REPERTORIO AMERICANO 75 América, Continente del Despotismo Por VIERA ALTAMIRANO (Envío del autor)
Cuando la última reunión de la Organización de Estados Americanos en Caracas, dijimos que más que a la sombra de Bolívar los diplomáticos americanos se juntaban a la sombra de Juan Vicente Gómez: a ninguna otra podría parecerse la que en aquel momento proyectaba ese pequeño y sanguinario déspota que acaba de derribar el pueblo de Venezuela. Es nuestro Continente el llamado a ser, casi por antonomasia, el Continente de la Libertad?
Nosotros así lo queremos y lo creemos, en forma gozosa. Nos sentimos como la yerba del campo que se alza con lozanía cuando le han quitado de encima la sombra de los bosques llenos de siglos. En nuestra alegría política va mucho del impulso del potro. con hambre de correr y sed de viento) como se dijo con lengua de poeta. las estrecheces de las viejas naciones de Europa ha sucedido para el mismo hombre que ha sido aquí y allá. una amplitud: la amplitud que invita a la experiencia, al ensayo. La codicia que se había afilado como un puñal con el frío y el hambre, y el odio, y la guerra de ese Continente donde el dolor humano ha tenido su gimnasio, se vino a América ha cuatro siglos y sigue viniéndose para volverse liberalidad, despego, casi indiferencia, porque la tierra y el mar y los cielos dan para todos y la riqueza brota fácil y la soledad puede llenarse de ciudad a la vuelta de un día.
El hombre que ha venido a América es como presidiario que pusieron en una tierra que no le devolvía lo que él había perdido, sino que le daba más de lo que él habría reclamado.
Pero este desembarco en tierras pródigas, si bien ha invitado al desperezo, a un desperezo que llegamos a confundir con la libertad, también ha invitado a cierta cosa indómita, cerril e insolente que podría hacer de América, si no andamos cautelosos, si no sabemos vigilar, una nueva Europa.
Porque en América hemos seguido siendo como escolares que se ríen de todo y en cuyo ademán libérrimo hay buena parte de barbarie. En América nos reímos de los Reyes y hacemos burla de sus testas coronadas, pero arrasamos al mismo tiempo con el principio del orden jerárquico. En América aflojamos el rigor de las leyes con la palanca de la simpatía y de la ceguedad afectiva, pero también nos llevamos de encuentro el sentido del orden y abrimos la brecha al capricho, a la arbitrariedad al despotismo. En América encontramos tierra libre y vida fácil, pero al cabo de tres siglos estamos llegando en ciertos sitios a las circunstancias trágicas de los viejos Continentes y renace el sentido precario de la vida y el hombre mezquino se hace una bestia que fuera mezquina. En América hemos tenido el atrevimiento de sacar a la calle, a los caminos, a las montañas los símbolos de nuestra fe religiosa, con la valentía de quien habiendo creído veinte siglos no puede dejar de creer en la mitad de uno solo; pero al mismo tiempo hemos empezado a perder la noción de sus intimos valores y estamos haciendo que la tierra ya no tenga sitio para el angel Es decir, como si la tierra de América, que invitaba a la libertad por su amplitud, estuviese ya invitando para el despotismo.
Creemos que se contaron con los dedos de una so la mano aquella vez, en Caracas, las representaciones limpiamente constituidas, las delegaciones de naciones que en realidad vivían con libertad y en donde el derecho tenía vigencia. Caracas vino a ser como una feria adonde habían sido llevadas las más crudas falsificaciones y claudicaciones posibles. Hizo allí su presencia la tiranía que había sustituido a la montonera o la rusticidad que había tomado el puesto de la tradición con cultura o de la cultura hecha tradición. El pie descalzo y la mente llena de supersticiones se asomabán allá. Pero no perdamos la fe. No perderemos la fe!
Porque ya nos dimos cuenta de que si no arrasamos con el ignorante, el ignorante arrasará con la imagen de la Patria superior que soñamos. Nos hemos dado cuenta de que la libertad no va con el odio, ni con la miseria, ni con la impotencia. Sabemos ya que la libertad se alcanza y se retiene con una batalla ganada cada día. sentimos que llega desde todos los rumbos de la tierra la invitación a la acción, a la acción que resulta gozosa cuando la realiza un hombre nuevo.
Dejemos que pasen todas estas afrentas y no le demos mayor importancia. América podrá ser ahora ya una imagen del Asia, un continente de despotismos. Pero esa estructura foránea será quebrantada por nuestra fe y vendrán citas continentales a donde la concurrencia llegue con nuevas consignas. En esas asambleas futuras tendremos la oportunidad de dar fe de la libertad.
San Salvador, El Salvador.
un como Una suscrición al Rep. AMERICANO la consigue Ud. con Matilde Martínez Márquez Si quiere suscribirse al REPERTORIO AMERICANO dirijase a FAXON Co.
Subscription Agents 83. 91 Francis Str. Back Bay Boston, Mas.
AMERICAS Revista Mensual Ilustrada Arte, Historia, Filosofía, Deportes; Turismo. lo más importante de los países Americanos.
De venta en los puestos principales en la Moneda Nacional de cada país.
LIBROS REVISTAS Avenida Los Aliados NO. 60 Apartado NO 2007. Teléfono FO 2539 La Habana, Cuba Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica