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REGENERACION.
de considerar como los autores de esa prosperidad, que tanto se alaba y de la que los más no participan, los actuales gobernantes del pais.
Nuevo León, durante la administración del Gral. Reyes, no progresó. El adelanto de que tanto alarde se hace y que enranece los garrulos aduladores, po se ha hecho sensible más que en la capital, Monterrey; pero aparte de esa ciudad, los demás pueblos del Estado están sumidos en el más completo abandono y la miseria que hay en ellos es más notable que la que sufrían en años atrás, mucho tiempo antes que el notable estadista hiciese la felicidad del Estado como lo proclama la desvergüenza.
Hemos comenzado por el progreso material, porque es el gastado argumento, que falta de otro, esgrime la bajeza para patentizar que la tiranía hace progresar al pais. Nosotros hemos dicho infinidad de veces, que de nada nos sirve que haya tres o cuatro ricos cuando la miseria se alberga en casi todos los hogares, y que el progreso material es un progreso ilusorio cuando no hay ciudadanos, sino esclavos quienes explotan una docena de sindicatos enfermos de avaricia.
Pero sin divagarnos, y dejando esas consideraciones para el final de este artículo, vamos ver si el Gral. Reyes es el autor del progreso material de Monterrey, ya que las Municipalidades del Estado guardan una situación inás precaria aún que bajo el régimen de otra tiranía tan funesta como la actual, la de Santa Ana.
El Gral. Reres no es el autor del progreso de Monterrey. Entre nosotros se ha acostumbrado atribuir los gobernantes los beneficios que la iniciativa particular procura los pueblos en que esa iniciativa se pone en actividad. El progreso de Monterrey. al menos. la marul parte de él se debe a la iniciativa parti.
cular, la actividad del Sr. Robertsou.
Este señor organizó la Compañía del Ferrocarril del Golfo con el que se comunicó Monterrey con Tampico y con el Ferrocarril Internacional, por cuya ría, llegaron los metales de Sierra Mojada Monterrey, lo que provocó establecimiento de fundiciones.
Con este solo hecho, el Sr. Robertson, y no el Gobernador Reyes, hizo progresar notablemente Monterrey, poniendo esta ciudad en comunicación con el importante Puerto de Tampico. El comercio, por lo mismo, recibió notable impulso, y la industria con la comunicación al importante centro minero, Sierra Mojada, tuvo que crearse y se hubiera creado farzozamente por la virtud de las circunstancias, así como por esa misina virtud se hubiera enriquecido el comercio, aunque el nom table estadista no hubiera ni pensado gobernar el Estado de Nuevo León.
El Sr. Robertson, emprendedor, inteligente y activo, organizó los trabajos para la construcción de otro ferrocarril que contribuyó a hacer progresar más y más a la capital neolonesa, y se construyó el Ferrocarril las Minas de San Pedro, Con este ferrocarril facil será suponer que aumentó la industria y creció el comercio también por virtud de las circunstancias creadas por la iniciati.
va particular y no por el Gobernador Bernardo Reyes.
El Sr. Robertson, que no Reyes, continúa haciendo progresar a Monterrey y organizó las Compañías de Carros Urbanos, luz eléctrica y construyó magníficos hornos para fabricar ladrillo. No se puede decir, por lo mismo, que Bernardo es el autor de ese progreso, sino Robertson.
Los capitales formados gracias a la iniciativa del Sr. Robertson, naturalmente tenían que atraer otros capitales y de ahí que el comercio y la industria hayau teniedo un buen desarrollo en Monterrey, que no solo contaba con los capitales que primeraniente se formaron sino con vías de comunicación fáciles