Violence

Sábado 24 de Diciembre de 1938 TRABAJO DE NOCHE BUENA El Fuego de Pólvora La Preñadita (HIESTA POPULAR Carlos Luis Sáenz be duu lar. lastel Tato. Bum Buin! el cielo todo estrellas color de azules aguas, se abre, antes no visto por los múltiples ojos, sobre la multitud heterogénca que llena la plaza frente a la Iglesia, donde el potente petardo retumba.
Bum! Bum. Comienza el fuego e pólvora!
Bum! Bum. Todavía la campana sus últimos golpes de metal solemne, lenta, lentamente, lenta, deja caer, rogando por las ánimas. se rompen los cohetes de colores en azules milagros dando de topetada en las estrellas: suben, suben, suben, y estallan, secos, ipac!
alumbrando por un momento los trascielos de ángeles y arcángeles.
Lluvia de querubines. Lluvia de serafines. sobre todos los árboles del pueblo.
Por las callejas, hacia el río oscuro, huyen ahullando todos los perros.
Alegria de la multitud como un tio de aguas de oro, llena la plaza: tac, tac, taetac tactac, Prodigio de la rueda de fuego que hace girar en círculos concéntricos todas las claridades imposibles de los cristales del fuego, con estridor centrifugo de viboras y espigas de paraísos y avernos!
Gira, gira, la rodina, gira, como una flor de un gran tapete persa, y explota al fin entre las músicas los aleluyas y los vivas de la fiesta.
Bailan los niños! El alborozo les pone alados pies!
corren y saltan, saltan y vuelan, sobre las chispas del volcán que alumbra, entre agridulces humos de colores, la vieja Iglesia. en sollozantes silbos de pájaros perdidos, fugaces colorines entreabre en abanicos encarnados y lilas.
Montando en cóleras románticas el polvorín detona y lanza al aire cáscaras de granadas y granizadas de azules, rojos y amarillos granos!
Suena agudo el clarin, agudo y lento. Silencio! un hurra de mil bocas, como en salve!
a las maravillosas llamas del castillo reyuena clamoroso: Ivan a caer crepitando las estrellas!
Se va a quemar el cielo del enero!
y las llamas azules, blancas, aureas, de sangre, de amatistas y de rosas, alumbran en los rostros felices las sonrisas, tal como en un ambiente submarino iSe está quemando el castillo. Se está quemando el castillo!
Crepitan los vitrales, retiemblan los torreones.
vomitan llamas los doce leones de las escaleras, y en las torres de corales, de nácares y perlas, llamcan, soberanas, las banderaj tricolores! un instante después, tras de la gloria heroica de las supremas luces, todo es pavesas. Bombo, bom, el bombo con su ritmo renco, con su ritmo ronco, inicia una marcha con el tambor loco, que en largo redoble de parche sonoro, simula el derrumbe de tripticos de oro.
Bombo, bombo, el bombo, y el crescendo sube al celeste dombo. la griteria on claras cadencias de cristalería!
Bailan los niños locos, cmbriagados de ensueños, tras el pájaro raro, pico de coral, ojos de esmeralda, pecho de rubies y ardiente cola de pavo real, que sobre sus cabezas aureoladas pasea su efímera majestad.
Encantados están los ojos de los niños en un deslumbramiento total!
Quien ha visto cl pájaro del fuego e pólvora, en la plaza de la ciudad, frente a la iglesia gris jamás se olvidará. suben, suben, suben, de nuevo los cohetes y pac!
cytellan, secos, en la celeste diafanidad.
ya junto a las Cabritas que quieren bailar ya junto a la Osa Mayor que se derrama en claridad, ya junto a la inmensa Cruz Austral.
IY el Toro. al fin, el Toro bravo, de bomba y cachiflín! El Toro de las lidias de fuego El Toro bailarín, el Toro, el Torito de los petardos, que ensarta en sus astas de oro el azul capote de la noche de nardos!
