264 REPERTORIO AMERICANO Goethe (Cuadro de Stieler. El bicentenario de GOETHE EVOCACION DEL GLORIOSO POETA POLIGRAFO ALEMAN, TRAVES DE SUS CONVERSACIONES CON ECKERMANN Por CON ANGLA FONTANILLES (En el Rep. Amer. a reflexión sobre todo y algo más que todo. según él mismo advirtiera. Las páginas de Werter describieron, en humanísimas confesiores, la crisis desesperante de la juventud romántica selecta de su tiempo. En Afinidades electivas dejó un profundo análisis sicológico sobre la amistad sin convencionalismos. En su concepción poemática Herman y Dorotea exaltó las puras emociones del amor recíproco; y puso en ese poema sinceridad tal, que el propio autor declaró no serle posible releerlo sin conmoverse. Eridón y Amina, Efigenia en Táurida, Elegías Romanas, Epigramas Venecianos, Baladas, son encantos de inspiración, de belleza literaria y de poesía perdurable. Todas y cada una de esas obras, así como Poesía y Verdad (Memorias íntimas. Teoría de los Colores, Metamorfosis de las plantas, y otras más, señalan las proyecciones luminosas de su genio.
Pero existe un libro que, sin ser suyo, revive, no obstante, la personalidad inmensa de Goethe, pues refleja el carácter, los sentimientos, las convicciones, el espíritu inmortal, en suma, del glorioso poeta y pensador, con acierto más preciso y atrayente, a menudo, que en sus creaciones propias. Las rutilantes facetas del estro y de la emotividad muy humana pero siempre noble y exquisita de Goethe fulguran en ese libro maravilloso, de sugestión imponderable para generaciones cultas sucesivas. Ese libro excepcional contiene las Conversaciones con Goethe tenidas por su discípulo y secretario Eckermann, durante la última década de la vida del genio. En esas páginas deliciosas se escuchan. confidencias casi diarias de Goethe: juicios, reflexiones, comentarios, filosofías, recuerdos anecdóticos, ocurrencias y enseñanzas del genial observador, a propósito de los más diversos temas profundos o corrientes; o en torno a circunstancias, personas, teorías, problemas, aspectos, vicisitudes cosas que han sido y continuarán siendo motivos de inagotable preocupación por las inteligencias cultivadas.
Hasta predicciones asombrosas de Goethe fueron transcritas felizmente por Eckermann, entre ellas la que expuso en 1824, con claridad intuitiva sorprendente, sobre lo que en el mundo habría de ocurrir en épocas futuras.
Vea el lector cómo las siguientes palabras (recogidas devotamente por Eckermann, de labios de Goethe, ciento veinticinco años atrás. se ajustan, con precisión exacta, a las realidades angustiosas de nuestros días; y cómo se deducen, de tan clarividente vaticinio, admoniciones sabias, prudentes y oportunas para orientar el mundo humano internacional hacia nuevos y salvadores designios: Ciento veinticinco años atrás, con anticipación y clarividencia asombrosas, predijo y describió Goethe tas horribles crisis actuales del mundo humano, y aconsejó soluciones adecuadas.
Los manes de la histórica ciudad de Franc lizado en general, ojalá se produzca, bien fort sobre el Meín, donde nació Goethe, de pronto, esa rehabilitación provechosa; y ojaben sentirse al presente angustiados, inquietos, lá, también, que el renacimiento colectivo de presa de hondas sombrías preocupaciones, en las mejores energías alemanas contribuya, cicontacto con los efectos horribles que la se vica y resueltamente, a dificultar y en última gunda guerra de Europa desató contra Alema fase a impedir que pueda imponerse contra la nia y contra el mundo humano en general, dignidad y la vida de numerosas naciones pripor culpa de los inconcebibles y monstruosos vadas ya engañosamente de sus autarquías, otra crímenes guerreros del militarismo teuton, en avalancha monstruosa de índole demoníaca consorcio con las absurdas ambiciones de la semejante a la del hitlerismo, la cual resultalocura hitlerista.
ría, a la postre, sin duda, mucho más desesCuando Goethe nació en Francfort, el 28 perante y, horrible que la teutonica contra los de agosto de 1749, al sonar las campanas de valores más esenciales de la humanidad y conmediodia. la constelación planetaria no pu tra las normas imprescindibles de la convido serle más favorable, según el mismo descu vencia civilizada.
brió, años después. en estos días, quién sabe si también por influencias ocultas en las Con motivo del bicentenario del nacimiencircunstancias astronómicas, quizá le corres to de Goethe, se rememora en estos días la perponda igualmente a Francfort otro designio sonalidad extraordinaria eminentísima de aquel trascendental: el de ser la cuna de una nueva gran hombre, tan justamente estimado y adAlemania, como la desean los amantes del pro mirado de sus coetáneos y de los estudiosos greso, de la paz y de la civilización en todos futuros, por la excelencia de sus producciones los órdenes humanos, nacionales e internacio como por la prestancia de su magnífico carácnales.
ter; por la serena y augusta ecuanimidad de Por esos antecedentes, el mejor y más opor su espíritu; por su culto siempre entusiasta y tuno homenaje que pueda ofrecerse a la glo ardoroso a los encantos de la belleza, en toria de Goethe, con motivo del bicentenario dos los aspectos tangibles y emotivos de la de su nacimiento, y aun a la memoria de cuan misma; por sus afanes persistentes para estutos otros grandes hombres personificaron las diar y descubrir los enigmas de la Naturaleexcelencias legítimas del pueblo alemán, tal za, así como las recondidas profundidades del vez consista en formular ardientes votos por alma humana; por sus anhelos insaciables de que se produzca lo antes posible el renaci investigación y de superación en todas las ramiento salvador de las energías espirituales de mas del saber.
aquel gran pueblo, inconfundible con los abo Cada una de sus obras revela, en efecto, niinables caudillos paranoicos que en sucesivas la claridad intuitiva, la penetración acerada, revanchas lo han abocado a tentaciones funes la serenidad majestuosa del fulgente espíritu tas y a severos desastres.
de Goethe. El Fausto, que empezó en edad Para bien de Alemania y del mundo civi Dadura y terminó a los ochenta años, mueve Lo que en los próximos años haya de suceder, no puede predecirse; pero me temo que no alcanzaremos muy pronto el sosiego. El mundo no puede conseguirlo; los grandes no lograrán impedir que haya abusos del poder, y la masa no se conformará con un pasar modesto, en espera de mejotas lentas. Si pudiese hacerse perfecta a la humanidad, sería también posible llegar a una organización perfecta; pero como no lo es, las cosas seguirán en una situación de perpetua alternativa: una parte de la humanidad sufrirá, mientras la otra viva en el bienestar; el egoísmo y la envidia no cesarán en su labor perturbadora, y la lucha de los partidos no acabará nunca. Lo más (Concluye en la página 266. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica