Paris TRABAJO ZATYTIKKATIRALS LUIS CHAMIZO: un poeta popular de EXTREMADURA Su padre fué tinajero y do su famos) producto de algrias, su religiosidad, está cia que siente el hombre jorlabrador: el poeta le heredó farcro.
certeramente destacada la nalero por el viejo avaro li el oficio y la viſta que teso. La relación vital con su nota de rebeldía del labrador bidinoso que busca casa eramente plantara el padre tierta y con su pueblo se le ante el amo dueño de la tie miento con la fresca aldeae joya de los buitres, sube a la emoción y we lentiestros dins Luis Chamizo o sabemos si Chamizo es a esta anotada la tragedia gita pobre, ilusionándola con de los lobos y los cuervos, vierte en versos espontaneos, y con Chamino, el alma del de la izquierda o de la dere del campesino extremetto, sus monedas estériles.
en Valdareas.
de lenguaje y de sentires po labrador extremelo del fuer cha, lo cierto es que en su cuya esposa, de parto, tiene Sas timajas revolucions pulares. En esto reside is te conservador de la casta libro de poemas, salido de la que cabalgar sobre la barra También aparece en los rias son cilindricas, forma fuerta y la belleza de su poe labradora, del castão. ma entraña popular, que pinta hasta el lejano pueblo en versos del poeta el buen hu que rotupe con la tradicional sía.
cho de las proes de la con la miseria del pueblo, sus busca de la partera, y que moi del mafioso campesino en las tinjas españolas Digan luego los pedantesquista de América, dolores, sus ansias, sus ale da a luz en pleno suelo, al y la tercura viril, la autén guardadoras de vinos y de que el pueblo es uns bestia, amparo de una encinas, como tica ternura del campesino, aceite. Chamizo cultiva su digan los fariseos que el alsi fuera una bestia; está ex que es como una agua de vidiedo y fabrica sus ticajasy ta de pueblo solo alienta presada en los consejos del fuente límpida cuya ouda por los mercados va colocan bajas pasiones! Aqui está en He aquí unos versos del poeta Chamiza Tio Paucho, esa repugna mana del propio corazón.
Fandango Fxtremeño El porqué de las cosas Consejos de Tío Perico (Fragmento. Fragmento)
esta iaciturno, arisco: ella le pre gunta cel por que de la cosa. Entonces éste, a su mujer en cinta del primer hijo le dice. La esposa del segador para remediar u pobreza ha ido a recoger espigas caidas al campo: cou alegria le muestra al marido un buen puñado de ellas; el marido Mis ajogos muje, no son pa dichos, que no pues esplicase muque yo membuchara más paltaos que tos los sacamaelas charlatanes Alis ajogos se coaja aqui drento con negros cuajarones de mi sangre que me enturbiau los ojos y me jieren lo mesto que si jueran dos puñales, tú ties la culpa, ya lo dije, to por nuestro mozo, ya lo sabes Ta te vas a espurgå las rastrojeras, y en tres días ajuntas cuatro jaces, y contenta me vienes y me ices que tú barres pa lantre.
Yo, que soy segaor, sé bien de sierto que mu pocas espigas se me caet, y yo dúo si espurgas los rastrojos o las cargas que pillas por delante. esto ya no púe sé: esta es la jonra qu al muchacho tenemos que dejagle más limpia que la cara de la Virget, más blanca que la fló de les jarales, y al qne quiera matchala me lo jundo sunque sea su madre! to jitaples que son feguraciones y no fué mi decir pa molestase, que bien pudo segar en esa suerte por argán casual un precipiante. asia y tá no quiero qu arrebosques las migajas qu algunos de les caen, siquiera mientras llevas abi metro nuestro mozo, porque eso es ensefale dende chico a doblar el espinazo y a vivi de las sobras de los graudes; y asin saldrá siu fuerzas, su agallas, sin brios, sin coraje, pa pescar el jocino y dir al corte pa llevarse a los hombres por delante.
Ya no güelvas a di pa los rastrojos.
Ya no juntes más jaces, qu el muchacho no viene pa escurrajas y me lo pács torcer al agachate.
Porque mira, muje, con esas cosas. sabes tá lo que jaces?
Pos le plantas el jierro de los probes, que no lo borra naide!
No me jimples, no me jimples, mocosina; no te enfosques ni me fattes al respeto, no regulas, Carnación, ni esparrataques esos ojos, cuando yo te de un consejo.
Esos ojos que otros dias me miraban chigieninos, entorn aos, zalameros, y ahora miran rencorosos y asustaos del sentir que llevas drento y de hora de tu casta que derrumban esa jambre que tu tienes de dinero y ese orgullo mardecío, porque sabes que eres guapa, más que toas en el pueblo.
Ya te ije que el troviazgo Seba eschangao, que no quiero ya jarones, que no quiero ni lasjesas, ni las yuntas, ni los miles mal gabaos por el padre de Nocencio; que el suor que nuestras frentes espartawan pa ganar el cacho pan que nos contemos jiede a sangre corrompía si es que guerve a nosotros del arcón del usurero.
Quiere un hombre de riafios que te quiero, quiere un hombre cou agallas, de los tuestros, estos hombres que despiertan las gallinas cuando sales con los burros del cabresto, y en el campo despabilan las alondras agachas entre los surcos del barbecho, qu esparramau sus chilríos amor cuand6. 10TE viene el sol gateando por los cerros y se ajuyen las bebilsas y apagar las estrellas y la luna y los lucero Contestete me puse y alborotao al sabe que mi suegra había ditao: pero mi mujé quiso que yo sufriera, y al parir a mi hija pario a mi suegra: iqué mala pata tienes alganos hombres cuando se casan!