Saltan los toreadores entre los resplandores de sus ojos de fuego: el Torito de oro entra en la ola negra: mil gritos levanta su crepitante acometida: a pechadas de fuego la ola apretada, aparta, rompe y desordena. Toro en el mar. Toro en el mar!
Es el Torito Guaco de la lidia sin igual! la bomba: bum! ibum!
y el eco que se pierde entre los miedos a la orilla del río donde tiemblan los perros, el sonido del clarín marcial anuncia el fin. itarari, tarari, tararaaaa!
Termina así la fiesta popular.
2c61ache. Mama. Mama. mirá a tierra o le gritaba hija perdi.
Juanilla que rara. da. Callate, hija. Varias veces le dió con una ¿Qué se tendrá la probe que correa para que le dijera el ya ni vuelve a ver y está tra, nombre del malnacido que le gando cable con un torozón había hecho eso, pero ella llora que le sube y le baja el gargüe ba cumpungida y no llegó a des ro?
pegar los labios. Callate, confisgada, que Así vió como se le hinchaban están alzando!
los senos de leche y se los apre Mirá, comadre, a esa chi. taba casi con furia para ver sa quilla de Toña le hicieron mallir los primeras gotitas.
de ojo. no ves como está de Allá a lo lejos debía venir paliducha y ojeruda?
un caballo, se oía el galope Yo que el cura no le de Tararán, tararán. Debia venir jaba entrar a la iglesia: ya ni ligero porque el ruido se acer.
vergüenza tiene con todos los caba muy a prisa Tararán.
brazos chingos. tararán.
Ey, trompicón, aqué estás is El viento que silbaba por los piando? ponele atención a la resquicios de las tablas con un misa.
uuuuuu largo, traía en una nu Juanilla, es cierto, había cambe de polvo el ruido y a ella biado mucho. Antes era fogosa le cantó el corazón el compás y alegre y se pasaba el día can del galope. Tararán. tara.
tando.
rán, Su mama le decía a cada Ya debía venir por el cruce, porque crecía el ruido que cra Hija cuándo te va a entrar arrastrado por el cauce del río el juicio, ya estás muy mangan y era tirado sobre las piedras, sona pa que fregués tanto. rebor botando en ecos. En sus Pero nada, le entraba por un oídos adquiría resonancias oido y se le iba por otro. monstruosas y golpeaba sus Pero ahora desde hacía días mazos en las paredes frágiles estaba callada. Se pasaba ten del cráneo. Entontecida se a.
dida en la hamaca y no se po rrastraba por el cuarto con los nía ni para ir a misa, su chal dolores de la prefiex.
rosado de barbillas blancas.
El jinete se apeó en la canti Así empezaron a crecer los runa y pregunto por Juana.
mores de que estaba endemoEse debe haber sido. niada y que se iba al yurro a hablar sola. Que indino más confisgao.
Cuando pasaba por la plaza, Uno le preguntó con sorna se asomaban las viejas a la ven que para que la buscaba y to.
tana y cuchichcaban.
dos se rieron.
Juana, ante ésto, hundía más Los chiquillos se escondían la barbilla entre los hombros entre las faldas y no faltó y ponia cara de enfunfurrun quien buscara una piedra con chada.
los ojos.
También su cuerpo se le iba deformando, le ha creciendo Juana lo reconoció desde su el vientre y cuando se bañaba ventana y se le vinieron los re.
en la poza, su color cobrizo, cuerdos como potros, deboca.
le daba la apariencia de una dos: tinajita rezumando agua fres La primera vez que le desató la ca. Ya los senos apenas recién camisa blanca de algodón y có brotados y que cabrían en la mo se la llevó al sesteo del palma de la mano, habían per sauce, cogiendo para ella las dido importancia.
guarias más tupidas de las ra. allá en la selva, cuando se mas más altas.
callaban las luces y quedaba el! Entonces se precipitó, el labear de los cocuyos y empel corazón le golpeaba el pe.
zaban a bailar las sombras agracho, haciéndole saltar los serradas de la mano y cantaban nos. corrió con su paso to las piapias, conversaba sola. pe y tambalaente.
Conversaba sola, con las ma Ya no tendría miedo a las nitas que le golpeaban el vien burlas tre y lo hacían sonar como un tambor lejano.
Ahora sostendría su vientre Entonces, por el bosqueciilo la mano de él a la cintura.
de gavilanes, corría entre las corrió más y más ligero trico pilias que le besaban la carne y los largos helechos de alzando tras ella una nube blan tropezándose en las piedras y espigas agudas que se enreda. ca de polvo.
ban en sus ropas respingadas. veces, oía el buho que ras. De repente se detuvo. Se al caba sus cuerdas lúgubres y zó sobre las puntas de los abría sus ojos despavila dos pies y luego callo de rodillas con reflejos de cobre o el grito tiñéndose poco a poco su ena tosco del felino que a trote lengua de cuadros de una mancha to iba hacia e riachuelo siguien roja.
do la huella del venado, y en En el polvo, el rosa claro de tonces se sobrecogía y llora.
ba.
un niño gritaba inútilmente con todas sus fuerzas.
Una vez la siguió uno hasta allí y corrió con el chisme al Murieron esa noche pueblo.
Un cirio luchaba desespera.
Juanilla está preñada. do contra un hilillo de aire que Jesus, María y José, si debe amenazaba apagarlo y proyec haber sido el pisuicas.
taba en los muros encalados corrieron con el chisme a sombrag abultadas y densas.
Na Toña.
Del río llegaron aromas de ci Na Toña, figúrese que bss. prés humedecido y mandarinas bsss. bsses. bss. desgajadas, los grillos hicieron Juana le prohibieron sa su alambrada de chillidos y la lir más a la calle y así pasó un noches se lleno de estrellas co mes y otro. El vientre cre.
mo siempre cía y crecía: parecía que iba Soplo un ventisco frío y ta a reventarse y entonces la me jante.
tieron en el cuarto de los chun ches. lo lejos, con el cantar inin El padre, con el mismo es terrumpido de los sapos, se fuerzo muscular escupia la tragó la noche un galope.
cuecha de tabaco en el piso de Tararán. tararán.
El romancillo de Noche Buena Visión de Noche Buena a. Newland Dobles Rodriguez Están llorando los niños, los niños pobres, los niños, porque el Niño no les trajo su saco de regalitos. otros niños, ricos, rien con risa de chilindrines porque tienen muchas bolsas con juguetes y confites.
Tan tararantan, tan tan, la calle está que revienta de charanga militar.
Fi firiri fi, fi, tiene dolor de cabeza la muñeca de serrín.
To tororo to, toto, las avenidas se ponen prendedores de ilusión.
Gloria a Dios en las alturas y en la tierra, tengan paz los hombres, decía la voz lo de buena voluntad. Quiénes oyeron la voz. En dónde esa voz está?
En este diciembre, el cielo con esa voz hablará?
Digalo el niño de China el Evangelio alla va!
Digalo el niño de España bajo la bomba infernal!
El cielo de la leyenda se abrió en anuncio de paz, pero son pocos los hombres los de buena voluntad.
Muchos siglos han corrido y el cielo de navidad Es truerte para los niños, sangre, horror, iniquidad.
Que por el cielo ahora vuelan fieras que saben volar y el ccimen y la violencia en sus negras alas van.
Hombres, si lo soi, de veras, por la buena voluntad, empeños en hacer bueno el mensaje celestial.
Por los niños españoles y los de China, luchad, y que sobre un mundo nuevo de veras, se haga la paz. la vuelta de una esquina Se desgañita un tambor y en una puerta dos ojos reverberan de aflicción.
El Niño que todo puede trajo y no trajo. si. nó.
Un problema al que no puedo encontrarle solución.
propiedad de del Ministeri de Cultura y Juventud Costa Rica Joaquin Gutiérrez