocos comunistas revolto sos, sino de las condiciones reales de injusticia que existen en el campo costarricense. El ejemplo de La Vaca. en cuanto es miseria y represión, se repite trági.
camente a lo largo y ancho del país, en nombres como El Jo.
bo en Guanacaste, Pocosolito de. San Carlos, Sarapiquí, Limón, Sabalito y tantos otros lugares.
El precarismo Be dijo antes, es fruto de las condiciones de injusticia exisscr:lef en el cam po; esto se puede ver más concretamente a través de datos.
Costa Rica tiene la mayoría de sus habitantes (un 60. en zonas rurales. De los habitantes de zonas rurales un 42 no posce tierras; algunos de ellos dependen para su sustento, del trabajo en las grandes plantaciones agrícolas, otros, la gran mayoría, sólo tienen trabajo por épocas, durante la cosecha de productos como la caña, el café, el arroz.
Esta grave situación de inestabili.
dad, hace que estos costarricenses busquen un asidero más seguro del cual depender para poder subsistir. Un buen número de ellos emigran a la ciudad, donde les esperan peores miserias; el sector mayoritario permanece en el cam.
po ejerciendo una alta presión so bre la tierra, en la que ven ese asidero más seguro que les permi.
ta subsistir medianamente.
Cuando estos campesinos se posesionan, para cultivarlas, de tierras acaparadas por grandes te rratenientes, entonces se convier.
ten en precaristas. En estas condiciones están hoy 100. 000 compatriotas nuestros, del total de cerca de 300, 000 campesinos sin tie tierra de la que dicen ser dueños, otros explotan sus feudos con bajísimos niveles de aprovechamien.
to, sólo hay unos muy pocosque sí cultivan la tierra intensivamente, hasta agotarla, igualmente explotan mucha mano de obra, pero resulta que la riqueza que se genera de esa explotación de la tierra y del hombre, va a pa.
rar casi en su totalidad, a los bancos de unos pocos magnates norteamericanos. Estos últimos larra que hay en Costa Rica.
Los grandes latifundios, en manos de unos pocos acaparado res, son otro elemento, parte de las condiciones de nuestro campo.
Muchos de estos grandes acaparadores nunca han conocido la atenientes paradas pocultivarlas, de estánaristas. se convite tifundist as los más grandes de Costa Rica es evidente, son las compañías imperialistas norteamericanas productoras de banano.
La penetración imperialista del agro y buelo costarricense ha aumentado mucho en los últimos años: si antes 8C manifestaba a través de las grandes fincas bana.
neras y de palma africana en manos de la United Fruit Co. y la Standard Fruit Co. hoy además tenemos grandes extensiones de suelo costarricense en manos de la Osa Forestal, de la ALCOA, y de las nuevas inversiones y sociedades anónimas que se dedican a la explotación maderera de nuestros bosques.
Además de los nombres de las compañías yanquis antes cita: das, en Costa Rica son también hoy, sinónimo de grandes latifun.
dios y latifundistas, los nombres de Figueres, Batalla, Rossi, Echandi, Morice y otros, además de politiqueros y demagogos al servicio de sus mezquinos intereses y de las compañías extranjeras, como bien lo ha demostrado el Sr.
Figueres en el caso aún fresco de La Vaca. grandes razgos, como se ha visto, la situación del campo costarricense, es desesperante y trágica para miles de nuestros campesinos, y urge de una solución efectiva, concreta e integral.
Las reformas que hasta hoy se han venido aplicando a esa situación ya no logran siquiera neutralizada, tal es su envergadura. Las soluciones necesarias están en manos del campesinado organizado, que conjuntamente con nuestros obreros, se empeñen en una lucha sin tregua contra los obstáculos.
que representan los latifundistas y el imperialismo, y realicen de esta forma, derrotándolos, una auténtica y radical reforma agraria.
Este es el tipo de asistencia técnica que reciben los.
campesinos que quieren trabajar la tierra acaparada por los latifundistas. Maneras del capitalismo.
La lucha campesina se fortalece Los precaristas en franca actitud de lucha.
Humilde rancho de donde fue sacada una familia precarista en La Vaca. La Rural lo destruyó junto con los cultivos.
CONTRA LOS RICOS NO BASTA VOTAR LA GIGANIZACION REVOLUCIONARIA DEL PUEBLO DEREMOS IMPULSAR.