IV Yo tego un burro grande, mu jaronazo, y a burrina bana qu es como un rayo.
Yo los miro y me igo pa mis adrentos: icon lo gueno de ambos quéguen jumento!
Mi compadre me ijo que los casara, que dambas cosas guenas pué que cuajaran. endispués de casalos, salió la cría, más nana y más jarona que la familia. a mi mujé le igo can disimulo: Nosotros nos pasa como a los burros.
Buenos y malos Tiempos De Carlos Luis Sáenz Un relato del Comandante La sala es el departamee.
cinco dias, durmiendo en los to más lujoso de la casa procafetales y en los potreros: vinciana, reservado para re comiendo ua bocado en los ribir, con la ceremonia del Vraechos donde me lo ven casa, a las visitas, Brilla su dias. Pero el dinero se me piso de ladrillos rojos, for acabó y el hambre aumenmando un elegante cuadricalado Entra la luz por dos Horero, repleto basta este sus bojas abundantes vuel guerrera, brillan las presi chupada al cigarea colorea taba. Vo veré a Hered in?
vestanas anchisimas, prote: llar, de tres rojus, mar a la luz, prospera grasllas sobre los hombros. Na ba las facciones del Coman ¡Ni peasarlo! Habla qus buscar trabajo por aquellos pirlas por sencillas reias de las blancas rosas, dalias, des y frescas begonias y herra con voz varonil, un tan dante. donde? cual.
hierro. El papel que cubre mines y camelias, Pelechos, que le dan a la habito enronquecida, pausada quier parte, lo importante lugares y estar oculto su las cuatro paredes es de codiente del cielo raso y exactacion algo de plácido a mente de cuando en cuando era ocultar el bulto. los quiera uno o dos meses bas ta que la cosa se hubiera ollor verde de bois o tame te subiecl norcrose Dicote de jardin.
Un gesto de su mano acaba republicanos el pobierno en él se repite geométrica.
balancea la lámpara de pe Muy altos en las paredes, la frase; de pronto el relato os tenia en raya. Sabia que vidado un poco mente un dibuio di con trolco, con bella sombra en marcos dorados, los te hace un paréntesis, porque éramos capaces de todo bien courada la tarde lle pareja de pastores bajo un pacarada, de forma de cotratos de los familiares muer el narrador enciende uncil no dormiamo con un Rue a casa. Es tilo: laastararecins puls, de cuyos bordes cueltos y bajo el retrato de la parro amarillo de humo olo Dio. Noss o am a ba en medio de un potre la hierbaa i anlagrimones de cristal abuela dos regios quetzalca ruro a hoja de bico dige: dispneuma tar más ro. Rodeabanla grandes co rilla engalanado con intaprismaticos, en los que se discados, chorreando el tio Estábamos trabando en la ticana de masura me rredores y se proloogaba el pastor take una fantasia dulcementela luz. Arte esmeralda de sus coliss. el pequeno taller de zapate o andaban consider con un kaleron atestado de por el cielo rosa, vuelan blanman mada a una esquina hay una Balanceándose en una perla de mi tio eran como las raciones al que percaban lesa y de carretas. Cuando mesa pequeñita sobre la rezo, haciendo girar entre nueve de la mancando complicado u cas palomas.
a re llegue, dos muchachones y cual, protegidas de la intem. So manos el retorcido bas llegó un ordenanza del cuar vlucionario lo baleaban un viejo descoyugabat va Las sillas de petatillo es parle dentro de bombas de ton de punto de plata, el Cu tel gran amigo mio, porset: io misericorlia o lo deste ras yuntas de bueyes. Vi An alineadas simétricamen cristal transparente y limpl. mandante narra a los mayo ambos galleros, y nos dijo ban que en aquella casa habla te a lo largo de las paredes, do, en un pequeña atmos es una vez más sus recuer Muchachos, zálense; les ave Es cosa deje un recado a boniga en el patio y me anidicleado orden, respeto y fera de candidex celestial dos da mocedad, algunos riguaron la cábula si los mi madre, que andaba en me a buscar la buona som buenas maneras entre e veran tres imágenes de de los cuales alca sa ao agarra, no hay tu tia. Ti el mercado. me escape or bra otro al patio y salie sillas sobresalen unas pers balto, obra de santeros guloridos de aventuras.
ramos los y maltillos; el solar, a muy bued tiem ron rarme 60 menos xos de mimbre muy con temaltecs o quites: woa El rostro del comandante nos quimos taisy do por un plauete dede del perros, salade tables. En el centro de la Purisima, un San Francisco impresiona adorativamentant les y cada como soldados nos buscaba en la Bucoas tardes, scores; gomo una isla florida, Javier y un ruojo agonite por su bizarria. Ea el unista su r ecer diarr eia, Sall de Heredia los hombres entre diales está la mesa negra de table ante, Arrimadas a los vi forme azul oscuro, brilla y vestidos para escap: cogi el camino para Zara me devolvieron el saludo ro de mármol. Ea ella un delos de las ventanas, con abotonadura dorada de su inmediatamente. Una piqui; camide unos cuatro o Pasa a la På