HitlerViolence

150 REPERTORIO AMERICANO Dr. García Carrillo CARDIOLOGIA (Radioscopía y Electrocardiografía. METABOLISMO, VENAS VARICOSAS.
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Back Bay Boston, Mas.
toriana, produciendo un juego de intereses políticos y económicos antagónicos entre el litoral y las altas hoyas. almenadas de volcanes. El fenómeno está claramente se.
ñalado por Benítes. El Oriente no entra como elemento social en el análisis. Territorialmente delimitado hace poco de las na.
ciones vecinas, vive todavía la vida prima.
ria de la selva. Es el subcontinente de la magia y de la muerte. La ecuación de ma.
ñana.
El escenario ecuatorial emerge de la plu.
ma de Benítes con vigorosa plasticidad.
Sea por razones de un estilo manifiesto en nuestro tiempo, o buscado deliberadamente por su autor quizás la fórmula acerta.
da sería, a cada tema o situación de su estilo el empleado en este libro se avie.
ne a la expresión dramática de la natura.
leza y el hombre ecuatorianos. no es que esta característica sea privativa del Ecuador. Cual más, cual menos, es la de todas las tierras del mundo américo español. La primaria de roca y agua, del país chileno, que mueve la pluma de Subercaseaux a escribir un gran libro: Chile, o una Geografia Loca, y al genio poético de Neruda a componer su Canto General de Chile, sobrecoge el espíritu. El teutón Conde de Keyserling soporta la vista sub specie ae.
ternitatis del ventisquero andino y no pue.
de más al enfrentarse con la puna bolivia.
na. Las hoyas ecuatorianas, en función política separatista, resultan pálido fenó.
meno ante el habitat mexicano y el habitat yucateco como elementos de diversificación nacional. Drama humano, en sus formas más primitivas, existe dondequiera el hom.
bre, aún bajo el imperio de la naturaleza, ni ha conquistado a ésta, ni menos se ha conquistado a sí mismo. Lo privativo del Ecuador, según apuntó acaso con acertada percepción el escritor norteamericano Be.
melmanis, es que es compendio y súmmum de todas las características hispanoameri.
canas.
Como en un drama que va a desarrollar.
se a nuestra vista el arreglo del libro se aproxima a esta técnica llegan primero los caras se pregunta el autor. caribes?
Son los primeros pobladores, al decir de la leyenda. Les siguen puruháes, shyris fundadores de un reino, el de Quitu cañaris, huancavilcas. Brotan colectividades. La rivalidad, tan antigua como el hombre, busca el dominio de la una sobre la otra. La suerte de las armas extranjeras trae el Incario, nación poderosa, rica, organizada, de técnicas que sorprenden al hombre contemporáneo. Pero, en su apogeo, viene la división política. Huáscar en el Cuzco y Atahuallpa en Quito polarizan el Imperio y por esa brecha invaden las tierras del Sol con lógica facilidad. las huestes españolas de hidalgos y de clérigos. O, de fijos algo. según explica el autor. Esto es, caballeros pobres, venidos a menos en España, ansiosos de ser hijos de algo o de alguien, ser algo, ser alguien, destacarse, ganar fama, honra y oro, dejar de trabajar con las manos. Pero, en última instancia ¿no será la voluntad de imperio, la volun.
tad territorial, la que, por ley social, trae la autodestrucción? Sea el Imperio de los Incas, el Imperio español que subyugó a éste, Roma, o el que intentó Hitler erigir en la tierra.
Me place la razón estética del derrumbe de la sociedad mexicana, según la explica.
ción de Diego Rivera. Para el antiguo me.
xicano la actitud no ha cambiado, los materiales no tienen otro fin que para lo bello. En las manos del hombre blanco llegado de! Este son ballestas, arcabuces, moneda, petos, rodelas. Dos sentimientos distintos de la naturaleza. La sumisión y la muerte habían de venirle inexorablemente.
Como en segundo acto, y bajo el perturbador influjo de la selva y de los fragorosos Andes, asoman los primeros persona.
jes de la Colonia. empieza la lucha de conquista del suelo y del hombre aborígen. El mundo nuevo trastornó la psiquis del conquistador. dice Benítes. No sólo fué la necesidad política lo que le impulso a la matanza. Fué una neurosis acicateada por el propio terror. El mundo nuevo le empavoreció y la crueldad le daba salida a los terrores inconscientes. No era sólo avaricia. Era el instinto alerta del peligro que le mostraba la dura necesidad de ma.
tar. estos elementos, explicativos de una conducta que ha suscitado todo un re.
vuelo en la historia, se agrega la mística religiosa de quienes veían en el indio no a un ser humano sino a un idólatra al que había que exterminar. se instauran en la Audiencia de Quito los instrumentos de fundación y consolidación del feudalismo: la encomienda, la mita y el obraje, la trinidad sangrienta que llama Benítes.
Encomienda: feudalismo agrario. Mita: esclavitud en las minas. obraje: esclavitud en los telares. En 1852, trece años antes que en los Estados Unidos el Presidente Urbina había de abolir la esclavitud, sin violencia social, o como Carl Sandburg recordó hace poco en una reunión de historiadores, refiriéndose a la abolición de la esclavitud en la América del Sur, median.
te una serie de medidas, sin la terrible prueba de la sangre porque hubo de pasar la nación norteamericana.
Mano a mano con la crueldad y la destrucción va la obra civilizadora de España.
En este punto, el enjuiciamiento de Bení tes es equilibrado, desapasionadamente apreciativo.
En la Colonia, el mestizo es el orfebre, el pintor, el escultor. Es fuerza decirlo, ahora también. El indio ayer y hoy es el perenne sometido. Del blanco se sabe mucho. Pero cómo ve la historia al ne.
gro? En el plano de igualdad de la con.
ducta, si hay una censura moral a los actos del encomendero, del soldado, del cu.
ra español, hay un rechazo, diríamos casi físico, hacia los actos del soldado, del jefe militar negro. Un sentimiento manifiesto contra el negro per se. esta actitud de los historiadores de entonces es la actitud de los historiadores de hoy. Lo que no he.
mos podido dejar de observar leyendo las citas de Benítes, antiguas y contemporáneas, respecto al comportamiento de los negros en los primeros días de la Repúbli.
ca. No hay problema negro. dijo alguna vez un escritor norteamericano, hablando del llamado problema negro en los Estados Unidos. Lo que hay añadió es un problema blanco. Profunda verdad acaso.
Al violento período de conquista y sus.
titución de una cultura por otra en las viejas tierras del Inca, le sigue el tumul.
tuoso de la Independencia, del que nace, primero el Departamento del Ecuador (25 de junio de 1822. como una dviisión geo.
gráfica de la Gran Colombia, y luego, disuelta ésta (1830. la República a la que se le da el mismo nombre de Ecuador.
Mente sin imaginación poética la de este Flores, su bautizador primer Presidente.
Menuda empresa ha pesado desde entonces en los ecuatorianos para convencer al mun.
do, especialmente al consentidísimo mun.
do del turismo, que el Ecuador, no por su nombre es la tizonera de Satán. Que ima.
ginación comercial la tuvo. Vemos por los datos de Benítes que Flores percibía, de un presupuesto nacional de 387. 937 pesos, el sueldo anual de 12. 000 pesos, suma enorme si se tiene en cuenta que una vaca cog.
taba cuatro pesos y el mejor par de zapatos no llegaba a valer dos. partir de esta época, el autor va de prisa, para presentarnos los acontecimien.
tos políticos de los últimos 95 años ya bajo el doble signo de los partidos conservador y liberal, dominantes desde entonces en unos como aguafuertes de cuyo fondo resaltan, ya descoloridos, ya sinies.
tros, ya heroicos, ya iluminados, los más recientes personajes del no finito dranta ecuatoriano. Con este libro Benítes afianza su posición relevante en las letras del Ecuador.
Manuel CRESPO Ecuador. Drama y Paradoja, Por Leo.
poldo Benítes. Fondo de Cultura Eco.
nómica. México Buenos Aires.
Lic. ANÍBAL ARIAS Abogado y Notario Apartado 2352 San José, Costa Rica Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica