SABADO DE OCTUBRE DE 1943 TRABAJO GÜENA TIERRA. NEGRA! Habla Perico EL DE LOS PALOTES UN PASAJE DE LA OBRA AGUAS TURBIAS DE FABIÁN DOBLES, PRÓXIMA APARECER URRIA URRIA PERIQUITO!
Giró en redondo, dirigió esta vez los dedos hacia las montañas del otro lado, las de Barba, Poás, Zurquí, Irazú. De aquí allá más tierra, negra, mucha tierra. Miles de manzanas, miles y miles. más allá, toavía más.
Estaba como transportado, casi colérico, casi mesiánico; y también humilde y quejumbroso. Sin embargo, aquí estoy yo, en la cárcel, encerrao. apretaba el puño, lo movía en el aire, contraía su rostro, se agitaba. Juan Ramón lo escuchaba, atento y como petrificado sobre el suelo. El capataz que los cuidaba habíase alejado. Y, sin embargo, aquí estoy, por no haber sío dueño de un pedazo de tierra. Un pedazo, un pedazo que era nada entre tanta tierra, tánta, tanta que ese pedazo que no era mío asegún la ley, no se vería desde aquí, porque no era nada en ella.
Sus palabras afluían entrecortadas, dichas sin orden, repetidas, pero con dureza, con la impresión en ellas de estarse aquel hombre afirmando con su espíritu sobre el mundo, sobre los hombres y frente a Juan Ramón. Aun tenía en su puño el poco de tierra que había recogido. Lo dejó caer con lentitud, en fino chorro, cariñosamente, como no queriendo deshacerse de él. Y, entonces, ya más calmado, volvió a repetir. Sí, güena tierra ésta, muy negra. Lástima que esté en la pura calle. retornó a su pico y a su trabajo. Pero, entonces, sus músculos estaban enfurecidos, porque los golpes que daba en el suelo con la herramienta eran airados, demasiado rudos, y casi sin proporción con las fuerzas de su cuerpo entero Tuan Ramón no le preguntó nada. Volvió también a tomar su pico y siguió golpeando en la calle con él. Ganas le escocían de sacarle al otro toda su historia, toda la honda realidad de angustia que parecía esconderse tras de su actitud inesperada. Pero el campesino había vuelto a su disposición de hombre apartado y de adusta dignidad que no sugiere ni la posibilidad ni el deseo de entrometerse con ella.
De súbito, nuevamente, el hombre se encaró con Juan Ramón, y en una frase cortante, le preguntó. usté, por qué está aquí. Hirió a alguno, también, como yo? Moncho, al par que veía satisfecha su curiosidad en cuanto a algo más de la razón por la cual el otro estaba preso había herido y tomaba de ello acta para sus adentros, le contestó. Pasa a la pág. 4a)
Cierta mañana, cuando llevaban a algunos penados entre los cuales iba Moncho a trabajar en el arreglo de una calle por las afueras de San José, le tocó de compañero otro campesino; un hombre de cuarenta años de edad, delgado, moreno, de rostro afilado, huesudo, labios prominentes y una mirada dura, profunda, negra. Había en aquel preso cierta extraña afirmación de recogimiento dentro de sí mismo, de soledad no compartida y, al mismo tiempo, de hosca dignidad en su comportamiento y sus facciones, que infundía una especie de tácito respeto por la sensación de seguridad propia que daba con ella. Rara vez hablaba; además, tampoco era de esas personas que incitan a ser abordadas por nadie y que más bien causan la impresión de que uno debe alejarse de ellas con todo y que se les tiene una muda e irreconocible simpatía. No cabía duda: el campesino había llamado la atención de Moncho, callado también y ensombrecido por la cárcel. Si bien no los tenían encerrados ni siquiera en celdas contiguas, de vez en vez el contrabandista lo veía pasar entre dos guardianes, camino quizá al despacho del Comandante de la Penitenciaría, y, últimamente, se lo encontraba más a menudo por estar ambos descontando en trabajo una parte de su condena. Juan Ramón, a veces, le dirigía una mirada, de soslayo, que posiblemente el otro no había notado.
Ese día estaban uno al lado del otro, rompiendo con picos de acero el terreno de una calle, en donde luego echarían piedra suelta. Hacía un buen rato que los dos trabajaban silenciosos y a ritmo cansado, con la pesadumbre con que lo hacen los forzados. Y, de improviso, el otro campesino dejó su pico en posición horizontal sobre el suelo, se agachó y, con la mano, arrancó de la calle un puñado de tierra. Estaba húmeda y caliente. Se quedó viéndola un instante en la palma de su mano y, al par que se le endurecían las facciones, dijo dirigiéndose abruptamente a Juan Ramón. Güena tierra. Negra, extendió su brazo hacia el joven para que la viera Luego levantó su rostro, fijó su oscura vista en la lejanía y, mientras señalaba con su huesosa mano las montañas azules, las montañas de Escazú, en actitud de sacerdote que habla a una muchedumbre desde un púlpito, exclamó con voz temblorosa pero firme. Mire, tierra, tierra también, como ésta.
OVEROLES VERSUS CINCO VESTIDOS Todos los militantes La reacción refugiada en un periodoco que ha dado una de las volteretas más lindas que es posible dar en la cuerda floja, ha atacado con unas grandes singraciadas a Lombardo Toledano. Los argumentos empleados son los mismos que desde hace años emplea la reacción contra los líderes obreros. Ni siquiera tuvieron los ataques aparecidos en Diario de Costa Rica. el privilegio de ser poco trillados. Eso de que Lombardo tiene cinco vestidos del mismo color para que los trabajadores crean que sólo tiene uno, es más viejo que el cómo te va. Milagro que no repitió el autor de esa estopa, un cargo terrible que usan contra Lombardo en México: que en la casa tienen piano. lo peor es que lo de los vestidos lo dice un cortesista, cuyo candidato solía disfrazarse con unos overoles para manejar trenes, cuando el Ferrocarril al Pacífico era un feudo de los Cortés. don León salía retratado en los periódicos, con sus overoles, la mano en el timón, la mirada grave de un director de pueblos. Su gesto pedía a los espectadores que lo veían pasar a lo largo de la línea un Heil Hitler!
CLARA BOOTH LUCE OTILIO ULATE. No crean que esta señora sea novia de Ulate. No, es que ella le tiene al Presidente Roosevelt una fobia parecida a la que don Otilio le tiene al Presidente Calderón Guardia.
La Sra. Booth Luce es en estos momentos una diputada en el Congreso de los Estados Unidos.
Veamos en qué se parecen la señora Luce y Otilio: ella es la esposa del dueño de tres revistas yanquis, a cual más reaccionaria: LIFE, TIME y FORTUNE. Don Otilio es due ño de Diario de Costa Rica periódico que como Fortune, Life y Time le tiene una gran tirria a los sindicatos, a todo lo que huele a obrero y a la Unión Soviética.
La señora Luce dispone de la prensa de su marido para atacar todo aquello que defiende el Gobierno de los Estados Unidos, Don Otilio no es casado, pero convierte Diario de Costa Rica entero salvo los grandes campos de los avisos. en una trinchera desde la que dispara piedras, flechas y balas del tiempo del Rey que Rabió, contra el Presidente Calderón Guardia, contra los sindicatos, contra los despreciables comunistas y contra Lombardo Toledano. Todo esto en nombre de una democracia dedicada por entero a la farsa electorera y a una libertad de prensa encadenada por los que pagan avisos.
La Sra. Luce está furiosa porque la censura de los Estados Unidos no permite que salgan sus diatribas fuera del país. Hay que oírla gritando en todos los tonos por ese atentado contra la libertad de prensa.
Ya don Otilio tiene quien lo acompañe en sus lamentaciones contra la libertad de prensa amenazada.
deben movilizarse en sus Barrios y Talleres para colocar bonos de Vanguardia Popular Necesitamos mil costarricenses que aporten 50. 000 para ayudar a defender los intereses del pueblo. SOLO EL EMPEÑO UNIDO DE TODOS, NOS DARA Manuel Moscoa y Rodrigo Soto Ramos se destacan como los primeros vanguardistas en esta campaña: Soto Ramos ha colocado. ONCE acciones Manuel Moscoa ha colocado. CATORCE acciones Las células de San José cumplen la consigna de colocar UNA ACCION en el mes de Setiembre. Varias células superan esa consigna: La célula Juanito Mora.
DOS acciones La célula LENIN ha colocado. CUATRO ac.
La célula MARTI ha colocado. DOS acciones La célula MOSCU ha colocado. UNA acción La célula BRANA ha colocado. UNA acción La célula TIBAS. TRES acciones La célula PRIMERO DE MAYO. UNA acción La célula de NOV. UNA acción FUERZAS PARA DERROTAR LA REACCION!
Nuevas acciones colocadas: Don Eduardo Pochet Lacoste: dos acciones. 100. una acción, conseguida por Napoleón Calderón de la célula Moscú.
50. Manuel Guzmán, una acción. De Villa Colón. 50. dos acciones, conseguidas por Soto Ramos. 100. una acción, conseguida por Manuel Moscoa 50. una acción, conseguida por Carmen Lyra. 50. una acción. Villa Colón, cons. por Guzmán de Naranjo, una ac. cons. Ramón Pineda 50. Célula de Barba, una acción, cons. José Arguedas Sección de Paso Llano, Heredia. Acosta y comp. ac.
Empleados de la Imprenta Española, acción. 50. Operarios Sastrería Anglo Americana, acción.
Empleados Zapatería Renaciente, acción Nazar, de Naranjo, una acción Ladislao Castillo, de Naranjo, acción.
50. Juan Mercedes Matamoros, de Naranjo, acción.
IIIIIIIIIIIIIII 50. 50.¿QUE informan las otras células. Qué informan las Secciones?
Los compañeros zapateros. cuántas acciones han colocado en sus talleres. Todos los militantes deben movilizarse en sus barrios y talleres para colocar bonos de Vanguardia Popular.
En todos los talleres, en todos los cantones, en todos los barrios se suscribirán acciones para Vanguardia Popular!
Hasta completar el dinero que necesita nuestro partido para los gastos de propaganda.
DON ROBERTO BRENES MESEN Sólo el amor hacia la libertad de prensa de don Otilio es capaz de darle campo a los enredijos eruditos de don Roberto. Cuando uno termina de leer un artículo de don Roberto se siente como una viejita que se sube a la rueda de Chicago o a los caballitos. Los ignorantes nos quedamos en babia y los intelectuales también, a pesar de que los intelectuales saben servirse de un diccionario. Cómo sabe don Roberto! saber si muchos de los nombres extraños que saca a colación, son inventados por él.
Como uno no es tan sabijondo. todo eso para lo que le ha servido! Para menear sus manos tan bonitas que parecen lirios o palomas blanquiticas y para escribir sus cositas tan incomprensibles. para lo que le ha servido toda esa sabiduría. Para ponerse al servicio de una tiranía estúpida como fué la de los Tinoco; para defender a un cochino estafador como Valentine y para ayudar hoy día al cortesismo. Pero no hablemos de eso, que podemos volvernos estatuas de sal, como la mujer de Lot.
Lo que no se le puede quitar a don Roberto es que tiena unas manos bien bonitas. Parecen de dama aristocrática.
Dicen que él se las lava con jugo de lima, que es muy bueno para dar a la piel una blancura mate.
Invitamos a don Roberto a que se aproveche bien de la libertad de prensa de don Otilio y a que en las reuniones cortesistas haga ondular sus manos alabastrinas.
CUADRO 4.
Casos en que pueden los PATRONES echar del trabajo a los trabajadores sin pagarles cesantía La de España envía un saludo al Congreso Constitutivo de la PARA FINCAS QUE OCUPEN MAS DE CINCO PEONES PARA TODOS LOS TALLERES FABRICAS) Cuando, durante el trabajo, tenga conducta abiertamen dades y para obtener eficacia y rendimiento en el trate inmoral o acuda a la injuria, a la calumnia o al atabajo.
que personal directo contra el patrón o contra un con Cuando, después de apercibido por el patrón una vez pañero de labor.
para que no lo haga, incurra en desobediencia aban2. Cuando, fuera del trabajo, cometa alguno de los hedonando el trabajo en horas de labor sin causa justa chos enumerados en el punto anterior contra el patron y sin permiso, haciendo propaganda política, anti democrática o contraria a la libertad religiosa, preseno sus representantes sin que haya sido provocado, si a consecuencia de ello se hace imposible la armonía tándose al trabajo en estado de ebriedad o en otro necesaria para terminar el trabajo.
estado análogo, usando los instrumentos de trabajo para otros fines a los cuales no se han destinado o por3. Cuando cometa hurto o robo contra el patrón o cause tando armas durante las horas de trabajo.
daño intencional en los materiales, productos e instrumentos de trabajo.
Cuando se haya hecho contratar simulando cualidades, Cuando revele secretos de fabricación.
condiciones o conocimientos que evidentemente no posee o presentando referencias o atestados personales Cuando por imprudencia o descuido inexcusables comfalsos, o cuando ejecute el trabajo en forma que deprometa la seguridad del lugar en donde se trabaja muestre claramente su incapacidad para la labor que o de las personas que allí se encuentren.
debe ejecutar. Cuando sin permiso del patrón o sin causa justa no 10. Cuando el trabajador sufra prisión por sentencia firme.
asista al trabajo durante dos días seguidos o dos veces 11. Cuando incurra en falta grave respecto de las obligaen un mismo mes.
ciones que le impone el contrato de trabajo. Cuando se niegue en forma manifiesta a seguir las instrucciones dadas para evitar accidentes o enfermeArtículos 71, 72 y 81 del Código de Trabajo.
México, 12 de setiembre de 1943.
Al Congreso Constitutivo de la Confederación de Trabajadores de Costa Rica San José, Rep. de Costa Rica.
La Unión General de Trabajadores de España saluda con profunda emoción al Congreso Constitutivo de la Confederación de Trabajadores de Costa Rica, expresando su más viva simpatía por la nueva Central Sindical, en cuanto significa el resultado de los esfuerzos unitarios de la clase obrera costarricense. medida que la victoria militar sobre el fascismo se perfila con trazos más vigorosos, se va imponiendo con carácter de perentoriedad la más estrecha unidad del proletariado internacional para intervenir como factor decisiva en la construcción del mundo de la paz, en correspondencia justa al papel, también (Pasa a la pág. 4a. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miquel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio da Cultura y Juventud Costa Rica