REPERTORIO AMERICANO 37 Marzo de 1958.
metas deseables. No quiera ser dardo, angustia del primero es hijo del me.
sino meta.
dio, como lo es la serenidad del se. Una suscrición al Rep. AMERICANO la consigue Ud. con gundo. Pero, qué hermosa la figura Es emocionante su veneración por Maragall. el mejor poeta lírico hispa lamanca: a pesar de la aridez castellamaragalliana acerca del rector de Sa Matilde Martínez Márquez no de su tiempo y de fuera de su tiemLIBROS REVISTAS po. Qué maestría en el decir; qué sena, allá estaba de pié el último héroe Avenida Los Aliados Nº. 60 renidad en el concebir; qué honradez de aquel honor descarnado de don Apartado Nº 2007. Teléfono FO 2539 en el vivir y que subjetividad en el aQuijote.
La Habana, Cuba preciar. Todo su canto es un himno a Adelante, amigo mío, y, deje que su la sed de continuidad en el seno de la alma cante, como lo hace el pájaro, plenitud total. Cómo podían ser igua. sin importarle el grazoido del cuervo.
MI LIBRO DE COSTURA les el poeta de la estepa gris, perenPor nemente gris, y el del Mediterráneo, Lorenzo VIVES eternamente azul y prometedor? La Celia Carrillo de Garcia Monge 30 años de práctica en la costura.
BORRONES DE BUENOS AIRES 250 páginas de texto y numerosos dibujos. LA CARROZZA DI TUTTI El tomo empastado: 25. 00 Por Alejandro MAGRASSI Para el exterior: (Dóls. Para Repertorio Americano)
Tel. 7 4 Viajar hoy en tranvía, ómnibus o los, invadido el «centro. especialCorreos: Letra colectivo en Buenos Aires, esto es, mente en el verano por una turba San José de Costa Rica en la «carrozza di tutti» o coche par con olor a salvajina, sin sombrero y ticular de todos, como dijo hace mu en camisa, de muchachones insolentes chos años el escritor italiano Edmun. e irrespetuosos, no hay ninguna condo Amicis, que como la condesa de signa que se respete, medida de orir pegado junto a su cuerpo, en el Pardo Bazán, vieron solamente en los den, seguridad o higiene que se acate pasillo.
primeros tiempos del primero de esos ni humanidad que llegue integra y Enemigos del que viaja en un ómvehículos su lado pintoresco, es expocon todos los botones del saco a su nibus o «colectivo. suelen ser los conerse a un sin fin de incomodidades, destino, sobre todo si tiene la desgra misionistas que llevan en sus manos que en los ómnibus chicos o «colecti cia de viajar al lado de algún gordo, un portafolios, y que no tienen otro vos. empiezan cuando el chofer, que mujeres con chicos o una señora que sitio donde colocarlo estando el vehíes a la vez guarda con incomodidad lleve en su bolso de mano las agujas culo lleno, que sobre la cara manifiesta, malos modos y a veces hombro de su vecino de martirio, y con el cigarrillo en la boca, obliga al los que leen el diario en el pasillo del pasajero a hacer «cola. después de Las esperas prolongadas a que se coche.
haber hecho una ya larga y molesta somete al que va a viajar en ómnibus, para tomarlo, y terminan en el molo ponen sin duda malhumorado, a estos se junta a veces, el mismo mento de bajarse, por una peligrosa y el olor de la nafta que con los que café de su barrio, siempre tiene a al otros los abomba el ruido del motor o chófer, que añorando las tertulias del bamboleante escalerilla, casi siempre «de contramano. es decir, en lugar comen manzanas, semillas de mirasol gún amigo a su lado para conversar, de apearse sobre la vereda por una o mastican «chicles» en la cara de los mientras maneja y fuma, con riesgo ridícula disposición reglamentaria en demás, los que viajan «recostados de matar en un choque a todos los mitad de la calle con riesgo de morir sobre los otros, los maridos recelosos pasajeros que lleva; y los «carteristas atropellado por alguno de esos autoque protejen con su cuerpo a la mu que en los vehículos atestados, roban móviles que «corren» a los otros cojer, estorbando y molestando a los al desprevenido, sin que el conductor, ches como para ganarles.
demás, constituyen una fauna porteña que muchas veces alcanza a verlos en que está entre el hombre, la mujer y su faena por el espejo que lleva al En coches átestados y de pie se la bestia.
frente, se anime a decirles nada.
viaja la mayor parte del día en BueEsta situación anormal del transPero como nuestra misión en esnos Aires, empujados por una ola fute libro no es la de simple crítica, riosa de gentes apuradas, apretujados porte, ha dado lugar a la proliferapor mujeres y hombres, manoseados ción del «guarango del omoibus. sino más bien moralizante, señalareque es el que entra atropellando y mos el triste y repugnante caso del usurpando el lugar o el asiento a los que fuma en un ómnibus. colectivo»
Llena la ciudad de «cabecitas ne demás, el que fuma en el interior del o tranvía, muchas veces frente al cargras. como llama el porteño gracio coche, muchas veces con la anuencia tel que dice. Prohibido fumar y samente a los que vienen de las pro temerosa del chofer; al que si está con el disgusto de todos, mujeres y vincias norteñas o del litoral, que sentado ocupa más de la mitad del hombres, nunca viajaron en ómnibus y tranvías asiento, obligando a su compañero de Señalaremos también a la pareja en sus plácidos pueblos natales de banco a ir encogido e incómodo, y el que viaja abrazada en el ómnibus, en los cuales desgraciadamente algunos que si ve en el vehículo alguna mujer posición tan indecorosa, como si estuson guardas o conductores de vehícu joven y linda hace todo lo posible por viera en su alcoba en el tranvía, y reo el de tejer.
por todos Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica