58 REPERTORIO AMERICANO bit cal 199 DOO JO9 Yo contrito me curvo y al compás fos: los sonados recitales, uno, deslumsolemne de los bueyes pongo el alma.
brante, en el Palacio de las Bellas Artes; Tomo el sol en la punta del arado tus discursos, aquél, magnificente, en la y lo hundo en la tierra estremecida.
Universidad de San Nicolás de Hidalgo, en el bicentenario del natalicio del Pa.
Entre húmedos crujidos voy y vengo dre de la Patria Mexicana, allá en la amode uno a otro horizonte cavilando rosa Morelia; el embeleso de tus charlas, or en el verde milagro de la gleba.
tus ironías sin bilis en las tertulias del fess!
Escucho la faena de mi río tín, en las reuniones entre intelectuales. enjuapador de canto, luz, aromadonde quiera que estuvieses tú; y, por OTO y, palpitando dentro del follaje, fin, la consagración del orador insigne y la presencia tenaz del leñador.
el gran poeta de América por la voz alDelante: gama azul de las montañas.
ta de México. Cómo nos atabas, Andrés, Detrás: rumor de plumas en los surcos.
a tu carro de relámpagos, a los caudales infinitos de tu memoria, a los hilos de tu Paso las manos sobre el azadón cultura universal, a los duendes de tus y palpo la premura de la tarde.
versos, al encanto de tu palabra, a la Me embriagan los efluvios del barbecho suavidad de tus movimientos, y cómo nog que en los flancos del día he modelado.
enternecias con tu amor puro a la justicia, la belleza, la patria, la amistad!
Una paisana canta serranitas Habías dado a América un tesoro de de diciembre y de limo. Los ganados amor y de pensamiento. Poda. el poe.
ramonean bejucos de retorno mario de tu juventud, cofre de piedras y apagan la rosa de los vientos preciosas; tus romances, collares de percolgándole una esquila en cada pétalo.
las originalísimos: Vargas. nuestro gran magistrado civil, albacea de las angusSobre mi frente enjugo la estrella de la tarde, tias del pueblo venezolano; tu canción acaricio al aura estremecida misericordiosa a Los Angelitos Negros. en las crines del potro, que ahora se estarán paseando contigo y siento madrugar desvelo arriba por las barriadas del cielo. tanta bella el claro itinerario de la savia.
otra, y no ha mucho, sin saberlo, te despedías de la tierra en Giraluna. el liYa los cerros mayores despabilan bro de tus verdaderos amores, tu patétinegro sueño de luna entre las nubes.
co testamento a todas las patrias y a los Por las rutas de una voz labriega hijos de todas las patrias, en que regasretrocedo más lejos de la biblia: te de ternura las raíces de todo lo que percibo la palabra del venado había crecido en ti.
el dialecto vegetal del hombre La soledad te dolía, Andrés. La soleel bárbaro coloquio de la piedra.
dad de tus cuatro almas en un solo ser: la esposa, buena y adorable, tú y los dos (De El Surco Alucinado 1950)
niños de tu corazón herido, trinchera de amor frente a la muerte amenazante. La soledad impuesta, no por tu pobre rei30 nado de poeta, ni por tus mansedumbres de filósofo, la soledad por los impactos (Viene de la pág. 56)
de la política y por las precipitaciones y el egoísmo de este mundo actual, que nos aquellos días, viéndote, escuchándote. y de los más nobles sentimientos huma¡Qué fino, qué bello, qué encendido me nos. Te pareciste entonces un poco atropella, nos disgrega y nos esconde, pareciste, trepado como un rayo de sol nuestro Francisco de Miranda.
tan adverso el canto ya quebrado de los ruiseñores.
venezolano en la tribuna oficial del uni Después advino el infortunio, la caída Por último, vino la muerte, no de tu yersol Hasta te parecías un poco a Bolí de don Rómulo Gallegos de su sitio de var. Bien recuerdo tu hermoso, tu histó dignísimo Presidente de Venezuela, y viejo mal del corazón, ya curado por la rico discurso. Hubo espetación en el pú con su caída la tuya, el destierro, la pociencia mexicana, por tu profundo, anblico cuando te miró tan chaparrito, tan breza sonriente, cincelada en el mármol gustioso amor a la vida y por el miedo delgadito, tan magro. Empezaste a ha de tu decoro, los solares meses de Cuba de irte dejando solo el torreón de tus blar con palabra humilde, calma, como y tu grata residencia en México. Ya tu cariños. La muerte en la pávida madrutibio arrullo de paloma cumanesa, pero, nombre era sagrado y será eternogada del 21 de mayo. La poderosa enepoco a poco, tu voz fué encendiéndose, en estas hermosas tierras de Cuauhtémoc, miga, absurda y cobarde como nunca.
coloreándose en la pasión, en tu honda de Emiliano Zapata y de Lázaro CárdeLanzarse así, con todas sus fuerzas, conpasión humana, hiriéndose con el vasto nas. Los mexicanos, en aquél, tu magnítra tu cuerpecillo de fino David de nuesdolor del mundo, destrozado por la gue fico discurso de 1946, ante Bolívar de tro pueblo, cuando bien hubieras podido rra, las fronteras, los prejuicios, los ne velado y desvelado en su estatua de Cha cerrar los ojos, sentado en la silla de segocios, la ignorancia, el egoismo, y de pultepec, habían oído de tus labios estas da de tus versos o, ya anciano converpronto se rompió. Se rompió y fundió en palabras, más elocuentes que las piedras sador, enseñando a los niños de Venezuemetal de Cristo. Desde la altura de tu milenarias de Teotihuacán, Mitla o del la el silabario de tu patriotismo.
pensamiento de americano, antena y can Tahuantinsuyo: Amékica no caminará Te has ido, Andrés, pero estás. No es dil de las miserias y angustias del hom en tanto no se ponga en las manos del cierto que te haya cobrado la muerte. Tú bre, tu voz ya no fué canto sino treno. indio un pan del tamaño de su hambre. la vence. Ese es tu embrujo, tu hechiceTreno desgarrador que rebosó los secos En este México, que tanto te compla ría de poeta. Tienes en cada ser que te y estrechos recintos de la palabra pro cía, recibiste un golpe mortal: la partida conoció, que te conoce, trocolar, que se convirtió en parábola de para siempre de la madre valiente, amo escucha, un pedazo de tí mismo: una sonjusticia, de paz, de libertad, y la parábola rosísima y lejana Cornelia de nuestra risa, una mirada, un gesto, un decir, un en bandera de amor, para arropar a to dulce Cumaná la que, como nos conlayl, un camino que nunca podrá cerrar das las razas, a todas las creencias, to taste en tu poema admirable, al embe. la muerte, vivo entre nosotros, a pesar dos los pueblos. Recuerdo también cómo berse en tus primeros versos, trémula y de que tu tierra de Venezuela y tug tieel ilustre Presidente de la magna asam. coqueta. yendo y viniendo de la risa al rras de América, desde el mito de tu Golblea mundial, sorprendido y conturbado, lloro, te alzó en los brazos y comenzó a fo de Paria hasta la interminable Patase levantó de su asiento con su aplauso, gritar: Tengo un poeta Después gonia, te están llorando.
para proclamarte el poeta de la cultura llegaron tus días y tus noches de triun Te están llorando con lágrimas que no 12 sd Mi despedida a.
a que aún te Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica